Cuando escribo estas letras aún no ha empezado el partido
Sporting- Valladolid, en el Molinón ,
estadio al que he ido hace décadas en compañía de mi difunto padre ,
sportinguista de pro, que en mi adolescencia me solía llevar a disfrutar del
fútbol de Pocholo, Amengual, Echevarría, Lavandera, Florín , los tiros a balón
parado de Biempica, Puente y Alonso,- mi
jugador preferido, un defensa central que admiraba, pasaba el balón con una
limpieza y elegancia que parecía que no lo
tocaba , que lo besaba y a quien la mala suerte le acompañó después una
expulsión en un partido contra el Atlético de Madrid-. Era la época que los
soldados de la Cruz Roja se apostaban con sus camillas, en los laterales del
campo de fútbol, y de vez en cuando nos alarmaban al subir a las gradas en
busca de una persona desmayada o infartada…Recuerdo que uno de mis últimos partidos
fue uno de promoción a Primera, entre el Sporting y el Sabadell, y hacia la
mitad del partido se pita un penalti a favor nuestro y a mi lado, una persona
de cierta edad,- recuerdo que tenía el
pelo blanco, quizás mucho más joven que yo ahora- empezó a temblar, yo le
miraba de soslayo y ya veía a la Cruz Roja subir en su busca, si nuestro
delantero centro y hombre gol, Solabarrieta, fallaba el tiro. ¡Afortunadamente
no fue así! Desde ese día me fui
apartando del fútbol y me centré más en mis lecturas. Pero nunca se puede decir de esta agua no
beberé, y el pasado sábado, en compañía de mi nieto Álvaro, volví a las
andadas. Un nieto manda mucho y asistí a mi primer derby o enfrentamiento entre
Sporting-Oviedo . Nunca es tarde para vivir experiencias nuevas, como aquella
abuela de Mondoñedo que a sus 85 años se subía por primera vez al avión para ir
a ver a sus hijos a la Argentina, y al preguntarle la locutora de televisión dijo:
-“ Eu, voy a ver lo que nunca vi”.
Pues a mí me pasó algo parecido y el pasado sábado, 10 de febrero, recalé en
el Molinón para ver lo que nunca había visto, un enfrentamiento
Sporting-Oviedo, y la experiencia de lo vivido es positiva, aunque en una
concentración humana de casi 27.000 personas es innegable que hay algunas cosas
que se deben mejorar . La ceremonia muy cuidada y en los momentos previos del
partido, se entonó el Asturias Patria querida, cantado en esta ocasión por el
Coro Minero de Turón y coreado por los espectadores – recordemos que este himno
fue compuesto por un cubano, cuyo padre era de Grao- , y metidos en ese ambiente festivo de los
prolegómenos del Partido, no podía faltar la canción emblema de esta villa
marinera “Ese Gijón del alma que tan
quiero quiero…”, que aireó la megafonía
del campo, y en el centro del mismo una
enorme pancarta redonda con las letras de “Jalisco-México”.
Nuestro sitio estaba
cerca de la tribuna asignada para los seguidores del Oviedo . Apenas iniciado
el partido, minuto dos, golazo casi por la escuadra de Nacho Méndez y a partir de
ahí, una lucha titánica del Real Oviedo para intentar acortar distancias. Poco
fútbol ,alguna jugada polémica ¿penalti?, y poco más. Las aficiones correctas y
fuera de los típicos pitidos, silbidos, aplausos, y alguna que otra expresión
típica y tópica en los momentos más tensos del partido. Las dos aficiones
supieron estar a la altura de la educación que se presupone en pleno siglo XXI.
Supieron ganar y supieron perder. Y es que como dijo Fabio Cannavaro, al
entregar la Copa del Mundial, antes de la final del Mundial de 2010 entre España-Holanda,
a preguntas de los periodistas sobre qué les diría los jugadores , respondió :
“Que piensen que a la postre solo juegan un partido de fútbol”; en nuestro
caso, ente los dos equipos más importantes de la región y a quienes queremos
ver pronto en la categoría máxima de Primera.
Después de tantos años hay cosas que sorprenden. Así son
muchos los espectadores que se comen al descanso su bocadillo- la mayoría lo
trae ya de casa-. He visto más mujeres, más airear bufandas, más camisetas con
el número o nombre de su jugador preferido y muy diligentes las personas que
orientan u acomodan a los aficionados y especialmente a los esporádicos como
yo.
Entre las sugerencias a mejorar, me sorprendió que una hora
antes del comienzo del partido el servicio de limpieza ya estuviera trabajando
en los aledaños del campo. Las escaleras próximas a los bares son de difícil
acceso y pueden convertirse en peligrosas, si se produce alguna avalancha por
el motivo más inesperado, y es que en esas zonas se amontonan cantidad de
clientes que impiden el paso y más en días tan primaverales como los que
tenemos. Por último, es de lamentar que algunas personas, las menos, vayan
demasiado eufóricas para acceder al campo. En resumen, poco fútbol,
pero un comportamiento encomiable por parte de ambas aficiones. ¡Enhorabuena a
todos y a ver si en el próximo enfrentamiento hay más fútbol y a seguir
comportándonos como persona!.
José Antonio Noval Cueto.
P.D Ha sido una grata jornada. Iba con ciertos reparos, pero
nos lo pasamos bien y a mí, particularmente, me hizo revivir muchos momentos
muy agradables del pasado y venerar y agradecer a muchas personas que han sido
claves en mi vida, entre ellas, mis padres , hermanos, familiares, amigos...
¡Cómo pasa la vida! ¡Es un soplo como me decían los mayores!¡Que tenga sentido
y que uno pase por ella haciendo el bien! Y ya que hablamos de Jalisco, de
México, ahora me queda probar el tequila y desearles de todo corazón ‘que les
vaya bonito’.
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