El título de un escrito surge de la manera más imprevista y
una vez impreso se abre el boquete y la
pluma se desliza rauda y feliz hacia su
desenlace, y eso me paso cuando Anselmo me
contó que su nieto le había respondido sorprendido en estos términos al
preguntarle si se llevaría su juguete para casa o lo dejaría allí, algo que ya
habían pactado con anterioridad. Y es
que el niño, de tierna edad, no sabe que los mayores solemos repetir las mismas
preguntas, unas veces por error y otras veces porque no acaban de darnos la
respuesta o no quieren dárnosla. Los poderosos
y demás padres de la Patria – perdón por usar tan bella palabra - siempre esperan a última hora, a la fuerza de
los hechos, cuando ya no hay quien lo evite, cuando ya no hay marcha atrás,
mientras se hacen encuestas y propuestas para entretener, pero la verdadera
contabilidad, la real, queda para consumo privado.
Querido Jacinto, que así se llama el niño, no quiero
desanimarte ni poner un poco de tristeza en tu mirada cristalina, pura y transparente,
pero la vida te irá enseñando que los mayores
hacemos muchas preguntas e incluso las
repetimos, y la única respuesta que recibimos según pasan los años es el silencio , y sólo a
veces, muy de tarde en tarde, y cuando
interesa a alguien se deshilacha la tela y se esboza alguna tímida respuesta de
un tema que ya no preocupa, que no perturba.
Son muchas las cuestiones que piden respuesta y que como es de suponer
no entran todos en este artículo, no obstante vais a
permitirme hacer algunas, con la vana pretensión de recordar y rogar que si
algún lector tiene la respuesta, que nos la ofrezca, que nos la proporcione. La
primera de ellas y porque creo que está nuevamente de actualidad , es el eterno tema de
Gibraltar, tierra española, hoy colonia inglesa desde el 13 de julio de 1713
(Tratado de Utrech) y desde entonces
sujeto a los mil avatares de la diplomacia de todas las épocas, sin grandes
resultados. Antes del cambio de Gobierno
y en plenas negociaciones del Brexit inglés se nos dijo que España tendría
una posición libre y autónoma a la hora de tomar cualquier decisión sobre la
zona. Hoy, en pleno sanchismo, el tema no genera interés , no se quiere hurgar
en el mismo, nos damos por satisfechos. ¿Por qué? ¿Motivos? Hoy, en la Europa
de los mercaderes, lo que antes era una necesidad, una urgencia, es ahora un
olvido, un dejar pasar…¿Hubo algún canje? ¿Alguna compensación que desconocemos?
La segunda viene
provocada por el año electoral que se avecina. Las primeras en Andalucía y la pregunta que nos hacemos casi todos, por no
decir todos, es si el sistema electoral
que en su día nos hemos dado, allá por
1978, responde a las exigencias de los españoles de ahora, y es que todos estamos
hartos que se negocie con nuestro voto
en operaciones electorales que no hemos
autorizado, que no se respete la lista más votada, que quienes tienen menos votos decidan el
destino de todos , que las listas no sean abiertas con el quebranto que esto genera
al sistema (partidocracia), y que el valor de un voto no sea el mismo en una
región que en otra. Se habla de cambiar la Constitución, de regeneración
democrática, pero cada vez es mayor la separación en la política y la sociedad,
y esto no es bueno y nos perjudica a todos. De esto nadie habla. Todos
pertenecen a la casta.
Y la última pregunta que cabe plantearse en la situación tan
inestable y tan poco edificante que
vivimos es si de verdad somos o no un Estado de Derecho y si somos todos
iguales ante la ley, tema que uno
cuestiona desde hace tiempo y más ahora que el vatio de luz no cuesta lo mismo
en Oviedo que en Bilbao. Hasta hace poco nadie cuestionaba que España es un Estado de Derecho – políticos y prohombres de España están en la
cárcel - , pero después de ver que se negocian unos presupuestos en la cárcel,
que los nacionalistas marcan su ruta, que se reprueba al Rey , que se
cuestionan las decisiones judiciales, a uno le empieza a entrar cierta preocupación
y es que si falla la seguridad jurídica se abre la veda del despropósito, de la
locura, de la injusticia, de la ley del más fuerte, y esto no es bueno ni
deseable .
Hay muchas otras preguntas , Jacinto, que no nos hacemos, que
ocultamos y sólo cuando algún osado y atrevido las formula, hipócritamente las
hacemos nuestras. ¿Quién no sabía que las viudas son, de siempre, las personas más desfavorecidas del sistema de
pensiones? ¿Quién no sabía que la cruel crisis económica arrojaba a la
intemperie a muchas familias mientras el Estado insuflaba liquidez a las
entidades bancarias? Se ve que la política de moqueta no es suficiente, hay que
pisar calle, escuchar al vecino.
De todo se deduce que los problemas no se solucionan por sí
solos, que no todo vale en política y
que la política real, verdadera, respeta
la manera de ser y sentir de sus
ciudadanos y se esfuerza y lucha por dar respuesta a sus necesidades y proyectos. Dicho lo dicho aún hay motivos
para la esperanza, para creer en el ser humano. Hace unos días la estimulación
eléctrica permitió que tres lesionados de médula pudieran dar los primeros
pasos y estoy seguro que no tardando
todos volverán a andar, siempre que centremos bien los objetivos y las prioridades
que como nación tenemos – mayor apoyo a la investigación, que es la base de
nuestro progreso - . Recientemente se aprobó por unanimidad en el Congreso que
los estudios de Filosofía tengan un tratamiento adecuado en los planes de
estudios de secundaria y bachiller. De sabios es rectificar y es que como muy bien dice José Antonio
Marina :”Si perdemos el tren del aprendizaje, seremos el bar de copas de Europa”.
José Antonio Noval Cueto.
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