miércoles, 1 de abril de 2020

“En casa no hay quien pueda con la telenovela”



 Siempre he dado mucha importancia a la letra de las canciones y siempre me ha sorprendido que muchos amigos tararearan canciones inglesas sin conocer su contenido, pues creo que el éxito de una canción depende del maridaje de tonos y letras, y si no que se lo pregunten a cantantes de ahora y de siempre. Han sido muchos los intelectuales que han realizado estudios sociológicos de una época a partir de las letras de las canciones del momento, y han llegado a conclusiones interesantes, sirva como ejemplo la postguerra y las canciones alimenticias como “Tengo una vaca lechera” y otras.

Hoy , y no es la primera vez, la letra de una canción me ha llevado a escribir estas letras, cuando la situación que padecemos en España es tétrica, apocalíptica, terrorífica y podría seguir añadiendo adjetivos para intentar valorar lo que vemos y me quedaría corto. ¿Quién se podía imaginar que un bichito invisible llamado “coronavirus” generaría tanto daño en pleno auge de la inteligencia artificial , robótica, impresoras en 3D y 5D, nanotecnología e internet…? En estos momentos en que escribo estas letras ya pasan de 9.000 los fallecidos en España y en el mundo, más de 43.000.

Esto no estaba en el guion, por muy bisiesto que fuera el año. Rompe nuestros mecanismos de defensa. Nos coge con el pie cambiado y nos iguala a las moscas que fumigamos cuando aprieta la calor.  Es cierto que el brote no ha sido repentino, que hubo avisos y que quizás por excesiva confianza no se han tomado las medidas oportunas, que quizás  serían pocos, dada la virulencia del virus, no obstante algo habrían atenuado el problema y disminuido  el número de víctimas  - véase Portugal con 187 víctimas - , pero  ya se sabe, somos españoles y siempre andamos a salto de mata,  y más cuando importa  más el rédito político  que el interés común de todos.

Hecho lo hecho, ahora toca bajar del guindo y combatir la pandemia, nos la jugamos todos y todo. Habrá un antes y un después de esta epidemia que en España toma origen oficialmente a partir del 9 de marzo, aunque el primer afectado aparece en la Gomera, un ciudadano alemán, un 31 de enero de 2020. Una vez más ha sido marzo – no quedan muy lejos los atentados del 11-M -  quien se ha encargado de sacudirnos de la manera más cruel y devastadora, cuando Matilde   preparaba el plan de Semana Santa, Juan esperaba la oportunidad de su vida con el nuevo trabajo o los paseantes de la calle Uría  miraban la nueva ropa de temporada, algo que a día de hoy es imposible, se nos antoja como un sueño, un delirio, y es aquí, llegados a este punto cuando uno piensa en clave de telenovela para animarse, para airearse, para recordar y añorar pasados tan recientes como el placer  de hojear el periódico en el bar de siempre …

Ante esta situación infernal, casi límite, el Gobierno ha optado por seguir a Churchill en aquel histórico discurso de 13 de mayo de 1940, y en vez de pedirnos “sangre, sudor y lágrimas”, nos pide “sacrificio, resistencia y moral de victoria”, y un día sí, y otro también, abundan las comparecencias para hablarnos de “picos, de curvas, de víctimas, de curados, de estabilización” y menos de “carencias”, de “dificultades”, de “problemas” que los hay, y muchos, o al menos así se denuncian desde diferentes ámbitos(sanitarios, civiles, políticos…) .

Los ciudadanos hemos optado por defendernos, por seguir las pautas de confinamiento y desde "este miedo de silencio" que nos invade,  buscar válvulas de escape que no sólo libere tensiones sino que también anime, estimule, dé esperanzas, y para ello un buen antídoto es la música, que en mi calle tenemos todas las tardes a las 20.00 por gentileza de Picachón, acreditado dj, que un día de estos ,después del “Resistiré” del Dúo Dinámico , ha tenido el acierto de ponernos la bella canción de Pimpinela titulada “La Telenovela” en la que nos dice que “en casa no hay quien pueda con la telenovela” y es cierto; lo que ansiamos todos es el final cuanto antes de esta telenovela, por desgracia  real y cruel, que tanto dolor y angustia  nos provoca.

Dicho lo dicho, por pura dignidad , algo a lo que tenemos derechos todos los españoles y demás personas residentes en nuestro país, hago mías unas palabras pronunciadas un 13 de marzo de 2004 por Don Alfredo Pérez Rubalcaba cuando dijo : “Los españoles se merecen un gobierno que no les mienta”, y es que como decía la escritora rusa Lidia Chukouskaia “La palabra verdadera es invencible y si resulta vencida, es solo por poco tiempo”,  y exijo que primen los interés de España y los españoles sobre las estrategia e intereses de partido, y es que como dice una conocida canción “ si la Patria me llama, aquí estoy yo”, aunque sea solo armado de papel y pluma.

                                          José Antonio Noval Cueto.  




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