Los artículos y las ventas de diferentes productos en
Internet crece o disminuye según sea el posicionamiento que uno tenga en la
Red, y aunque parezca sorprendente otro tanto nos ocurre en el mundo cultural,
más ahora que hay una intención perversa, intencionada , dirigida a desaparecer
las Humanidades del ámbito colectivo e
incomprensiblemente , asignaturas de siempre, vitales para el
conocimiento del ser humano y de la sociedad que le rodea, pasan a ser de
segundo orden, accesorias, previas a su
desaparición, y me refiero a Literatura, Historia, Filosofía…y esto lleva a que
autores o libros del máximo nivel o importancia, por intereses que uno
desconoce, desaparezcan , dejen de circular, y esto que ahora se observa mejor,
ha pasado casi en todas las épocas, y ha hecho que autores desconocidos en su
momento , cobren fuerza, salgan a la luz después , véase el caso reciente del
injustamente olvidado Manuel Chaves Nogales, que el único defecto, si a eso se
le puede llamar defecto, fue defender su libertad e independencia en un mundo
tan polarizado como el de preguerra, guerra y postguerra que lleva a repetir
aquella conocida frase de que “el que esté libre de culpa que tire la primera
piedra”. Situaciones parecidas y por otros motivos ha pasado con el mismo Bécquer,
famoso e imprescindible para nosotros, desconocido y despreciado por sus
coetáneos, ¿por qué? Aquí quizás tengan mucho que decir los editores, la prensa y la crítica canallesca e interesada –
que a veces premia o castiga, levanta o hunde, según le convenga – ,la escasa alfabetización
y menor frecuencia lectora. Todo depende de la concepción que se tenga del ser
humano y de la sociedad que le recibe y más ahora que se cosifica al hombre .
Si la buena lectura ha sido siempre un bien escaso, más en los tiempos
actuales, donde la publicidad a poco que se lo proponga logra vender un libro
en blanco.
El libro, a pesar de la competencia de la imagen : cine, televisión, video juegos, digitalización…
mantiene buena salud e incluso se permite abrir librerías, hay buenas
perspectivas de ventas, y más desde que el libro se ha convertido en objeto de
consumo – lejos quedan los tiempos menesterosos de la Editorial Austral y sus
libros de bolsillo-, pero aquí surge la
inquietud, la preocupación., y es que no basta publicar libros y venderlos, hacer
caja, es deseable que sean libros de calidad, que reflejen una sociedad, unas
vivencias, una problemática y una expresión artística acorde con el tema, de
calidad, que conmueva, que nos lleve, que encandile y que nos lleve a vivir
experiencias únicas, inolvidables y todo ello sin que ocurran muchas cosas.
Hace ya un tiempo un buen amigo, lector asiduo, perspicaz y exigente, me dijo:
-Jose, ya no me timan más, solo leo los clásicos. Las
novedades están más pensadas en la venta y en su comercialización que en la
calidad y buena literatura. Dominan más las campañas de publicidad que las de calidad, y si es
necesario siempre hay crítico inmoral
que glosa y justifica lo injustificable, a cambio de beneficios y
prebendas…
Me alegró oír su opinión, que coincidía plenamente con la mía
y que me tranquilizó y me hizo ver que yo no era un tipo raro, extraño,
exigente, que había más personas que pensaban como yo. Últimamente me contentó
con leer un salmo diario y me parece lectura y reflexión suficiente…pero siempre
hay excepciones que confirman la regla y que voy a justificar.
Si la mejor manera de combatir la adición a la bebida o al
tabaco, es con pequeños propósitos de ”yo hoy no bebo, yo hoy no fumo”, si un
lector empedernido como yo entra en una librería y está tiene sus expositores temáticamente
bien distribuidos y libros bien colocados, las posibilidades de sobrevivir al intento de poseer, comprar un libro, son
escasas, y eso me pasó a mí ayer, a eso de las 11:30 horas de la mañana del
jueves, 4 de mayo, cuando observo tumbado, sonriente y mirándome un libro de grueso tamaño- más de
600 páginas- decorado con los colores de la bandera vaticana -amarillo y
blanco- de Joaquín Navarro-Valls, titulado “Mis años con
JUAN PABLO II”. Ya en casa me las prometía muy felices, hasta me cuesta ceder
el tiempo que me lleva escribir estas letras.
Confesado el pecado , voy a tratar de redimir la pena. ¿Por
qué lo compré a pesar de mis temores? Porque Juan Pablo II, ahora San Juan
Pablo, ha sido una de las personas más relevantes de los últimos tiempos y su faceta
más personal, más humana merece
conocerse. Ha sido y sigue siendo muy útil, ha sembrado mucho bien y uno espera
beneficiarse de tan fértil cosecha. Y si
esto es contado por quien fue su Jefe de Prensa durante veintidós años da más
fuerza y credibilidad a lo narrado.
De Joaquín Navarro-Valls ,siquiatra y periodista, intelectual
solvente y riguroso, se podrían decir muchas cosas, pero creo que una anécdota
nos sitúa mejor para conocer al personaje. Y es que en una rueda de prensa
cuando la salud de su Santidad ya estaba muy deteriorada, un periodista le
preguntó:
-Don Joaquín , usted no cree que los problemas de salud y las
limitaciones de Su santidad aconsejan que dimita, que renuncie al Pontificado.
Don Joaquín le contesta: Es cierto que el Papa tiene limitaciones,
problemas de salud serios, pero tiene la cabeza llena de proyectos, y cuando
uno tiene proyectos está en condiciones de continuar, de seguir al mando de la
nave.
Recibida la penitencia que me habéis impuesto, terminaré su
lectura y seguro que me va a obligar a contaros algo más
José Antonio Noval Cueto.
PD. Aquel alumno que empezó sus estudios universitarios en el
curso 1973/74, o calendario juliano, nunca pudo entrever que la llamada
izquierda – hoy de difícil definición, debido a su versatilidad y inestabilidad
de ideas- tenía entre sus objetivos terminar con las Humanidades, ya que para
ellos es más importante el vientre que la mente, la cosa que la persona, y han
dejado en el olvido aquella certera máxima de que “no solo de pan vive el hombre”.
Por lo demás la semana se ha caracterizado por el monumental
triunfo de Morante de la Puebla en la Maestranza de Sevilla gracias a la comunicación e idilio que tuvo
con su toro “Ligerito”, donde lo sublime se hizo presente, y por inútil e innecesario fracaso de Bolaños el día
del 2 de mayo en Madrid . En Siero solemos decir que uno no va donde no le
invitan.
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