viernes, 2 de noviembre de 2018

¿Por qué me preguntas eso?



El título de un escrito surge de la manera más imprevista y una vez impreso se abre el boquete  y la pluma se desliza rauda y feliz  hacia su desenlace, y eso me paso  cuando Anselmo me contó que su nieto le había respondido sorprendido en estos términos al preguntarle si se llevaría su juguete para casa o lo dejaría allí, algo que ya habían pactado con anterioridad.  Y es que el niño, de tierna edad, no sabe que los mayores solemos repetir las mismas preguntas, unas veces por error y otras veces porque no acaban de darnos la respuesta o no quieren dárnosla.  Los poderosos y demás padres de la Patria – perdón por usar tan bella palabra -  siempre esperan a última hora, a la fuerza de los hechos, cuando ya no hay quien lo evite, cuando ya no hay marcha atrás, mientras se hacen encuestas y propuestas para entretener, pero la verdadera contabilidad, la real, queda para consumo privado.

Querido Jacinto, que así se llama el niño, no quiero desanimarte ni poner un poco de tristeza en tu mirada cristalina, pura y transparente,  pero  la vida te irá enseñando que los mayores hacemos muchas preguntas e  incluso las repetimos, y la única respuesta que recibimos  según pasan los años es el silencio , y sólo a veces, muy de tarde en tarde, y  cuando interesa a alguien se deshilacha la tela y se esboza alguna tímida respuesta de un tema que ya no preocupa, que no perturba.

Son muchas las cuestiones  que piden respuesta y que como es de suponer no entran todos en este artículo, no obstante vais  a permitirme hacer algunas, con la vana pretensión de recordar y rogar que si algún lector tiene la respuesta, que nos la ofrezca, que nos la proporcione. La primera de ellas y porque creo que está nuevamente  de actualidad , es el eterno tema de Gibraltar, tierra española, hoy colonia inglesa desde el 13 de julio de 1713 (Tratado de Utrech)  y desde entonces sujeto a los mil avatares de la diplomacia de todas las épocas, sin grandes resultados. Antes del cambio de Gobierno  y en plenas negociaciones del Brexit inglés se nos dijo que España tendría una posición libre y  autónoma  a la hora de tomar cualquier decisión sobre la zona. Hoy, en pleno sanchismo, el tema no genera interés , no se quiere hurgar en el mismo, nos damos por satisfechos. ¿Por qué? ¿Motivos? Hoy, en la Europa de los mercaderes, lo que antes era una necesidad, una urgencia, es ahora un olvido, un dejar pasar…¿Hubo algún canje? ¿Alguna compensación que desconocemos?

La segunda  viene provocada por el año electoral que se avecina. Las primeras en Andalucía y  la pregunta que nos hacemos casi todos, por no decir todos,  es si el sistema electoral que  en su día nos hemos dado, allá por 1978, responde a las exigencias de los españoles de ahora, y es que todos estamos hartos que  se negocie con nuestro voto en  operaciones electorales que no hemos autorizado,  que no  se respete la lista más votada,  que quienes tienen menos votos decidan el destino de todos ,  que las listas no  sean abiertas con el quebranto que esto genera al sistema (partidocracia), y que el valor de un voto no sea el mismo en una región que en otra. Se habla de cambiar la Constitución, de regeneración democrática, pero cada vez es mayor la separación en la política y la sociedad, y esto no es bueno y nos perjudica a todos. De esto nadie habla. Todos pertenecen a la casta.

Y la última pregunta que cabe plantearse en la situación tan inestable y tan  poco edificante que vivimos es si de verdad somos o no un Estado de Derecho y si somos todos iguales ante la ley, tema  que uno cuestiona desde hace tiempo y más ahora que el vatio de luz no cuesta lo mismo en Oviedo que en Bilbao. Hasta hace poco nadie cuestionaba que España es un Estado de Derecho – políticos y prohombres de España están en la cárcel - , pero después de ver que se negocian unos presupuestos en la cárcel, que los nacionalistas marcan su ruta, que se reprueba al Rey , que se cuestionan las decisiones judiciales, a uno le empieza a entrar cierta preocupación y es que si falla la seguridad jurídica se abre la veda del despropósito, de la locura, de la injusticia, de la ley del más fuerte, y esto no es bueno ni deseable .

Hay muchas otras preguntas , Jacinto, que no nos hacemos, que ocultamos y sólo cuando algún osado y atrevido las formula, hipócritamente las hacemos nuestras. ¿Quién no sabía que las viudas son, de siempre,  las personas más desfavorecidas del sistema de pensiones? ¿Quién no sabía que la cruel crisis económica arrojaba a la intemperie a muchas familias mientras el Estado insuflaba liquidez a las entidades bancarias? Se ve que la política de moqueta no es suficiente, hay que pisar calle, escuchar al vecino.

De todo se deduce que los problemas no se solucionan por sí solos, que no todo vale en política  y que la política real, verdadera,  respeta la manera de ser  y sentir de sus ciudadanos y se esfuerza y lucha por dar respuesta a sus necesidades  y proyectos. Dicho lo dicho aún hay motivos para la esperanza, para creer en el ser humano. Hace unos días la estimulación eléctrica permitió que tres lesionados de médula pudieran dar los primeros pasos  y estoy seguro que no tardando todos volverán a andar, siempre que centremos bien los objetivos y las prioridades que como nación tenemos – mayor apoyo a la investigación, que es la base de nuestro progreso - . Recientemente se aprobó por unanimidad en el Congreso que los estudios de Filosofía tengan un tratamiento adecuado en los planes de estudios de secundaria y bachiller. De sabios es rectificar  y es que como muy bien dice José Antonio Marina :”Si perdemos el tren del aprendizaje, seremos el bar de copas de Europa”.


                                             José Antonio Noval Cueto.



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