domingo, 22 de julio de 2018

“Democristianos zurupetos”



 

La diferencia entre la prensa escrita y la prensa digital no se basa en los contenidos, sino en el soporte empleado, llámese folio Dina 4 o pantalla del monitor. Lo básico y fundamental es el contenido, la buena argumentación del mensaje, y eso depende más de la capacidad  y originalidad del escritor que del marco utilizado, de ahí que sean cada más las voces que en  demandan de calidad rastrean tanto los medios escritos o digitales en busca de excelentes contenidos y más  cuando es de todos sabido que la única propiedad que tenemos es el tiempo y éste es limitado y si alguien lo duda que responda la pregunta que se hacía el apóstol Mateo (6,24,34) cuando decía : ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá aportar una hora al tiempo de su vida?

Todo esto nos lleva a seguir determinadas columnas de periódico, programas de radio y de televisión, lecturas, pues no todo se puede leer, oír y ver…. Son muchas las personas que compran su periódico diario porque siguen la trayectoria de un periodista, de un columnista de solvencia, ya que sus análisis pueden ayudar a entender o enjuiciar mejor  la realidad que nos rodea. Así, hoy, después del XIX Congreso del PP, el periodista Pedro J. Ramírez, en su tradicional Carta del Director, emplea la expresión “Democristianos zurupetos”  y ello  me ha obligado a consultar en el diccionario el término “zurupetos” que resulta tiene dos acepciones  : “Corredor de Bolsa no matriculado “ o “Intruso en la profesión notarial”, que cada uno debe trasladar a la expresión que nos ocupa.

Si a mi edad y a pesar de las lecturas habidas siempre tengo al lado el diccionario, pues surgen problemas como el citado cuando menos lo esperas, ello  evidencia la vitalidad y posibilidades de nuestro idioma y la importancia del mismo,  pues pensar,   pensamos con palabras , de ahí la necesidad de concretar y precisar significados, y más aún cuando el número de personas que hablan castellano superan ya  los 570 millones de hablantes y en EEUU ya hay 55 millones de hispanohablantes. Hago estas precisiones ahora que nuevamente los prejuicios nos atacan y abusamos de palabras inglesas, sin necesidad, porque existen también en castellano, y todo por darse un halo de progreso, modernidad, de intelectualidad mal entendida, y basta para ello rastrear cualquier periódico, que al ritmo que van  , nos exigirán traductor.  Por haber ya hay quien recibe clases de chino, por aquello que la economía va a tener ribetes orientales. Menos mal que la inteligencia artificial ya anuncia el fin del aprendizaje de idiomas y que un móvil,  con  programa informático incorporado, podrá satisfacer nuestra  curiosidad comercial e intelectual.

Uno puede dedicar su tiempo a estudiar sanscrito, latín, gaélico, inglés, chino, francés, alemán o lo que quiera… pero lo que no puede despreciar es  el cultivo y dominio de su lengua materna, si no quiere que su pensamiento se atrofie, y más cuando esta tiene tantas posibilidades de comunicación, de apertura al mundo, como las cifras citadas constatan. Supongo que un catalán cuando va en viaje de negocios a Argentina, Colombia , Méjico hablará en castellano. Recordemos que en época de dificultades, en plena crisis, fueron las exportaciones con Hispanoamérica uno de los pilares de nuestra salvación.

Agradezco que  el XIX Congreso del PP  me haya llevado a plantear esta preocupación lingüística, y es que la solución de muchos problemas matemáticos depende de la lectura de los mismos, y los   de España  más de la conciencia que de los idiomas.

                                      José Antonio Noval Cueto.



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