jueves, 11 de mayo de 2017

“Carta a don Arturo Arbesú García”


Hace ya un tiempo  , también por mayo, concretamente el día  8 de 2011,mi buen amigo Arturo me escribió unas letras de apoyo en este mismo periódico que nunca olvidaré y que siempre van conmigo.  Hoy , seis años después,   en el mismo mes y casi en el mismo día, 9 de mayo,   Arturo se ha ido. Ha pasado la orilla. Dios le ha llamado a su presencia y a mí me ha dejado un recuerdo dolorido  y agradecido,  excelente,  que me obliga a escribir estas letras y  tratar de contestar  su carta, con cierto retraso, es verdad  , y  con la vana pretensión de que San Pedro le facilite el camino porque de sobre sé que sus alforjas están cargadas de tantos méritos que hacen innecesaria toda recomendación. No tengo reparos en confesaros que hubiera preferido no contestar a su carta y disfrutar de su conversación sabia y prudente, donde en su variada y actualizada temática siempre había su espacio para  familia, canciones, caminos , paisajes y últimamente achaques, recuperaciones y como principal terapia el amor de Carmen, sus hijos y nietos. Solía  encontrarle  en la Plaza de la Gesta  y últimamente a través de las redes sociales, donde ya se estaba haciendo su hueco. Dentro de su edad y de sus molestias era una persona joven, llena de vitalidad y elegancia, con esa elegancia discreta que siempre le ha caracterizado, y con una curiosidad y afán por saber que ya quisieran muchos jóvenes. Arturo ha hecho suya esa frase tan cervantina de que “hasta la muerte todo es vida”, y de ello puedan dar prueba hasta los mismos médicos que le han tratado hasta el último momento. No daba nada por perdido, siempre buscaba una solución, una respuesta.

Coincidí con Arturo en diferentes etapas de mi vida. Desde mi más tierna adolescencia en Lugones, hacia los años 70, cuando se constituyó la Joven Cámara , que era un foro de análisis de los problemas del momento y sus posibles soluciones. Recuerdo de aquel entonces la alegría de la localidad al inaugurarse la carretera desde el Carbayu al Puente Vieyu y que un servidor pudo narrar en  el periódico “La Voz de Asturias”. Desde los años 80 hasta la actualidad han sido motivos docentes los que me han hecho coincidir con Arturo, al ser profesor   de su hijo Carlos y últimamente de sus nietos Pablo y Miguel.   También hemos compartido mesa en muchas ocasiones y he sido testigo y beneficiario de su agradable conversación y de su amor al canto, a  la música como todo buen langreano   ¡Sobremesas así  eran un puro deleite!

En nuestros encuentros  explícita o implícitamente  planeaba Lugones, sus años como Director del Banco de Asturias , sus vivencias, sus amigos y el haber sido testigo y partícipe de ese crecimiento desmesurado  de la localidad más poblada del concejo y todo en un tiempo  en un récord,  de  poco más de las dos décadas de últimos  del s. XX . Estaba muy al día de lo que pasaba en la localidad y la mejor prueba de cuanto digo nos la proporciona la Revista de las Fiestas del Carbayu 2016, donde al enterarse de la concesión de la Medalla de Oro de Siero a Don Manuel Fernández Álvarez , Manolito “el Pegu”, publicó un bello emocionado y documentado artículo titulado “Inmortalizada la Fiesta de  Prau”. 

Podría decir muchas más cosas que están en la mente de todos, pero sé que la modestia y discreción de Arturo no lo permitiría,  y me conformo  con decir que ha hecho honor a Langreo, su lugar de nacimiento,   y que en su vida ha hecho suyo ese bello deseo  del Papa Francisco cuando dice:” ¡Qué bello sería dejar el mundo mejor de como lo hemos  encontrado! “   De ello he sido y soy testigo y quiero dejar constancia .  ¡Muchas gracias, Arturo!¡Que la Virgen del Carbayu que te protegió , nos proteja!

                                                            José Antonio Noval Cueto.

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