La diferencia entre la prensa escrita y la prensa digital no
se basa en los contenidos, sino en el soporte empleado, llámese folio Dina 4 o
pantalla del monitor. Lo básico y fundamental es el contenido, la buena
argumentación del mensaje, y eso depende más de la capacidad y originalidad del escritor que del marco
utilizado, de ahí que sean cada más las voces que en demandan de calidad rastrean tanto los medios
escritos o digitales en busca de excelentes contenidos y más cuando es de todos sabido que la única
propiedad que tenemos es el tiempo y éste es limitado y si alguien lo duda que
responda la pregunta que se hacía el apóstol Mateo (6,24,34) cuando decía :
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá aportar una hora al tiempo de
su vida?
Todo esto nos lleva a seguir determinadas columnas de
periódico, programas de radio y de televisión, lecturas, pues no todo se puede
leer, oír y ver…. Son muchas las personas que compran su periódico diario
porque siguen la trayectoria de un periodista, de un columnista de solvencia,
ya que sus análisis pueden ayudar a entender o enjuiciar mejor la realidad que nos rodea. Así, hoy, después
del XIX Congreso del PP, el periodista Pedro J. Ramírez, en su tradicional
Carta del Director, emplea la expresión “Democristianos zurupetos” y ello me ha obligado a consultar en el diccionario
el término “zurupetos” que resulta tiene dos acepciones : “Corredor de Bolsa no matriculado “ o “Intruso
en la profesión notarial”, que cada uno debe trasladar a la expresión que nos
ocupa.
Si a mi edad y a pesar de las lecturas habidas siempre tengo
al lado el diccionario, pues surgen problemas como el citado cuando
menos lo esperas, ello evidencia la
vitalidad y posibilidades de nuestro idioma y la importancia del mismo, pues pensar,
pensamos con palabras , de ahí la
necesidad de concretar y precisar significados, y más aún cuando el número
de personas que hablan castellano superan ya los 570 millones de hablantes y en EEUU ya hay
55 millones de hispanohablantes. Hago estas precisiones ahora que nuevamente
los prejuicios nos atacan y abusamos de palabras inglesas, sin necesidad, porque existen también en castellano, y todo por darse un halo de progreso, modernidad, de intelectualidad mal entendida, y basta para ello rastrear cualquier periódico, que al ritmo que van , nos exigirán traductor. Por haber ya hay quien recibe clases de chino, por aquello que la economía va a tener ribetes orientales. Menos mal que la inteligencia artificial ya anuncia el fin del aprendizaje de idiomas y que un móvil, con programa informático incorporado, podrá satisfacer nuestra curiosidad comercial e intelectual.
Uno puede dedicar su tiempo a estudiar sanscrito, latín,
gaélico, inglés, chino, francés, alemán o lo que quiera… pero lo que no puede
despreciar es el cultivo y dominio de su
lengua materna, si no quiere que su pensamiento se atrofie, y más cuando esta
tiene tantas posibilidades de comunicación, de apertura al mundo, como las
cifras citadas constatan. Supongo que un catalán cuando va en viaje de negocios
a Argentina, Colombia , Méjico hablará en castellano. Recordemos que en época
de dificultades, en plena crisis, fueron las exportaciones con Hispanoamérica
uno de los pilares de nuestra salvación.
Agradezco que el XIX
Congreso del PP me haya llevado a plantear esta preocupación lingüística, y es
que la solución de muchos problemas matemáticos depende de la lectura de los
mismos, y los de España más de la conciencia que de los idiomas.
José
Antonio Noval Cueto.
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