Los que a pesar de los años seguimos la estrella, con
suficiente antelación cogemos las cuartillas y el sobre, bordeado de colores y fantasías navideñas, y transformamos
en letra nuestros deseos , que ya no son los de aquel niño que atronaba los
oídos de sus padres con los restallones de su revólver, con su simple armónica
o con el rasgueo de las cuerdas de su guitarra española. Ahora, con el pasar de
los años, uno comprueba que sus peticiones no se pueden comprar en ninguna
juguetería, en ningún bazar, sino que dependen de las circunstancias y
especialmente del modelo de sociedad y de persona que nos hayamos propuesto.
Es deseo mío y supongo que de todos que el hambre no campe
en ningún lugar del planeta y que por muy barato que esté el carbón, ningún
niño lo reciba, salvo que sea convertido en chocolate. Mis peticiones de hoy,
de este año, buscan roturar el campo, despojarlo de rastrojos, hacerlo
cultivable, que dé fruto, y esto no se consigue sólo con la última tecnología, ni
con el ordenador más novedoso y polivalente, sino que depende, en gran medida, del hacer de todos nosotros
y especialmente de aquellos que tienen más responsabilidades en la sociedad que
nos movemos. Así me gustaría en primer lugar que la palabra “lealtad” recuperase
su antigua pureza y fuerza, pues sin ella no hay sociedad que se sostenga y
crezca, fijémonos, por ejemplo en las deslealtades que
sufre nuestra actual y fructífera Constitución
del 78. En segundo lugar quisiera que el término “compromiso”
se utilice en toda su extensión para reivindicar la importancia del mismo, de
la palabra dada , y es que uno escoge, selecciona y se
compromete en función de un código de conducta, de unos ideales, de unos
objetivos, y esto obliga a todos en su área, ya sea mecánico, médico, militar,
maestro , tratante de ganado, feriante, responsable político, fraile o casado, y es que en esta
cultura de la moviola, de la repetición de la jugada, del "depende de", de los espejismos, de la
publicidad subliminal o engañosa no está de moda el ser coherentes, ni el asumir obligaciones y responsabilidades y
menos dar cuenta de las mismas. Hay muchas personas que con el pretexto de
servir a los demás, reducen su radio de
acción a sí mismas y así nos van dejando ese campo de minas de corrupción
que es España entera, donde el año 2014 ha dejado una siembra de 2.000
imputados. Ante este panorama devastador uno recuerda a su amigo Félix que
entre copa y copa de anís corriente nos contaba las dificultades de su sobrino
para realizar los estudios de ingeniería de caminos,- carrera que hizo y acabó
gracias a una beca de la España de entonces y su capacidad intelectual y esfuerzo-, como le
apoyaban y éste en el verano les ayudaba a segar y recoger la hierba de sus "praos" . Eran, es cierto, otros tiempos , pero quizás , a pesar de las
dificultades, más fraternos, de solidaridad de la buena, donde la familia,
especialmente los padres, se convertía en cimiento y base para que otros, sus
hijos, subieran, progresaran…a cambio de un abrazo, un sonrisa, una
satisfacción personal, en resumen por cariño .¿Quién no recuerda los esfuerzos heroicos de muchas familias mineras para ofrecer a sus hijos un futuro mejor y distinto al de la mina o las estrecheces y renuncias de muchos padres para que sus hijos alcanzaran la meta o porvenir ansiado? Antes las prioridades estaban claras, hoy,creo, más confusas. Dicho esto mi estrella insiste en recordarme que sin moral no progresan los pueblos,
En mi carta de Reyes 2015 no podía faltar la petición de "trabajo",
trabajo para todos y cuando lo tenemos
apreciarlo y realizarlo bien, a conciencia, y que no tengamos que esperar
veinticinco años para terminar un proyecto tan decisivo para el futuro de
Asturias, de todos nosotros, como la Autovía del Cantábrico, inaugurada el
pasado martes,30 de diciembre por el Presidente de Gobierno , Sr. Rajoy . Los
porqués, causas y culpables de ese inaudito retraso sobrepasan los límites de
este escrito, pero una doble pregunta se me plantea sobre la marcha y es que ¿cuántos
puestos de trabajo hemos perdido, cuántos destinos se han truncado por no tener al día las comunicaciones?
¡Que la estrella siga dando luz y los Reyes nos traigan la "honestidad" que tanto necesitamos!
José Antonio
Noval Cueto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario