sábado, 23 de junio de 2018

“Me permite…”


 

Vais a permitirme que dedique unas palabra a la Política – honradamente creo que os las debo dada mi trayectoria política-  o al menos a lo que yo entiendo que debe ser la Política , una de las actividades más nobles del ser humano, que procura o debe procurar el bien de todos, centrada en la persona y en la resolución de sus problemas  - es que nos guste o no,  todo pasa por ella desde el recibo de la luz, precio del agua y recogida de basura, billete del tren, peaje de autopistas, tipo de ciudadano y sociedad que queremos- y  para ello es imprescindible conocer y respetar el pasado, fortalecer y dignificar el presente y preparar el futuro, y fundamental que todos,  políticos y ciudadanos, la dignifiquemos, unos con su entrega, dedicación, ilusión  y respeto hacia quienes confían en ellos, y  otros, los ciudadanos , no renunciando a su responsabilidad  de informarse, de ejercer su crítica , de reclamar y exigir  una sociedad más justa y digna, y siempre desde la base que no todo vale, que el fin no justifica los medios y que el único progreso real es el progreso moral, y que aberrantes  ejemplos de  “los niños enjaulados y separados de sus padres  en EEUU, en pleno 2018”, ni siquiera se planteen.

No es bueno para una nación que reine el desánimo, la desgana , la apatía ante la acción política y menos aún que desde el propio Poder se azuce, se potencie, y todo esto se da cuando se premia el silencio, la opacidad, la falta de información, la mentira – recuerdo que Pablo Iglesias nos debe una explicación por la compra de su chalet- . No es bueno que la Política vaya por un lado y la sociedad por otro, y no es bueno, entre otras muchas dignas de enumerar,  que uno sólo sea patriota cuando juega la  Roja, la selección, algo incomprensible  cuando somos la nación más antigua de Europa , y si alguien lo cuestiona le invito  a leer El Quijote – libro de la identidad humana y española- en su propia lengua, en castellano. En otros idiomas pierde frescura, mensaje, confunde. No hace mucho Argentina y sus gentes celebraban orgullosas el “Día de la Bandera”, ¿cuándo lo haremos nosotros?.

En este deseo juegan  un papel fundamental los medios de comunicación que deben respetar y mimar el derecho a una información objetiva y veraz de todos los ciudadanos y que un día sí y otro también se incumple de modo sistemático, y a los hechos recientes me remito – Cataluña-. Nadie cuestiona que han jugado y cumplido un papel fundamental en el desarrollo de la Transición y en la implantación de nuestra Democracia, pero también sabemos de sus atropellos, abusos y miserias, y por poner un ejemplo no muy lejano, hoy, después de casi quince años, aún me sigo preguntando dónde están los terroristas suicidas que se inmolaron en los trenes de Atocha, según comunicó una emisora de radio. Recientemente una cadena televisiva, la misma noche que el Real Madrid conseguía su décimo tercer Champions, dio más importancia a las inoportunas e imprudentes palabras de Ronaldo que al triunfo del equipo.

Ya va siendo hora que la verdad se instale en la sociedad y que quienes dicen defender los intereses de todos, lo demuestren, lo evidencien con hechos, y no nos encontremos con la letra pequeña de indultos a banqueros generosos o con listas electorales al servicio de un clan, de unos amigos, de unos intereses. Va siendo hora que algo de frescura, de aire limpio circule por nuestras calles, y que uno no se encuentre , según pasan los años y gracias a la complicidad y silencio de muchos,  con mitos con pies de barro y garras de ladrón, y esto, por desgracia abunda y condiciona la vida española. Siempre he dicho que cuando uno no se representa a sí mismo, donde mejor está es en casa.

A primeros de julio, el partido que más militantes tiene y que ha rendido excelentes servicios a España va a celebrar un Congreso Extraordinario para elegir su nuevo presidente/presidenta; en el horizonte hay seis o siete aspirantes a ello. Aspirantes que tienen que ilusionar a más de 860.000 militantes y decirles que , a pesar de las múltiples dificultades que han tenido y tienen: Pacto del Tinell, Perpignan, Atocha, Tripartitos, mala comunicación, conductas espúreas y ambiciones deshonestas de algunos- no me atrevo a decir “muchos”- , aún  es posible revitalizar el partido, devolver la confianza a sus seguidores y que la marca recupere la “credibilidad “  de otras épocas, que vuelva a cotizar en el mercado, pero  para ello se necesita:
1.    Pensar más en votos que en poder. Querer ganar y no conformarse con ser el segundo en una carrera donde participan tres.
2.    Pensar en ganar y reconocer que es la sociedad, no sólo los militantes, quien premia o castiga, quien vota o penaliza, quien pone y quita gobierno,   y a esa sociedad deben dirigirse y convencer el próximo líder o lideresa del partido.
3.    Pensar en recuperar la credibilidad perdida.  Urge un baño de realismo, de conocer el paño que nos envuelve,  que no vale replegarse, encerrarse en sí mismos; que ya pasaron las épocas de que la casa arda, pero sin humo, o de si me duela la cabeza, me unto las rodillas. Se pide autocrítica, realismo y es que como decía hace poco  el periodista Ramón Pérez-Maura “ el mayor enemigo de un loco es la realidad”. Un saludo
                                
                                                   José Antonio Noval Cueto



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