Ahora que llueve menos , que se secan pantanos y desparecen
acuíferos, no tiene que sorprender que el precio del agua aumente, dada la
escasez de la misma. De persistir esta situación, el agua puede convertirse en
el petróleo del futuro, con las limitaciones que esto genera en toda España y más
en esta España turística nuestra que ya aconseja un uso racional de la misma en los hoteles de lujo, y también en nuestra
tierra, tildada en su día, por la abundancia de agua, de la tierra del paraguas. Si esto ya alarma en
Asturias- véase el problema de Lieres-, que no pasará en las tierras del sur,
donde la desertización avanza cada año, lenta y persistentemente, disminuyendo
población, cerrando pueblos, dificultando la vida. No hace mucho uno de los
ideólogos más reputado del momento, el señor Monedero, dijo que el principal
problema de España era la desertización. Problema que agrava más la existencia
de la llamada “España despoblada” y que limita la existencia del medio rural
que asiste impasible al éxodo de población- sólo se quedan los mayores- y el
peligro que ello entraña para la pervivencia de la especie, pues por faltar ya
falta leche para elaborar quesos. Quizás tengamos que acudir al diseño en 3D
para conseguir harina, jamón, chorizos, salmón, bacalao, y que no tardando
mucho las farmacias se conviertan en restaurantes. ¡Adiós a la cocina de los
sabores!
Esto que es palpable en muchas tierras de España, también es
evidente en todos los concejos de
Asturias e incluso en el mismo Siero, donde la maleza y los “escayos” son los
dueños de las praderas, llegando a los límites de viviendas y caminos, e
invadiendo o constriñendo caminos públicos – sendas peatonales desaparecidas- , el alumbrado público, palos
del teléfono, con el consiguiente perjuicio y peligro, y trasladando la
impresión de pueblos más pequeños ,en ruina, desamparados, con cierto exotismo
en verano, a punto de ser absorbidos por la madre naturaleza. Aumenta lo que
podríamos llamar bosque, selva, disminuyen los ‘praos, huertas’ ¿En qué se han
quedado muchas tierras de maíz y fabes
de mi infancia?…La zona rural exige un estudio riguroso, un replanteamiento serio, si es que de verdad la
queremos preservar y potenciar…
Expuesta esta preocupación que me invade siempre que deambulo
por mi pueblo, vais a permitirme que me centre en un tema al que no damos
importancia o al menos no la debida, y es el de nuestro idioma nacional, el
idioma que nos identifica como nación, el castellano o español. Ahora que hay
tan reivindicación política más que idiomática en defensa de las diferentes lenguas de España,
no viene mal recordar que nuestro idioma nos permite comunicarnos con
seiscientos millones de personas, que habitan en diferentes lugares de orbe
terráqueo, que incluso, en el mismo Nueva York, tenemos emisoras de radio,
televisión y prensa en castellano, que son muchos los neoyorquinos que hablan
nuestro idioma, y que gracias a él nuestras exportaciones se han incrementado
considerablemente en los últimos tiempos.¿ Alguien se imagina a un vasco o a un
catalán hablando en su lengua para conseguir carga de trabajo para sus empresas
en Méjico, Argentina o Perú? Y además es
el segundo idioma que más alumnos tiene y de ello bien se encargan los
diferentes Institutos Cervantes existentes por el mundo. No deber haber ningún
enfrentamiento entre las lenguas. Cada cual es muy libre de usar el idioma que
quiere o prefiere, y por muchas leyes que constriñan o apoyen el uso de un
idioma, siempre será el ciudadano libre, quien usará el que quiera, pero no viene mal recordar, ahora
que estamos en tiempos de tanta reivindicación, que la mayoría de las lenguas
de España, excepto el vasco, son de origen latino , que se abastecen de un
mismo manantial, de un mismo acuífero, el latín, la lengua del Imperio
romano, y a la que acudimos siempre que
surgen dificultades ya en busca de sufijos, prefijos para crear palabras nuevas
como hacen los científicos y técnicos , ya en busca de una etimología, de un concreción semántica, de una
precisión… y que últimamente, injustamente, torpemente, hemos relegado al
olvido en nuestros planes de estudio, con el daño que eso ocasiona al resto de
sus lenguas filiales (gallego, catalán, castellano, italiano, francés, rumano…)
y es que a través de un idioma se trasmite una visión de la vida, de la
realidad, -la lengua es sangre del espíritu decía Unamuno- y basta para ello darse un paseo por la Roma
actual. Hoy, como decía un profesor mío, hablamos hoy el latín del siglo XXI:
El castellano.
Ahora que tanto
necesitamos la ayuda de emigrantes que cubran nuestras demandas de empleo, se
comprueba que el idioma facilita la resolución del problema y que el mayor
número de emigrantes son hispanoamericanos.
José
Antonio Noval Cueto.
P.D . No quiero terminar sin hacerme eco de dos noticias: 1.
Dimite el primer ministro portugués don Antonio Costa que en rueda de prensa
aclaró a los periodistas el motivo de su dimisión: ”Yo no estoy por encima de
la ley. Si hay alguna sospecha que sea investigada…Mi obligación es también
preservar la dignidad de las instituciones democráticas”. Fuera de los aciertos
o errores que la Justicia investigará, estas palabras revelan un alto sentido
del deber digno de encomio. ¿Hubiera
sido posible aquí?...
2. La revista
Actualidad Económica del Mundo confirma que Asturias es la región donde más se
teletrabajo del norte de España y la tercera de España. ¡Enhorabuena!
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