miércoles, 15 de abril de 2020

“ Señor, échanos una gavita…”


Desde que el Gobierno de España declarase el pasado 14 de marzo el Estado de Alarma, - España  alcanzaba la cifra de 195 fallecidos; hoy, desgraciadamente, en el momento que escribo estas letras, son 18.579 víctimas- todos intuíamos que la celebración de los “Huevos Pintos” del 2020 corría peligro, así ha sido, nadie lo cuestiona, pues lo números hablan por sí solos.

Estamos en una situación muy delicada, propia de conflicto bélico, con partes diarios de altas y bajas, de contagiados, curados y víctimas, y creo que en momentos así hemos de intentar conciliar, casar dos posturas. Primero reconocer y compartir  el dolor de las  víctimas, afectados y sus familias, que nos vean próximos, cercanos, sabiendo que uno de nosotros puede ser el próximo, y en segundo lugar, no desesperarse, pues en estas trágicas circunstancias el ánimo, la paciencia y la moral de victoria son las armas fundamentales para doblegar al virus e evitar que campe a sus anchas.  Y con esta filosofía  salimos puntualmente todos los días a las 20:00 horas para agradecer con nuestros aplausos la entrega  de todos esos colectivos que con peligro de su vida, hacen lo posible e imposible para combatir la pandemia .

Y con estas llegaron los Huevos Pintos , la fiesta más protocolaria e institucional de Siero, que desde las primeras horas de la mañana reúne multitud de vecinos y visitantes de concejos próximos y donde es frecuente encontrarse con amigos y familiares emigrados a otras tierras, que ese día, hacen lo posible y lo imposible para estar aquí, y motivos hay para ello, y es que un día soleado de Huevos Pintos no se olvida, marca, deja huella, sidra , alegría, palabra. Pero dejémonos de recuerdos, hay que encarar la realidad,  y es que “Esti martes nun tien nada de normal, no hay fiesta en la calle…”  

Y a esa anormalidad, a pesar de las limitaciones, se enfrentó Ayuntamiento, Sociedad de Festejos, Parroquia de San Pedro, calles y vecinos. Algo se ha hecho y de ello quiero dejar constancia, con la salvedad que mi experiencia viene condicionada, como no podía ser de otra manera, por mi lugar de residencia, Plaza Don Pelayo, esquina Fausto Vigil.  Fachadas con las banderas de España, de Asturias, globos, carteles. A la hora de costumbre sonó la gaita y poco después llegaban los sones del Himno de Asturias, que si siempre emociona, más en esta ocasión donde imágenes y palabras se tiñen de dolor y de orgullo, y es que ser asturiano y ejercerlo no es cualquier cosa. Poco después se iniciaba propiamente la Bendición de los Huevos Pintos que se trasmitiría por internet desde la sala de juntas anexa al Salón de Plenos, donde,  con una decoración austera, unas muestras de “Huevos Pintos” encima de la larga mesa,   se hallaban el Alcalde de Siero, don Ángel  García,el presidente de la Sociedad de Festejos, don Jenaro Soto y párroco de Pola de Siero, don Juan Hevia Fisas, que vestido para la ocasión , como mandan los cánones, de cleriman, guantes blancos contra el contagio  y con los folios en la mano empezó a leernos una Bendición muy especial , de las que marcarán época, apropiada para la situación, que ha hecho las delicias de todos, y es que ha tenido el acierto de trasladar en sus palabras lo que pensamos la mayoría de nosotros.  Nos pide vocación de entrega, apertura de mente, menos intolerancia, menos parapetos. Todos necesitamos de todos, hasta de quien menos pensamos, y más en estos tiempos aciagos que vivimos y los que vendrán, que requerirán el esfuerzo y la colaboración de todos. Esta crisis imprevista y devastadora nos ha bajado del guindo  y nos ha hecho ver la cruda realidad de lo que somos, poquita cosa, pero aun así démosle sentido, mantengamos la esperanza y defendamos el bien común, el bien de todos, expresión muy repetida por el párroco. Estemos disponibles y preguntemos a Dios  “Qué quies que faiga”…Concluye su intervención recordando a otro sacerdote, paisano suyo, don Carlos Sánchez Martino, que buena y santa huella dejó en Pola, al citar sus palabras de : “Dios quier que disfrutemos de les cosas que nos dío…Que todo cuanto hay en el mundo ye pa disfrute del hombre, empezando por les “pites”…¡Muchas gracias, don Juan!

Concluida la Bendición y después de un tiempo de descanso, hacia las 13 horas, teníamos sesión vermú en la calle Fausto Vigil y como siempre Picachón haciendo las delicias de todos e intentando con su música avivar ánimos, y que un día tan señalado no quede vacío, sin contenido, y para ello canciones muy nuestras, muy asturianas, como : “ La Romería”(Victor Manuel)  “¡Qué tien esta sidrina que sabe tan bien”, “Una vez dixisti que sí…”, “Sal a bailar buena moza”, “Villaviciosa, hermosa”"El Himno del Carmín de la Pola" (Alfonso Sánchez y Manuel Noval) “La Santina” (Sergio Agüero), “ Tierra de nadie”(José Ángel Hevía) e Himno de Asturias nuevamente para terminar la sesión. Mientras oíamos la música , las ventanas se poblaban y se despoblaban de copas, cervezas, aceitunas, saludos , sonrisas y atuendos apropiados para la ocasión- alguna lucía su  traje de asturiana- . Después de casi una hora de música, hacia las 14 horas,  concluye el concierto escuchando y cantando el Asturias patria querida, mientras los rayos de sol alegran y embellecen el día.¡ Muchas gracias, Pica, no hay palabras que agradezcan lo que haces!. 

Nos vemos nuevamente a las 20:00 h con el “Resistiré” del Dúo Dinámico. La cocina huele a “fabes con chorizo, tocín y morcilla”. ¡Es día de fiesta!¡Huevos Pintos 2020: Señor, échanos una gavita...!

                                                 José Antonio Noval Cueto.

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