Que en nuestra cultura la Virgen sea protagonista no es nada
nuevo y esto ocurre en muchas partes del mundo, como Méjico, con la de
Guadalupe; en Argentina, con la de Luján; en Italia, con Nuestra Señora de la
Vid; en Sicilia, con Nuestra Señora de las Lágrimas; en Amiens, Francia, con
Nuestra Señora de la Fe, o en Hungría con Nuestra Señora de la Victoria de
Lepanto…por no citar la misma Virgen de Covadonga, nuestra Santina, en su
milenario. ¿Puede entenderse Asturias sin la Santina? Pero, nosotros, los de Lugones, también la
veneramos como la Virgen del Buen Suceso , pues ella desde la atalaya del Carbayu, como
Madre amorosa y responsable que es , aprovecha los sucesos o aconteceres del día
para enviar avisos, sugerencias, enseñanzas, aliento y seguridad.
Y es que en tiempos de
etiquetas, titulitis, másters, falsas verdades,
postverdades, mentiras y ruidos nos pide que tengamos los ojos abiertos y los oídos atentos, que la
enseñanza, el buen consejo, el buen maestro , la buena noticia, el buen suceso,
aparece cuando uno menos lo espera, que la realidad está cargada de información
pendiente de descodificar , y que a nuestro lado hay muchas personas que sin
tener título, ni másters son portadoras de una sabiduría y virtud envidiables, sólo se nos pide que les escuchemos, que les miremos,
pero hasta eso nos cuesta , y es que en
tiempos de imagen y sonido – el silencio nos pone nerviosos- preferimos consumir que pensar, y es que se
nos olvida que Sócrates fue cantero y Jesús de Nazaret, carpintero.
Sería imposible resumir
en el contenido de este artículo
aquellos sucesos que han influido positivamente en nuestra vida a lo largo de
este año, que supongo y deseo que hayan sido muchos, pues soy de los que cree
que a pesar de las dificultades y problemas que surgen es más lo positivo que
lo negativo. Yo , no obstante, voy a
haceros partícipes del suceso, del Buen Suceso, que más me ha impactado en estos
últimos tiempos.
Como rastreador de noticias – recientemente me sorprendió la
plantación de berzas para reparar carreteras - y
lector que soy, el pasado 14 de febrero , en pleno San Valentín, donde se suele
airear amor de confeti y consumo, me
encontré con una noticia que me ha devuelto la ilusión, la esperanza,
el aliento... Sus protagonistas, vecinos
del portal de al lado, de Oviedo, que han tenido la bondad de contarnos su vida, de
desnudar su corazón y decirnos que se aman, y todo ello gracias al excelente
reportaje de los periodistas del Comercio ,A. Villacorta, D.Fuente y B.
Hidalgo, quienes bajo el atinado título de “Amor del bueno”, han tenido el
acierto de dejarles hablar, situar la noticia
y relatarnos su contenido. Mensaje que a un viejo-joven como yo ha impactado y
supongo que mucho más a los jóvenes que lo lean , necesitados como están de certezas, de
mensajes serios , positivos, que
justifiquen una vida e indiquen el camino a seguir.
En tiempos donde la inmadurez , el me apetece, la deslealtad,
la falta de compromiso tiene su trono; en tiempos donde la rupturas
matrimoniales dan la cifra preocupante de 2595 disoluciones en 2017 en
Asturias, que Antonio, uno de los protagonistas, nos diga que se enamoró de
Covadonga porque “era muy buena”, y que ella misma nos diga, que después de
veinticinco años de matrimonio, que “no sirven para estar enfadados”, “que
Antonio siempre tiene detalles con ella”
y que durante este tiempo, a pesar de las contrariedades de la vida, -
Antonio de un día para otro se quedó ciego-, sus herramientas siempre han sido
:respeto, sentido del humor, saber escuchar y alejarse del rencor”.
Después de este testimonio , poco más se puede decir y es que
en los tiempos de mudanza que vivimos
que se nos diga que el amor existe y yo me lo encontré, es para quien os
escribe la gran Noticia, el Buen Suceso
del año; y es que el amor , como todo lo que de verdad importa, exige de nosotros voluntad, esfuerzo, entrega.
Una de las advocaciones de la Virgen es la de Madre del Amor Hermoso.
Es mi deseo, que en tiempos de desamor o de amor cosificado ,
abunden y se prodiguen noticias como esta, así como que celebréis las Felices
Fiestas del Carbayu 2018 como se merecen y os merecéis. Por último sólo recordaros que se aproxima el cincuentenario
del Instituto de Lugones y esa
efemérides nos obliga a todos.
Un fuerte
abrazo.