Después de las fiestas, llega la hora de hacer balance, de
hacer números, de equilibrar las cuentas, y los datos que nos aporta la semana
no son nada halagüeños…y por el medio dimisiones de mujeres importantes - por motivos
personales-, y del primer ministro italiano el tecnócrata Mario Draghi. Se
acrecientan los problemas de prensa, con despidos incluidos, y en la calle la
cruda realidad de la cesta de la compra, electricidad, subida de hipotecas y el verano que se atraganta
con tanto calor, virus, tanto cambio,
tanta desesperación y tanta guerra. Parece que quieren angustiarnos antes de
tiempo. Los partidos políticos con las
espadas en alto, a la espera del rédito electoral, y mientras decisiones que
sorprenden al más juicioso, como que para frenar la inflación tengamos que
subir los impuestos, sin controlar los gastos innecesarios que se autorizan. La
nota positiva de la semana me la encuentro, a diario, en el patio de las antiguas escuelas de
Traspando, donde los gritos y alegrías de los cinco o más niños que juegan al
deporte rey, el fútbol, mañana y tarde, trasladan un mucho de vida a vecinos y
transeúntes. ¡Ojalá aumente el número de jugadores y se reabra la escuela!
No es la primera vez que expreso mi lamento de dar la
sensación de vivir en un mundo al revés, donde todo es gratis, nada se paga , ni
se debe, y por el medio promesas de
gasto todos los martes en las reuniones de Consejo de Ministro, pero la cruda
realidad empieza a abrirse paso, situación que empieza a parecerse al agónico
mes de mayo del 2010 con el señor
Zapatero en el Gobierno. Nuevamente la realidad empieza a tener su verdadero
nombre: Economía, y los partidos, especialmente los que conforman el Gobierno, se
preparan para el combate – fracasados en su intento de ocultar la realidad-, y
quieren buscar soluciones, esperemos que no sea tarde, de ahí el nuevo
protagonismo y reforzamiento de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
segunda en la jerarquía del PSOE. EL Partido Popular ya lleva tiempo incidiendo
en el verdadero problema del país, la economía, y más aún desde la llegada de
Feijoo, pero de momento la única respuesta que ha recibido ha sido el silencio,
el desprecio e incluso el engaño, pues el papel apesebrado de ciertos medios de
comunicación permite eso y mucho más. La razón siempre la tiene el cliente.
Después de tantas idas y venidas, subidas y bajadas, promesas
e incumplimientos, parece que va a ponerse en circulación la receta de las
“cuentas de la abuela”, la de la economía doméstica, la de gastar lo imprescindible
o al menos de no gastar tanto como se ingresa , y nos coge mal acostumbrados y peor
entrenados. Atrás quedan aquellas polémicas municipales por el mal uso del
coche de la Alcaldía que generó ciertas tensiones en el Consistorio, a
principios de siglo, pues no siempre se utilizaba bien, pequeñez comparada con
los desmanes de viajes injustificados a
Nueva York u otros usos, ahora que parece que vale todo, que todo es gratis, y que si no llegan los ingresos, la solución
es fácil, se suben, que para eso gobierno.
Pero da la impresión que esa época se acaba y que los números
son tozudos, y como se suele decir “cantan”. Así esta semana los números
asustan, el Banco Central Europea ha subido los tipos de interés 0,5 puntos de
un golpe y ha dejado a todos asustados. La deuda pública española se dispara
hasta el 125,3% y marca máximos no vistos desde 1.881…Supera los 1,456 billones
de euros…En el mes de mayo se incrementó en 11.883 millos de euros, y la
Administración que más debe la Central. Los más austeros los Ayuntamientos.
Siempre me ha sorprendido que los marxistas que son los que
dicen que todo es economía, sean los menos responsables en su uso. Los que
pensamos que no todo es economía, que en la vida influyen también otros
factores (amor, familia, amistad, solidaridad, emprendimiento, inversiones
oportunas y necesarias, …) sin embargo solemos ser más responsables en su
manejo, pues como buen padre de familia, sabemos que de su buen uso, depende la
felicidad de todos, de los nuestros…
No ha llegado septiembre y ya empiezan a preocupar los
números. ¡Centrémonos en lo importante! ¡Ya son muchas las familias asturianas
con serias dificultades para llegar a final de mes! Hoy Jeremías se lamentaba
en su escrito que los vecinos de “Judá se fían de palabras ilusorias, que no
sirven para nada!...´
Esta es nuestra responsabilidad. No la eludamos. Nos va en
ello el futuro.
José
Antonio Noval Cueto.
P.D “ …El
nivel de agua de nuestros pantanos baja al 43,8 %...”
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