sábado, 20 de mayo de 2023

“La Hora de San Pedro…” ("La Nueva España Digital de Siero, 21-V-2023")

 

La propaganda electoral y los diferentes titulares de campaña están aromatizando la vida asturiana, y el epicentro de toda ella pasa por la calle Uría de Oviedo, que se ha convertido en el sambódromo provincial de las quejas y reclamaciones , y donde de vez en cuando uno aspira y percibe la auténtica realidad asturiana, que se pone sobre la mesa en busca de una terapia, de una solución, y esto ha tenido lugar el pasado martes, 16 de mayo de 2023, cuando más de cuatrocientos tractores y demás maquinaria colapsan el centro de Oviedo, en busca de un futuro mejor para sus hijos y para todo el sector primario. Banderas de Asturias, de España, mucha gente joven y de mediana edad, que con sus pancartas o denuncias quieran exponer su situación y reivindicar educadamente una solución, a pesar de la situación desesperada del sector… Nada de Asturias nos debe ser ajeno, desconocido, hasta el exquisito vino blanco que se produce en Ibias.

Las pancartas pensadas y razonadas  reflejan la desolación del elemento campesino y ganadero que se resumen en : queremos un futuro para nuestros hijos, y la supervivencia del mundo rural, al que asolan desidias, denuncias y desprecios desde hace décadas, y es que la ruina del mundo rural, como bien dice una pancarta, es la ruina del mundo global, y está en nuestra manos evitarlo y más cuando no nos han fallado en la pandemia y cuando el auge del sector gastronómico y hostelero y nuestra propia subsistencia depende de que haya alimentos y que éstos sean de la máxima calidad. No hace mucho, la vicepresidente Yolanda Díaz reclamaba que la fruta de temporada estuviera en la bolsa de la compra. En esta política de lo inmediato uno debe preocuparse si cuidamos al sector, si le protegemos…¡Démosles esa esperanza que piden! ¡ Que se sientan comprendidos y protegidos! ¡Que su felicidad sea posible!

En este mundo tan competitivo, alocado y cambiante, que  habla de los sentimientos de las zanahorias y de las lágrimas de las lechugas, quizás sea  el momento de plantearse cuál o cuáles  son los  objetivos en mi vida y creo no equivocarme si aventuro, a mis años y concierta carga vital, que el más importante es ser feliz, y para ello no se requiere ni mucho dinero, ni mucha inteligencia, ni un currículum excepcional, ni saber muchos idiomas, sino un corazón de carne, que sienta, que palpite, que comparta dolor y alegría, que nada de lo humano le sea ajeno y que se sepa y sienta Hijo de Dios, en resumen, un corazón enamorado .Uno puede ser feliz de carpintero en Nazaret como Jesús, de pastor en Somiedo o de marinero en Lastres…Lo importante es ser feliz y para ello no hacen falta muchos mimbres si tenemos el corazón bien alimentado, si palpita y siente.

De todo esto se han preocupado los sacerdotes, catequistas y familias de la parroquia de San Pedro de Pola de Siero, que después de tres cursos de preparación y a pesar de las lógicas incomodidades de la pandemia, ven , con alegría, que ha llegado el día, la hora en que veinticinco niños/as, arropados por familiares y amigos,  reciban el Cuerpo de Cristo por primera vez , y esto entraña una gran responsabilidad- la de saberse Hijo de dios y comportarse como tal -  y una suma felicidad. No hace mucho, en un programa televisivo le preguntaron a una persona de mediana edad qué cuál había sido uno de los días más felices de su vida, y él sin pensarlo confesó que el día de su primera comunión. Afirmación que comparto y que da testimonio de ello el cuadro que preside mi estudio y a quien, de vez en cuando, dirijo   la mirada para evaluar los progresos o regresos de aquel corazón puro de un niño de siete u ocho años y el de este adulto jubilado.

 Mañana, 21 de mayo, festividad de San Andrés, Sinesio, Torcuato y Donato, entre otros muchos, es la hora de San Pedro en Pola de Siero y para tal efemérides la parroquia hace lo posible e imposible para que la celebración tenga la solemnidad que se merece, y más en esta ocasión en que la Iglesia, con las obras a punto de acabar, ya presenta un aire remozado, feliz, satisfecho, fruto de la generosidad de tantos.¡ Que paséis un día muy feliz y que Dios os proteja!

 

                                José Antonio Noval Cueto.

 

P.D  Hace un tiempo un antiguo alumno sacerdote en una homilía a sus antiguos compañeros les dijo que el Cristianismo tenía tan larga vida por dos motivos: Por el Pan (Sagrada Comunión) y por la Palabra (Evangelio).


              


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