sábado, 4 de febrero de 2023

“En un inglés fluido…”("La Nueva España Digital de Siero, 5-II-2023")

 

Entre los prestigiosos asistentes a la 53ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial de Davos ha estado nuestro presidente de Gobierno, Don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que en un inglés fluido, según dicen los comentaristas, habló de las excelencias de nuestra economía y de nuestras potencialidades en la comercialización del hidrógeno verde,  no sin antes avisar que las desigualdades van a más  en Europa , también en España - ventajas fiscales de País Vasco y Cataluña…-  ,  y alertar de manera interesada- estamos ya en época preelectoral-  de las funestas consecuencias que tendría para Europa, incluida España, la llegada al poder de los movimientos de derecha y extrema derecha. De los contactos para atraer inversores que tanto necesitamos y más cuando tenemos un PERTE Chip dotado de 12.250 millones de euros, poco sabemos y lo que ha trascendido es que el pasado día 17 de enero en la cena organizada por el grupo americano INTEL para representantes de los países europeos en los que tiene proyectos, como España, ninguno de los responsables de la delegación española asistió. ¿Motivos, causas?...

Creo que ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos y partir de unas obviedades básicas: 1º Que la economía es importante para la vida y desarrollo de las personas, de los  pueblos y que no todo el empleo existente en un país debe ser solo público, pues la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 , la desaparición de la Unión Soviética y sus desoladoras consecuencias están en la mente de todos nosotros,  pero según una ilustrativa viñeta de Puebla da la impresión que aún no todos los políticos lo saben y más en época electoral. Creo que ya va siendo hora que se tomen medidas sobre el porcentaje de empleo público que debe haber en los diferentes servicios y departamentos de las tres administraciones (estatal, autonómica y municipal) y el costo del mismo si es que queremos un estado eficiente y no un peronismo paralizante.

Decir que toda nación necesita inversión privada para poder ofrecer los mejores servicios a sus ciudadanos es tan obvio que no creo que necesite muchas explicaciones, ya que no todo puede ser público, pues no hay dinero para ello. La máquina del Estado no puede llegar a todo; al crédito hay que ir cuando realmente sea necesario, y no de manera caprichosa y aleatorio con fines espurios (obtención del voto). Es misión de las autoridades crear las condiciones administrativas adecuadas para que la máquina productiva dé los frutos deseados: empleo, dinero, y para lograrlo es imprescindible conocer la realidad que nos rodea y buscar la evolución y mejora de la misma. De todo esto cuanto digo tenemos en Siero ejemplos en su doble sentido: Piénsese en las ventajas económicas, laborales y sociales que supone la apertura de Amazon y las enormes pérdidas de recaudación que ocasionan la multitud de bajos o comercios cerrados. Se necesitan emprendedores, empresarios que generen un tejido social que ilusione y motive una zona, una localidad, una región…

Y esto que es tan obvio, tan evidente, parece que hay políticos que no lo saben o no lo quieren saber. Si esto es grave en un amateur, mucho más en aquellos que tienen responsabilidad ante la sociedad y la defraudan y engañan sin el menor reparo, cuando saben que el principal problema que nos acecha a todos es la falta de trabajo, casi tres millones de personas en paro, y en el mes de enero más de 70.700 personas parados más. Que se vaya a Davos, Marruecos, Nueva York , Pekín o Singapur , como en su día el diligente ministro  Gregorio López Bravo entabló contactos con China y Moscú, merece nuestro aplauso y consideración, pero que miembros del mismo equipo de Gobierno se dediquen a señalar y desprestigiar a empresarios de una reconocida experiencia y prestigio avalado por los hechos, es algo que cuesta entender, a no ser que su inmadurez les haga desear vivir en otro tiempo y no al servicio de los españoles, sino de sus trasnochados ideales.

El dinero no se reproduce por sí solo. Todo viene fruto de un trabajo, de un rigor, de un riesgo, y es que como decía un buen amigo: “·Las patatas si no se siembran, no se comen”.

Ahora que estamos en precampaña electoral viene bien recordar que la política es algo muy serio, que exige responsabilidad, que nos debemos a una sociedad, a unas personas que depositan en nosotros su confianza: “No les defraudemos, seamos previsibles”. Hace ya muchos años, allá por los años treinta , un diputado socialista de Luarca, don Álvaro de Albornoz, en un martes en la Pola decía a los presentes estas palabras que hago mías : “No importa subir al poder hombres de mayor o menor inteligencia – añadiría yo que sepan más o menos inglés- sino hombres que tengan conciencia…” ¿Se cuida? ¿Importa mucho en este mundo más cosificado que humanizado?.

Por tercera vez consecutiva terminó este escrito recordando que el verdadero progreso de los pueblos y personas es el progreso moral, y el nuestro es francamente mejorable

 

 

                             José Antonio Noval Cueto.




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