En plena Epifanía o Manifestación del Señor a la Humanidad,
cuando está a punto de desaparecer la magia y el esplendor de estos días
navideños, estamos todos con cara de interrogante ante lo que nos espera este
año bisiesto de 2024, de trescientos sesenta y seis días, y el sentir de todos
es desear que nos vaya bien, que nos traiga suerte, pero todos sabemos lo volátil y cambiante que es la vida, y en estos primeros compases del año ya
queremos cuanto antes vernos metidos en
harina, compartiendo alegrías y pena, éxitos y fracasos ; recuperar, volver a
la normalidad, al mundo de los objetivos, estrategias, subidas y bajadas;
alienarse…Son muchos los métodos, maneras
y terapias para enfrentarse con la vida, y cada año las librerías
anuncian y promocionan sus libros de autoayuda, quizás por aquello de que un
libro ayuda a triunfar, y más ahora que la salud mental peligra y afecta
personas de toda edad, pero especialmente a los más vulnerables (adolescentes ,
mayores en soledad…) . Yo, en estos
momentos iniciales del año, quiero recordar una máxima de un antiguo profesor
que nos decía que: “Los tres grandes bienes de la juventud son un buen libro,
un buen consejo y un buen amigo”, que puede convertirse en negativa a poco que
nos descuidemos, “un mal libro, un mal consejo y un mal amigo”… y es de ese
peligro del que tenemos que protegernos y más ahora que la contaminación
ideológica pone a prueba la civilización que recibimos y nos dimos. ¡Ya hay
quien dice que las madres no deben amar a sus hijos si quieren que triunfe la
revolución!
Esta pequeña reflexión me vino a la cabeza cuando al concluir
la misa del mediodía de Navidad, en la parroquia de San Pedro de Pola de Siero,
como es tradicional, a la salida del templo nos entregaron gratuitamente el
libro de “Evangelio 2024”, Ciclo B, que contiene el texto del día de las
Sagradas Escrituras y un comentario del mismo. Lectura reconfortante que no
lleva más de siete minutos y de efectos beneficiosos. Todo esto me ha hecho
pensar en la importancia de ese ‘Buen Libro’, en este caso la Sagrada Escritura,
sin el cual no se entiende la cultura occidental ni la misma la cultura
hispánica, que beben sus fuentes en sus páginas; sin el cual no se sostendría la moral civil que nos hemos dado y que evita
las muchas tempestades que azotan la costa de ser humano. Libro que luce en
muchas estanterías de nuestras bibliotecas, con buena piel, letra dorada y buen
papel y que incomprensiblemente muchos creyentes, en un país de honda
influencia católica como el nuestro, no conocemos como sería deseable…¿Motivos?
¿Causas?... En mi época de bachiller, allá por los 60, y con el título
“Historia Sagrada” de la Editorial Vives, era asignatura de tercero que nos
daba el Hermano Isaías , de gran interés y con mucho componente imaginativo, con
episodios que se quedaron siempre en mi
cabeza, ya fuese el de “Daniel y los leones”, ya el del “Martirio de los siete
hermanos Macabeos”...Ahora que la releo a diario, al menos los siete minutos de rigor, también
me sorprende por su narrativa, por sus imágenes y metáforas originales y bien
buscadas, por su clara voluntad de
estilo. Nunca es tarde para leer o releer el “Buen Libro” o un “buen libro “que
nos haga sentir más humanos, más próximos, que nos ayude a ser mejores.
En mi casa siempre que llega Reyes los regalos tienen una
variante libresca, sin caer en el consumismo. Se deben comprar solo aquellos
libros que se merecen leer -aventura no fácil ya que hay mucha crítica
engañosa- . Se tiene en cuenta las aficiones y gustos de cada uno. Procuramos
que la temática sea de su agrado, que incorpore algunos valores y que no se
contamine ideológicamente el ambiente, que ya bastante está. Buscamos la calidad literaria y que no atente
contra los principios y valores que rigen nuestra vida.
Este año, gracias al tuit generoso y comprometido (digo lo
del comprometido porque no es fácil recomendar un libro a alguien y más en un
tuit) del cardenal de Barcelona, don Juan José
Omella, ha llegado a mi casa el
libro de los científicos franceses Michel-Yves Bolloré y Olivier
Bonnassies titulado “Dios, la Ciencia , las pruebas”, que espero que sea de mi
agrado.
Creo que no es mala costumbre empezar el año con la lectura
del ‘Buen Libro’ o con un buen libro.
Ya para concluir estas letras permitidme que haga míos estos
versos de Gloria Fuertes que dicen:
“Yo no deseo un regalo
que se compre con dinero…
Pido un corazón muy grande
Para amar al mundo entero…
Yo pido a los Reyes Magos
las cosas que hay en el cielo;
un vestido de ternura,
una cascada de besos,
la hermosura de los ángeles,
sus villancicos y versos,
y una sonrisa del Niño.”
¡Que nos traiga suerte…el 2024!
José Antonio Noval Cueto.
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