lunes, 18 de diciembre de 2017

“Abrid las puertas al Niño…”








Entre tanto balón de oro y tantas locuras catalanas poco espacio nos queda para pensar en aquello que de verdad importa y que da sentido a una vida y es que dentro de unos días, concretamente el 24 de diciembre, domingo, se cumplen 2017 años del nacimiento del Niño-Dios en el Portal de Belén y de ello han dado cuenta los cronistas de la época y los artistas que en el mundo han sido y son, y a nosotros sólo se nos pide que escuchemos, que leamos los evangelios-crónicas, que fijemos la mirada y  adaptemos el mensaje a nuestro tiempo, al ahora, y si somos humildes – recuerda que humildad viene de “humus” :tierra-  y  reconocemos nuestras limitaciones veremos el bien que nos hace. A partir de ahí sólo nos queda fiarnos,  implorar perdón ,   ayuda;   buscar, continuar la ruta .

En este mercado persa de corrupción, placer, mentira y violencia se silencia la verdad y ejemplo de los incómodos, de los que creen, de los que ajustan su vida a unos principios, a unos postulados de fe, de amor. De los que creen que es posible un mundo mejor, más humano, más fraterno, más solidario a poco que lo intentemos, pero  son muchas las fuerzas del mal que lo quieren impedir, que frenan, que desilusionan y angustian revestidas de un arrogante racionalismo, de un determinismo exagerado  o de un nihilismo infundado, ya que aquellos que desprecian la Revelación, son los mismos que quieren convertir la nada, el vacío, en los motores generadores del mundo, y que uno sepa nunca la nada  construyó nada - perdón por la repetición-  sino que fracturó y destruyó  a la humanidad , y basta para ello seguir la evolución de las diferentes civilizaciones que nos han precedido.

Esta Navidad, la Navidad, se nos invita a ser niños, a ver el mundo con sus ojos, a reconocer y corregir nuestros errores ,  a reemprender el camino, con la seguridad que todo lo podemos en Aquel que nos conforta, que nos avisa, que nos dice:  ¡No tienen vino! ¡No tienen pan, ni abrigo…!  

Esta Navidad se nos invita a reinstaurar el amor, a llevarlo a todas  partes  , a compartir  lo mucho o lo poco ,la alegría o la pena, el éxito o el fracaso, y a difundir y airear la Buena Noticia de que un Dios nos ha nacido en el portal de Belén: Abramos las puertas del corazón y que el Amor anide en nosotros.

 Hay noticias esporádicas, que apenas se publican, desaparecen, pero esta Noticia, la Buena Noticia, “ la de un Dios que se hace hombre”, perdura y se publica desde que nació en un pesebre, rodeado de un buey y una mula, en un portal de Belén”. ¿Qué sería de nosotros sin Él? Da miedo sólo pensarlo.

 

                          José Antonio Noval Cueto.        

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