Siempre he dado mucha importancia a la letra de las canciones
y siempre me ha sorprendido que muchos amigos tararearan canciones inglesas sin
conocer su contenido, pues creo que el éxito de una canción depende del
maridaje de tonos y letras, y si no que se lo pregunten a cantantes de ahora y
de siempre. Han sido muchos los intelectuales que han realizado estudios
sociológicos de una época a partir de las letras de las canciones del momento,
y han llegado a conclusiones interesantes, sirva como ejemplo la postguerra y
las canciones alimenticias como “Tengo una vaca lechera” y otras.
Hoy , y no es la primera vez, la letra de una canción me ha
llevado a escribir estas letras, cuando la situación que padecemos en España es tétrica,
apocalíptica, terrorífica y podría seguir añadiendo adjetivos para intentar
valorar lo que vemos y me quedaría corto. ¿Quién se podía imaginar que un bichito
invisible llamado “coronavirus” generaría tanto daño en pleno auge de la
inteligencia artificial , robótica, impresoras en 3D y 5D, nanotecnología e
internet…? En estos momentos en que escribo estas letras ya pasan de 9.000 los
fallecidos en España y en el mundo, más de 43.000.
Esto no estaba en el guion, por muy bisiesto que fuera el año.
Rompe nuestros mecanismos de defensa. Nos coge con el pie cambiado y nos iguala
a las moscas que fumigamos cuando aprieta la calor. Es cierto que el brote no ha sido repentino,
que hubo avisos y que quizás por excesiva confianza no se han tomado las
medidas oportunas, que quizás serían
pocos, dada la virulencia del virus, no obstante algo habrían atenuado el
problema y disminuido el número de
víctimas - véase Portugal con 187 víctimas - , pero ya se
sabe, somos españoles y siempre andamos a salto de mata, y más cuando importa más el rédito político que el interés común de todos.
Hecho lo hecho, ahora toca bajar del guindo y combatir la pandemia,
nos la jugamos todos y todo. Habrá un antes y un después de esta epidemia que
en España toma origen oficialmente a partir del 9 de marzo, aunque el primer
afectado aparece en la Gomera, un ciudadano alemán, un 31 de enero de 2020. Una
vez más ha sido marzo – no quedan muy lejos los atentados del 11-M - quien se ha encargado de sacudirnos de la
manera más cruel y devastadora, cuando Matilde preparaba el plan de Semana Santa, Juan esperaba
la oportunidad de su vida con el nuevo trabajo o los paseantes de la calle Uría
miraban la nueva ropa de temporada, algo
que a día de hoy es imposible, se nos antoja como un sueño, un delirio, y es
aquí, llegados a este punto cuando uno piensa en clave de telenovela para animarse,
para airearse, para recordar y añorar pasados tan recientes como el placer de hojear el periódico en el bar de siempre …
Ante esta situación infernal, casi límite, el Gobierno ha
optado por seguir a Churchill en aquel histórico discurso de 13 de mayo de 1940,
y en vez de pedirnos “sangre, sudor y lágrimas”, nos pide “sacrificio,
resistencia y moral de victoria”, y un día sí, y otro también, abundan las
comparecencias para hablarnos de “picos, de curvas, de víctimas, de curados, de
estabilización” y menos de “carencias”, de “dificultades”, de “problemas” que
los hay, y muchos, o al menos así se denuncian desde diferentes
ámbitos(sanitarios, civiles, políticos…) .
Los ciudadanos hemos optado por defendernos, por seguir las
pautas de confinamiento y desde "este miedo de silencio" que nos invade, buscar válvulas de escape que no sólo libere
tensiones sino que también anime, estimule, dé esperanzas, y para ello un buen
antídoto es la música, que en mi calle tenemos todas las tardes a las 20.00 por
gentileza de Picachón, acreditado dj, que un día de estos ,después del “Resistiré”
del Dúo Dinámico , ha tenido el acierto de ponernos la bella canción de
Pimpinela titulada “La Telenovela” en la que nos dice que “en casa no hay quien
pueda con la telenovela” y es cierto; lo que ansiamos todos es el final cuanto antes de
esta telenovela, por desgracia real y
cruel, que tanto dolor y angustia nos
provoca.
Dicho lo dicho, por pura dignidad , algo a lo que tenemos
derechos todos los españoles y demás personas residentes en nuestro país, hago
mías unas palabras pronunciadas un 13 de marzo de 2004 por Don Alfredo Pérez
Rubalcaba cuando dijo : “Los españoles se merecen un gobierno que no les mienta”,
y es que como decía la escritora rusa Lidia Chukouskaia “La palabra verdadera
es invencible y si resulta vencida, es solo por poco tiempo”, y exijo que primen los interés de España y los
españoles sobre las estrategia e intereses de partido, y es que como dice una
conocida canción “ si la Patria me llama, aquí estoy yo”, aunque sea solo
armado de papel y pluma.
José
Antonio Noval Cueto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario