sábado, 16 de diciembre de 2023

“La noticia de la semana…” ("La Nueva España Digital de Siero, 17-XII-2023")

Ahora que somos el ombligo del mundo, que ciframos nuestra esperanza en nosotros mismos y algunos más ilusos en la nueva inteligencia artificial que ya tiene hasta regulación europea, mientras aumenta el número de perros, más de 9 millones en toda España, y disminuye  el número de personas nacidas – siete millones de personas de menos de 14 años en nuestro país según el INE-  el pasado 11 de diciembre me encontré con una entrevista que justifica que escriba estas letras, y el protagonista un pianista de larga experiencia y de fama internacional, habitual en los conciertos ovetenses. Me refiero a Don Joaquín Achúcarro, nacido en Bilbao, y que a sus 91 años   -perdonadme que use el don para las personas ilustres y distinguidas, pero así me han educado- tuvo la humildad , no exenta de coraje, de contestar a la pregunta de “¿Qué le queda por aprender?” ,  de la siguiente manera: ” ¡Todo! En la vida no somos más que principiantes.” Palabras muy oportunas en estos tiempos que vivimos, centrados en el éxito personal, siempre muy etéreo, difuminado y la mayoría de las veces inmerecido y camuflado, y no en lo verdaderamente importante que es la riqueza interior, la satisfacción personal que abastece el diario vivir, pues es de todos sabido que las cosas importantes de la vida no suelen costar dinero, véase la sonrisa de una madre, el abrazo de tu esposa o la llamada telefónica en el momento que uno más la necesita, pero para ello se necesita que la temperatura humana de nuestros corazones sea la adecuada y esto, en gran medida, depende de cada uno de nosotros y de su ejercitación, algo que, por desgracia, no se prodiga.

Ahora que tanto se habla de Educación, del informe PISA en España, - Asturias entre las mejores-, de los buenos o malos resultados del mismo, no viene mal recordar que el ser humano es capaz de la máxima perfección y también de la máxima degeneración y todo dependen en mucho del ambiente familiar, de la educación que recibimos y de la sociedad en la que vivimos, que sumado arroja los resultados preocupantes que todos conocemos, sin que de momento se pongan límites, defensas o estrategias de combate y mejora, y eso que hubo ministra como Isabel Celaá, hoy embajadora de España en el Vaticano, que llegó a decir que los hijos eran del Estado y no de los padres…Hace ya un tiempo le preguntaron al conocido economista y divulgador Don Leopoldo Abadía  cómo quiere que sean sus nietos en el futuro, y dijo que , con preocuparle el futuro de sus nietos, como a todo abuelo, lo que más me preocupa es la sociedad que les va a recibir, acoger, cobijar y esto según lo que vemos es cada día más alarmante.

Los que nos hemos criados en tiempos del nacional catolicismo, con todos los errores o fallos que se le puedan imputar, hemos recibido una familia más unida, una sociedad que protegía, que diferenciaba el bien del mal, que aportaba moral, pautas de conducta y mejoras de la misma, tanto a nivel personal como social. Hoy, lo que vemos y nos rodea, es desolador, basta centrarse en el incremento significativo de la violencia de género, de las agresiones sexuales de menores… y el abusivo aumento de la mujer objeto, cosa, objeto de placer, a pesar de todas las campañas que se dicen feministas…¡Qué lejos la ternura, la mirada cariñosa y feliz de los enamorados que se contentan con estar juntos y compartir proyectos, ilusiones o preocupaciones…Sirvan de recuerdo las palabras de Miguel Delibes cuando conoció a su esposa Ángeles: “ ... Nos enamoramos. Fue el nuestro un noviazgo a prueba, pues  en los primeros tiempos no disponíamos de una peseta y nos pasábamos la vida en un banco de Campo Grande mirándonos los ojos, hermosa actividad hoy incomprendida. Los sábados por la tarde íbamos al Café Corisco, en los soportales de la Plaza Mayor, y pedíamos una caña de cerveza para los dos…”

    Hoy, por desgracia, las cosas han cambiado y la ternura se ha           convertido en placer, el amor en anatomía, los sentimientos en engaño y explotación. EL resultado de todo esto nos lo   proporcionan diariamente los medios de comunicación:  depresión, abusos, suicidio... ¿Qué será de muchos hombres y mujeres cuando lleguen las dificultades, las adversidades,  el otoño o el invierno de la vida? ... La mujer y el hombre tienen que plantearse si son objeto o sujeto…si son personas o mero objeto. EL hombre y la mujer pueden llegar al máximo de perfección y de degeneración, depende de muchos factores, y especialmente de una equilibrada y trascendente educación, de una buena moral, que es el indicador del verdadero progreso de los pueblos. ¿Se preocupa nuestro sistema educativo del crecimiento moral de sus alumnos? ¿Forma solo profesionales o también ciudadanos y personas? El hombre y la mujer pueden conseguir la máxima perfección y la máxima degeneración, depende de factores…

 

José Antonio Noval Cueto.

 

Yo, con mis años, suscribo las palabras de Joaquín Achúcarro. No sé nada, cada día aprendo algo y le pido a Dios que mantenga mi curiosidad y afán de saber.

“ ¿Quién ve diez siglos en la Historia y no la cierra

al ver las mismas cosas siempre con distintas fechas?

 (León Felipe)

¿Se ha progresado algo de entonces acá? ... Guerra en Ucrania , matanza de Hamás e invasión de Gaza…




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