Entre los prestigiosos asistentes a la 53ª Reunión Anual del
Foro Económico Mundial de Davos ha estado nuestro presidente de Gobierno, Don
Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que en un inglés fluido, según dicen los
comentaristas, habló de las excelencias de nuestra economía y de nuestras
potencialidades en la comercialización del hidrógeno verde, no sin antes avisar que las desigualdades van
a más en Europa , también en España -
ventajas fiscales de País Vasco y Cataluña…- , y
alertar de manera interesada- estamos ya en época preelectoral- de las funestas consecuencias que tendría para
Europa, incluida España, la llegada al poder de los movimientos de derecha y extrema
derecha. De los contactos para atraer inversores que tanto necesitamos y más
cuando tenemos un PERTE Chip dotado de 12.250 millones de euros, poco sabemos y
lo que ha trascendido es que el pasado día 17 de enero en la cena organizada
por el grupo americano INTEL para representantes de los países europeos en los que
tiene proyectos, como España, ninguno de los responsables de la delegación
española asistió. ¿Motivos, causas?...
Creo que ha llegado el momento de coger el toro por los
cuernos y partir de unas obviedades básicas: 1º Que la economía es importante
para la vida y desarrollo de las personas, de los pueblos y que no todo el empleo existente en
un país debe ser solo público, pues la caída del muro de Berlín en noviembre de
1989 , la desaparición de la Unión Soviética y sus desoladoras consecuencias
están en la mente de todos nosotros,
pero según una ilustrativa viñeta de Puebla da la impresión que aún no
todos los políticos lo saben y más en época electoral. Creo que ya va siendo
hora que se tomen medidas sobre el porcentaje de empleo público que debe haber
en los diferentes servicios y departamentos de las tres administraciones (estatal,
autonómica y municipal) y el costo del mismo si es que queremos un estado
eficiente y no un peronismo paralizante.
Decir que toda nación necesita inversión privada para poder
ofrecer los mejores servicios a sus ciudadanos es tan obvio que no creo que
necesite muchas explicaciones, ya que no todo puede ser público, pues no hay
dinero para ello. La máquina del Estado no puede llegar a todo; al crédito hay
que ir cuando realmente sea necesario, y no de manera caprichosa y aleatorio
con fines espurios (obtención del voto). Es misión de las autoridades crear las
condiciones administrativas adecuadas para que la máquina productiva dé los
frutos deseados: empleo, dinero, y para lograrlo es imprescindible conocer la
realidad que nos rodea y buscar la evolución y mejora de la misma. De todo esto
cuanto digo tenemos en Siero ejemplos en su doble sentido: Piénsese en las
ventajas económicas, laborales y sociales que supone la apertura de Amazon y
las enormes pérdidas de recaudación que ocasionan la multitud de bajos o
comercios cerrados. Se necesitan emprendedores, empresarios que generen un
tejido social que ilusione y motive una zona, una localidad, una región…
Y esto que es tan obvio, tan evidente, parece que hay
políticos que no lo saben o no lo quieren saber. Si esto es grave en un
amateur, mucho más en aquellos que tienen responsabilidad ante la sociedad y la
defraudan y engañan sin el menor reparo, cuando saben que el principal problema
que nos acecha a todos es la falta de trabajo, casi tres millones de personas
en paro, y en el mes de enero más de 70.700 personas parados más. Que se vaya a
Davos, Marruecos, Nueva York , Pekín o Singapur , como en su día el diligente
ministro Gregorio López Bravo entabló
contactos con China y Moscú, merece nuestro aplauso y consideración, pero que
miembros del mismo equipo de Gobierno se dediquen a señalar y desprestigiar a
empresarios de una reconocida experiencia y prestigio avalado por los hechos,
es algo que cuesta entender, a no ser que su inmadurez les haga desear vivir en
otro tiempo y no al servicio de los españoles, sino de sus trasnochados
ideales.
El dinero no se reproduce por sí solo. Todo viene fruto de un
trabajo, de un rigor, de un riesgo, y es que como decía un buen amigo: “·Las
patatas si no se siembran, no se comen”.
Ahora que estamos en precampaña electoral viene bien recordar
que la política es algo muy serio, que exige responsabilidad, que nos debemos a
una sociedad, a unas personas que depositan en nosotros su confianza: “No les
defraudemos, seamos previsibles”. Hace ya muchos años, allá por los años
treinta , un diputado socialista de Luarca, don Álvaro de Albornoz, en un
martes en la Pola decía a los presentes estas palabras que hago mías : “No
importa subir al poder hombres de mayor o menor inteligencia – añadiría yo que
sepan más o menos inglés- sino hombres que tengan conciencia…” ¿Se cuida? ¿Importa
mucho en este mundo más cosificado que humanizado?.
Por tercera vez consecutiva terminó este escrito recordando
que el verdadero progreso de los pueblos y personas es el progreso moral, y el
nuestro es francamente mejorable
José Antonio Noval Cueto.
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