Suelo ver poco la televisión y lo único los telediarios, ya el de la 15:00 horas o el de las 21:00 horas
de Antena 3 que a veces lo alterno con
el de la 1, para contrastar noticias o buscar noticias diferentes. El otro día,
en Antena 3, comentan el desahucio de una vivienda madrileña que al fin ha
podido ser desalojada, después de otras dos tentativas anteriores fallidas. Las
imágenes duras y desagradables hablan por sí solas y nos intranquilizan a
todos, pues uno que afortunadamente aún
no conoce la dureza del colchón de asfalto y puede preservar su intimidad y la
de los suyos entre sus cuatro
paredes, no deja de reconocer que la
vida juega malas pasadas y que lo que ha ocurrido a tu vecino, también te puede
pasar a ti.
Después de las
imágenes se nos ofrece una rueda de prensa con la Alcaldesa de Madrid, Sra.
Carmena, que al preguntarle por el tema, sin contestar, les indica a los
periodistas que le pregunten por los Carnavales. Quedé bloqueado. No me entraba
en la cabeza que una persona que siempre hizo gala de ser defensora de los
menesterosos y desahuciados, nos haya endilgado esa despreciativa respuesta. En
este momento en que relato estos hechos aún dudo que la información que se nos
haya ofrecido fuese completa, alterada y es que el tema cobra tintes de
gravedad. No salgo de mi asombro. Como si el tema no fuera importante. Recuerdo
que en el 3º Trimestre del 2018, las ejecuciones judiciales por desahucios
ascendieron en Madrid a la cifra de 1.238 y la autonomía que desde hace algunos
años las abandera es Cataluña, con 2.531
en ese mismo periodo.
Desde el año 2007, inicios de la crisis, hasta la actualidad
se cuentan por miles las familias que se han quedado sin trabajo, sin vivienda,
sin futuro. Todavía este año 2018 según la Plataforma Antidesahucios se
superaron las 70.000 ejecuciones, siendo mayor el número de los desahuciados
por impago de alquiler. En todo este tiempo se han celebrado tres elecciones
municipales y autonómicas, cuatro elecciones generales y aun así el tema está
como está.
Siempre he pedido que la sociedad y la política vayan de la
mano, que respiren al unísono, ya que es la única manera de evitar problemas y
esperanzar al ciudadano, pero lamentablemente no es así y ahora nos encontramos
con los niveles de desafección y desencanto que tiene la ciudadanía y donde
mejor se pudo apreciar es en la respuesta dada a un problema tan grave y de
tanta envergadura como el de las familias que al quedar sin trabajo, sin hogar,
sin recursos, no pueden hacer frente a sus obligaciones contraídas.
En una época de crisis aguda, que algunos (PSOE) no sólo
ocultaron sino que complicaron con ficticios planes E que nos endeudaban más y cuando las cifras de paro alcanzaban niveles
escalofriantes, la única respuesta que se nos dio fueron los llamados “Juzgados
Expres Desahucios” - los primeros se aprobaron en setiembre de 2007 centrados más en los alquileres- , mientras saneaban las Cajas y Bancos con
aportaciones millonarias de miles de millones de euros. Con la llegada del PP al Gobierno se
siguieron dando esas necesarias subvenciones que evitasen la quiebra del
sistema bancario y poco a poco se fue visualizando el problema de los
desahucios y alguna normativa se puso en marcha para evitar la tragedia, aunque
como siempre no se supo comunicar.
Soy de los que cree que la seguridad jurídica es la mayor
garantía que puede ofrecer un Estado a sus ciudadanos y esta debe preservarse,
pero aun así creo que quienes han hecho estas aportaciones económicas tan
cuantiosas a las Cajas y a la Banca, supongo que algo podrían pedir, sugerir
con la sana intención de atemperar, aplazar, diluir esa sangría económica que conducía a muchas familias a la ruina, a la miseria y en
algunos casos, bastantes, desesperados, a la muerte. Sé que el tema no era
fácil, pero debía intentarse, y también aplicar algunas directivas europeas que
ya estaban en vigor y que supongo que por desconocimiento del problema y su importancia,
no se aplicaban.
No es ninguna exageración ratificar que esa inoperancia
facilito las cosas a los populistas, a los demagogos, a los que buscan
cualquier pretexto para desestabilizar y hacerse con su cuota de poder, y así no tardando mucho se vieron los resultados en las alcaldías de
Barcelona y Madrid. Aquí se inició el fin del bipartidismo. Hoy la crisis
económica ha remitido, el paro se ha reducido a la mitad, cifra aún alta, más
de tres millones, pero los desahucios persisten y nos hemos encontrado un año
2018 con casi 70.000 ejecuciones judiciales – la mayoría por impago de
alquileres- , de ahí mi estupor ante la respuesta que una alcaldesa tan
sensible como Carmena nos ofreció en el telediario, donde una vez más se
comprueba que predicar no es dar trigo, y que como bien dicen los textos
evangélicos: “Por sus obras les conoceréis”.
Esta reflexión que han provocado esas imágenes televisivas
vale también para la alcaldesa de la ciudad de más desahucios, Barcelona”,
donde se comprueba que no es lo mismo venir a Nava, en agosto de 2008, a
impedir un desahucio, que evitarlos en su ciudad natal.
De todo se deduce que ninguna fuerza política tiene el
patrimonio de lo social, serán sus hechos los que lo avalen su coherencia y
rigor, y una vez más se comprueba que la
mejor labor social que uno puede hacer es que abunde el trabajo y que éste
tenga la remuneración que dignifique a una persona. De todo se deduce que nadie regala nada. Un saludo
José Antonio Noval Cueto.