Quizás pueda sorprender que seis meses después de la
celebración del cincuentenario del mayo francés del 68 uno recuerde la cita y
ello de manera casual, indirecta, pues constato que no soy historiador ni
conozco el tema en profundidad – han sido multitud los libros y trabajos
periodísticos que se han escrito con
motivo del hecho- , pero sí uno de los muchos jóvenes de aquella época que
recibió multitud de mensajes del conflicto que ha hecho suyos y recitado en
cualquier tertulia de amigos o entre los compañeros en el bar de la facultad. Algunas
de aquellas consignas o frases sorprendentes aún resuenan en mis oídos mientras
escribo estas letras : Prohibido prohibir… La imaginación al poder…Más vale
morir que vivir de rodillas …Mensajes que quizás han conformado una generación
más idealista y menos pragmática que la actual, que hacen suyo el “vive aunque
sea de rodillas”.
Ni que decir tiene que la España del 68 era la España de “Europa acaba en los Pirineos”. En las
aulas se estudiaba mayoritariamente francés y la aspiración de todo estudiante
era visitar París quizás por aquello de “Si vas a París papá, pregunta por los
apaches…”. Para satisfacción y orgullo
patrio teníamos a Massiel con su canción
“La,la,la” ganadora del Festival de Eurovisión en 1968; a Manuel Benítez el Cordobés, en los
toros; en el fútbol, al Madrid, y como
solución a las dificultades del momento,
las quinielas y el primer millonario mediático, de nombre Gabino.
Pero repito que ha sido la casualidad, un viaje, quien me lleva a escribir estas letras en
pleno otoño y en plena temporada de lluvias, y es que el pasado 15 de
noviembre, de viaje en Mallorca, tuve la oportunidad de visitar, no con la
minuciosidad que se precisa – la visita da para más - la
Iglesia de los Ángeles de la Porciúncula o Iglesia de Cristal, sita en
el pinar litoral Son Sunyer, próximo al Arenal, regentada por la orden
franciscana. Templo de forma ovalada, con nervaturas en hormigón y hierro, y
con 39 vitrales que ocupan 600 metros cuadrados con variado colorido y donde destacan
en los vitrales algunos textos del libro de San Francisco “Cántico de las
criaturas” y de las Sagradas Escrituras.
Esta luminosidad resalta más un interior de madera y bronce, donde no falta detalle,
desde el pavimento o baldosa del suelo, con simbología cristiana, peces de
color blanco y marrón colocados alternadamente, hasta el altar y el sagrario, de mármol negro con
visos en blanco. Sobre el altar cae la
luz de una esbelta cúpula geométrica de hormigón que disminuye en amplitud
según va subiendo en altura, y el Sagrario, muy original, se apoya sobre la
figura de dos ángeles – recordemos la
advocación de la Iglesia - . La Visita se completa con el museo donde entre los
muchos motivos que uno puede observar se encuentra con un enorme y bello cuadro
de Bartolomé Esteban Murillo que tiene como motivo central a San Francisco.
Sorprendido y asombrado por la Visita – desconocía su
existencia y cuando la guía del hotel nos lo dijo pensé que era un mero relleno de
actividades para cubrir el día- recabé
información sobre el tema y me enteré
que la Iglesia fue realizada por el arquitecto mallorquín Josep Ferragut Pou y terminada en 1968, y es precisamente este
dato, esta fecha, la que inconscientemente
me traslada al mayo del 68 , y compruebo que mientras unos ,en París, se manifestaban, se desesperaban e intentaban
cambiar al mundo y no al hombre; otros en la bella y conocida Mallorca buscaban espacios de arte y
encuentro, de luz y silencio , de grandeza y oración, y con su trabajo constante
y callado hacían realidad aquel axioma
revolucionario de la imaginación al
poder y mostraban con su arte una de las muchas facetas del Dios Creador para
asombro de los mortales. Si alguien lo duda, que la visite.
José Antonio Noval Cueto.