En el funeral de Estado que la ciudad de Calcuta celebró en
el estadio Netaji para celebrar las
exequias de la Madre Teresa de Calcuta, en la plataforma central preparada para
la ocasión sobresalía una cruz con la imagen de Cristo crucificado con las
palabras: “Tengo sed, Tú me la has dado”.
Hoy, 7 de marzo, mientras leo el libro de la periodista
londinense Anne Sebba, titulado “Madre Teresa más allá de la imagen”, me llegan
las siguientes noticias, que casualmente coinciden con el tema. Un antiguo alumno me invita a sumarme a
una Novena de Oración de la Madre Teresa; más tarde , por Facebook , me entero que
4 hermanas de las Misioneras de la Caridad han sido asesinadas en la ciudad
yemení de Aden, y poco después otro amigo comparte un texto que
dice: “ Hay más hambre en el mundo por falta de amor que de pan”, autora, la
Madre Teresa.
Que yo a estas alturas de la película, veintitrés años
después del fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta o mejor dicho Santa
Teresa de Calcuta, pretenda descubrir algo nuevo, está fuera de todo
pronóstico, ya que de ella tenemos
cumplida y actualizada información, pero hoy vuelve a ser protagonista de estas páginas por la lectura del libro
antes citado.
Libro que me encontré en la sección de Religión de una
librería de viejo y que compré a un precio irrisorio y por dos motivos: a/ Una
biografía de la Madre Teresa siempre hace bien y b/ Estamos en Cuaresma y
arrepentidos quiere el Señor. Está editado en 1998, y lo publicó en España, en 2004, ABC en su
sección “Biblioteca ABC: Protagonistas de la Historia” . Tiene un
bonito prólogo del cardenal Arzobispo de Sevilla don Carlos Amigo Vallejo,
donde entre otras cosas dice :”La Madre Teresa
sentaba cátedra de las mejores lecciones de humanidad y de sabiduría
cristiana”. Con estas premisas me lo
compro por poco más que el precio de un café.
Pero una vez en casa empiezan las sorpresas, así en el prólogo de la primera edición la
autora, desconocida para mí, nos dice que empezó a recabar información para
escribir el libro en 1994, que se propone analizar las críticas y las alabanzas
de la Madre Teresa y que el interior del Edificio Central de la Orden o Cuartel General , como ella lo
califica, da una sensación de “eternidad
soporífera”…El uso de adjetivos valorativos y sorprendentes desde las primeras
páginas, anticipa el decurso del mismo, y ante esta situación a uno le quedan
dos caminos: dejarlo o bien descubrir que argumentos va a utilizar la autora
para intentar denigrar a la Madre
Teresa, y por esa sencilla razón continué su lectura, para a partir de la misma
escribir estas palabra de aviso, de alarma e incluso de defensa, si fuera
necesario, pero recalcando que no se compre un libro sin la debida información,
por muchos adornos que tenga.
El libro , con dos prólogos iniciales, se estructura en trece capítulos y un
epílogo, donde abundan las críticas subjetivas, sospechas y ataques a la menor
oportunidad que surja, aunque de vez en cuando reconoce méritos y hechos. Nos cuenta, en relación a la Madre Teresa, que “su convicción y confianza en
Dios nunca vacilaron y se vieron reforzadas por el apremio y necesidades que
veía a su alrededor”, y así en diciembre de 1948 da los primeros pasos para
fundar la Orden de Misioneras de la Caridad y el 22 de agosto de 1.952 inaugura Nirmal Hriday, su primera
casa; en abril de 1955 su primer Hogar Infantil “Shishu Bhavan y en 1956 su
primera clínica móvil para combatir la lepra…En febrero de 1965 su santidad
Pablo VI autoriza que la Congregación se convierta en
Sociedad de Derecho Pontificio y ejercer su apostolado fuera de la India, y así
abre su primera casa en Cocorote (Venezuela), y a partir de ahí, poco a poco,
llega el reconocimiento internacional: Premios como el “Padma Shrii en la India
(1962)”, Premio Templeton por el Progreso de la Religión en Londres o el Premio
Nobel de la Paz en 1979…pero una vez afianza y contrastada su dedicación a los
pobres y su buen hacer, la lengua fraudulenta hace su aparición: murmuración,
descalificaciones, medias verdades, ataques virulentos, compañas organizadas… y es que, a pesar que en un momento en el capítulo séptimo, uno persona se pregunta que “si una mujer extremadamente buena
como la Madre Teresa no se libra de las calumnias, ¿quién se salva?", no obstante de esto
se alimenta el libro para tratar de
empequeñecer y desvalorar a la Santa, y para ello cualquier tema o
circunstancia le sirve, que si la Madre defiende la vida , ataca el aborto y dice “es el mayor destructor de
la paz porque es una guerra directa, una matanza directa, un asesinato directo
cometido por la propia madre”, que si se opuso a la ordenación de mujeres, que
si en sus centros no tienen televisión , periódicos o demás materiales de
lectura, que si no quiere Madres con títulos superiores, que si otras órdenes
como las clarisas tienen un funcionamiento más adecuado, que si el trato a los
moribundos se diferencia poco de los hospicios medievales, que si no informa
acerca de la eutanasia voluntaria, que cómo se puede hablar de un Dios justo
que permite guerras mundiales, que si no apoya las enseñanzas anticonceptivas,
que si no promociona y defiende los derechos de la mujer, que no permite las
adopciones con familias que practican la contracepción, que si hizo uso de la
sanidad privada, que nunca se ocupó de la situación de la mujer en la Iglesia,
que si Calcuta no debía nada a la Madre Teresa, que si nunca alentó la lucha de
los pobres contra los ricos que los explotan, que nunca se preocupó del
progreso de los más pobres, que si algunas monjas que han dejado su Orden la
critican o argumentos tan subjetivos como este de “su astuta habilidad
para relacionarse con líderes poderosos, no todos políticos, demuestra que no
es del todo "espiritual"…
Me costó acabar el libro, pues faltaba la deseable imparcialidad, pero aun así los supuestos argumentos ideológicos no tienen la
solvencia exigible, y me da pie a pensar que la autora y la Madre Teresa juegan
en dos ligas diferentes. La autora no sé si católica o no, de serlo, quiere un catolicismo a su medida ; la Madre Teresa, un catolicismo
coherente y leal, y es que criticar que una monja no apoye el aborto, los
métodos anticonceptivos ni la eutanasia activa es jugar en divisiones o
terrenos de juego diferentes. No obstante he de reconocer que el libro nos deja
perlas tan interesantes como estas que ayudan a preparar la Cuaresma y que ahora cito: “No soy yo, sino Cristo que
vive en mí” “Espero que a su manera intente demostrarle al mundo , que nunca es
tarde para hacer algo hermoso por Dios”, “ Tenemos intención de atenderles con
amor porque cada uno de ellos es Jesús disfrazado de angustia”(a los enfermos
de Sida), “Cuando tenemos los cuerpos destrozados de los hambrientos e
indigentes, tocamos a Cristo”, “No soy nada, salvo un lápiz de Dios en las
manos de Dios” “No se puede servir a dos amos. Una vez alguien me preguntó si
era mejor dar pescado o cañas de pescar a la gente que tiene hambre. Pero los
que acuden a mí están enfermos y moribundos; están tan débiles que ni siquiera
pueden sostener una caña de pescar” “Las obras de amor son obras de paz”, todas
ellas de la Madre Teresa. Su sucesora, la Madre Nirmala al hacerle una pregunta
sobre ella al acabar el funeral dijo: “ La Madre Teresa respondió a la llamada
de Jesús lo mejor que supo. Gracias a su absoluta entrega a Él , el Señor ha
hecho miles y miles de milagros que nosotras hemos presenciado”.
Para concluir esta letras permitidme que haga mías unas
palabras que Emile Ciorán cita en sus “Cuadernos” , que pueden venirnos bien y
que a continuación transcribo: “España no habría tenido historia sin el
catolicismo: habría sido un desorden permanente, un caos ininterrumpido. La
Iglesia supo contener la locura de ese pueblo y concretarlo…” Un saludo.
José Antonio Noval Cueto.