Hace unos años y a raíz del nombramiento del Papa Francisco
un 13 de marzo de 2013, escribí un artículo que titulé “El misterio del 13” y
todo debido a la extraña coincidencia que varios miembros de mi familia nacimos
un 13, ya de mayo, de junio, de julio o de agosto…Creí que el tema estaba ya
resuelto, pero nuevamente brota en el horizonte el 13 por diversos motivos. Ya para recordar que la Legislatura Constituyente
o Primeras Cortes Generales después de la muerte de Franco iniciaron su
andadura un 13 de julio de 1977, hace ahora cuarenta años, y a tenor de lo
vivido y coincidiendo con otros comentaristas, ha sido una de las épocas de más fructíferas de la
historia de España, que se puede sintetizar de muchas maneras, pero ya que estamos
en verano diré que en este tiempo los asturianos hemos pasado de bañarnos en el
Cantábrico al Mediterráneo o al Atlántico…Con esto no quiero decir que no
existan problemas y que la felicidad sea completa, pues la seguridad por mucho que
nos la vendan, no existe y si no que se lo pregunten a los americanos, y la
crisis del 2007 al 2017 ha hecho estragos que aún perduran.
También el trece ha vuelto a ser noticia por motivos no
deseados y es que uno de nuestros mitos del deporte, concretamente del
motociclismo, Ángel Nieto Roldán, el hombre del 12+1 campeonatos del mundo en
las categorías de 50 y 125 c.c, ha fallecido el pasado 3 de agosto, a los 70
años. No soy experto en motociclismo y menos aficionado a la moto, pero que fallezca
uno de los deportistas que más gloria
nos ha proporcionado es lógico que provoque pesar, sorpresa, lamento agradecido
, pues soy de esas personas que se
alegra del triunfo de los demás, y más cuando no lo tuvo fácil en sus
comienzos.
He seguido las crónicas de algunos diarios sobre el tema y
varios deslizan una palabra que desconocía y que se utiliza para describir el
temor o superstición al 13 que sufren algunas personas, entre ellas el
fallecido Ángel, que al referirse a sus 13 títulos mundiales, siempre los
denominaba 12+1. La palabra de difícil uso se llama “triscaidecafobia”. Por qué nace, surge y crece la superstición
hacia el 13 es difícil de explicar y más cuando con 13 años Ángel compra su
primera moto de 50 c.c, una Derbi de segunda mano, y cuando a esa misma edad
debuta como piloto en las fiestas del Carmen del Puente de Vallecas, pero
también es de todos conocido que su accidente más grave ocurrió un 13 de noviembre
de 1977 en “El Derramador”, circuito urbano de Benidorm, cuando iba a 180 Km/h
y se quedó sin frenos. Su moto de 750
c.c arrolló a cinco espectadores que
estaban colocados en una zona señalada como “peligrosa”. Esa trágica
experiencia le ha acompañado siempre.
El título de estas letras lo aclara todo y es que no era mi
pretensión aclarar el misterio del 13, pues de sobre sé que va a seguir, que me
faltan datos, razones o argumentos que puedan convencer a los que padecen la “triscaidecafobia”,
y que lo único que puedo deciros es que
mi familia celebra el 13 y tiene motivos sobrados para ello. Esta pequeña
discrepancia si como tal la queremos considerar, no impide que coincidamos en múltiples
planteamientos vitales y especialmente cuando Ángel confiesa que a lo largo de
su vida “Nunca he pretendido fastidiar a nadie”. ¡Ojalá fuéramos legión los
que practicáramos esa norma! ¡Descansa en
paz!
José
Antonio Noval Cueto
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