No he podido asistir a la presentación del libro “Manual de
Resistencia” en el Hotel Intercontinental de Madrid, el pasado 21 de febrero de
2019, casi en precampaña electoral de las Elecciones Generales de 28 de abril,
y quizás por ello me falto motivación para leerlo y menos comprarlo, ya que
últimamente cuido mucho la compra de libros, después de haber padecido algunos
timos literarios. En este caso, no puedo negarlo, no me pareció muy pertinente
que un político en ejercicio- presidente en funciones- hiciera autobombo de sí mismo. Las
circunstancias actuales, por eso del ‘resistir’ del Dúo Dinámico, me recuerdan el hecho y las letras se tiñen de sangre al saber que en
el día de hoy, el número de fallecidos
por Covid-19 o “coronavirus” alcanza ya
la trágica y tenebrosa cifra de 85.374
personas en todo el Planeta; en España, 14.555, y en Asturias, 110. Espero y deseo que ese “alcance”
se termine cuanto antes.
No dudo que este año, la palabra o palabras del año 2020, por
desgracia, será “resistir” u otras de su misma raíz como “resistiré, resistencia, resistidor/a…”.
Término que viene del latín “resistire” y que en el Diccionario de la Lengua
Española presenta cinco acepciones, de las cuales sólo dos sirven para
acoplarse a esta situación de incertidumbre y desesperanza en que vivimos. La
primera cuando dice que ‘resistir’ es oponerse un cuerpo o una fuerza a la
acción o violencia de la otra, etapa en la que estamos y donde nuestra heroica
avanzadilla de sanitarios, farmacias, fuerzas
de seguridad, transportistas, dependientas,
servicios de limpieza… que a pesar de los riesgos y entrega que asumen, a pesar de las victorias parciales que logran
en cada uno de los curados, aún no han
logrado la victoria total o erradicación del adversario, y es que la vacuna o
solución al problema aún no se ha encontrado. La otra acepción ,la tercera ,es
la de “tolerar, aguantar o sufrir”, en
esa situación estamos todos - unos con
más implicación que otros - , y creo que la conducta y comportamiento de la
mayoría de las personas es responsable y elogiable, pues es fácil que salten las teclas según pasan los días y las defunciones
no remiten.
Llegados a este punto quien más y quien menos sabe que nos
encontramos en momentos difíciles, traumáticos, donde toca aunar esfuerzos y
unirse para combatir esta pandemia sanitaria que nos azota y la económica que viene, y no debe ser muy
tranquilizador tener la nevera vacía. Habrá un antes y un después del “coronavirus”
y es llegado a este punto cuando los españoles hacemos valer nuestra dignidad y
derechos y ya no sólo suplicamos, sino que exigimos que se nos diga la verdad ,
ya que solo ella nos hace libres y responsables de nuestros actos. Y a tenor de
lo que se publica y se va diciendo da la impresión que no importa, que no
cotiza, que una mentira más no hace daño, y esto es lo que desespera, que se
nos vea más como futuro votante, como inmaduro receptor de publicidad, que como
ciudadano de pleno derecho.
No se sostiene que casi un mes después de declarado el estado
de alarma, después de innumerables , agotadoras y , a veces, vanas
contradictorias ruedas de prensa controladas, una de las
medidas que los expertos piden como que se hagan los “tests”
necesarios para conocer los alcances verdaderos de la epidemia, sigan sin
hacerse , ya porque no los haya o bien, no quiero ni pensarlo, porque no se
quieren hacer, ya que así no se pueden computar posibles fallecidos, sirva como
ejemplo este titular de prensa: “ Solo 781 de los 4.750 muertos en residencias
de Madrid fueron diagnosticados” .
El pueblo español está unido, incluso sale a los balcones y
canta desde el dolor para insuflarse ánimo, sabe que le esperan tiempos difíciles y está dispuesto a asumirlo, pero
exige una premisa básica: la verdad y es que solo la verdad garantiza la justicia, la solidaridad y la igualdad de
todos y para todos. La política no es
para adolescentes, sino para gente responsable y madura, que sabe que cada
decisión que toma puede mitigar o aumentar un problema, para gentes que piensen más en la solución de las necesidades diarias que en las
ensoñaciones del pasado, para personas preocupadas más de la convivencia y
futuro de sus vecinos que de la confrontación y división, para personas, en
definitiva, que hacen de su vida una defensa y alegato de la verdad, no de mi coyuntura ideológica.
Hace unos días me encontré con este titular de prensa que puede marcar la ruta o el camino a seguir
y tiene como protagonista a la ministra de Defensa, doña Margarita Robles
cuando dice: “Con miles de muertos en España, ¿alguien piensa que la
legislatura va a ser igual?...”. La Política es algo más que publicidad.
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