El pasado viernes, cuatro de agosto, quien más , quien menos,
toda persona con cierta vinculación con Lugones, tenía una cita obligada en el
‘prau’ de las fiestas del Carbayu y es que uno de sus vecinos más ilustres,
Medalla de Oro del Ayuntamiento de Siero 2016, por su cercanía, naturalidad,
buen hacer y entrega en favor de la Comunidad, Manuel Antonio Fernández Álvarez
daba el pregón de las Fiestas del Carbayu, de las que fue presidente durante
los últimos sesenta y cinco años, como él mismo confesó lleva vinculado a las
fiestas casi desde que nació también un 4 de agosto, del 38, a las ocho de la
mañana.
Antes del pregón tuvo lugar la 19 Edición del Memorial de
Canción Asturiana en recuerdo del cantante de tonada Mon el Pegu, en el que pudimos deleitarnos con las
interpretaciones de Lorena Corripio que sorprendió con la facilidad con que
entonó la conocida canción de “Hay una línea trazá…” , con las soberbias interpretaciones del
Presi ejecutadas por Carlos Velasco, con el buen oficio de Vicente el Pravianu,
con su gaita, cante y palabra y con la colaboración especial de Guzmán, el ‘fiu
de Luis’, que nos llevó a la Asturias campesina con “Ya tá espigando el maíz” y
“Cuando vienes d’arrendar”.
A las 20:45 horas, se sube al escenario Manuel Antonio
Fernández, Manolito. Mandó que dejaran el micro en el atril, pero al poco
tiempo, ya lo tenía en su mano. Decía que no estaba nervioso, pero lo estaba.
Es un honor, un agradecimiento, pero no
deja de tener algo de reto, y si no que se lo pregunten a Mari, su esposa. Pero
jugaba con ventaja, estaba entre los suyos, los muchos que llenaban la enorme
carpa del ‘praú’ y que querían testimoniar con su presencia el afecto que le tienen.
Manolito no tenía nada que demostrar, por él hablan sus hechos, su buen hacer:
fiestas, cabalgatas, voluntario para todo aquello que mejorase su zona, su
localidad, amigo de los amigos y vecino de sus vecinos en los momentos gratos e
ingratos. Empezó su pregón con unas solemnes y protocolarias: ”Buenas tardes”,
y apenas pronunciadas y levantar la vista, nos lo agradeció a todos con su
“Vinisteis muchos”, y a partir de ahí, después de unos breves datos
biográficos, dejó que su cabeza, impregnada de recuerdos, vivencias,
sentimientos y agradecimientos fuera hilando su pregón. Todos expectantes, ni
se oía el escanciar de la sidra; se acabaron las sillas y la barra llena. Casi a esa misma hora, a las 21:00 el Jefe del Parque de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, don Rafael Ferrándiz, daba el
pregón de las Fiestas de la Virgen de la Paloma, con motivo de cumplirse cien
años desde que la Villa de Madrid, en 1923, pidió al Cuerpo de Bomberos
descender el cuadro de la Virgen de la Paloma del altar de la parroquia para
sacarlo en procesión y así lo lleva haciendo desde entonces.
En un rápido repaso nos habló de la impresión que le produjo
la gramola del Topu, a sus seis años, del desfile que realizaba la banda de
Música del Regimiento desde Casa Pedregal, recién bajados del Tranvía o del
Autobús por la calle la Estación hasta
El Carbayu; de la plaza de Toros portátil , con capacidad para 1.500 personas
en las fiestas de 1953, traída de Salamanca, y después como es lógico de
servicio militar en el Milán, fecha clave para todo joven de entonces y de su
trabajo de ‘pinche’ de carpintería en el taller de Pepe la Torre, Carril, y
cómo no de su gran obra artística , el Museo de la Romería, que fue haciendo ,
poco a poco, en su ‘tená’, desde 1969 y hoy es una delicia para todo visitante,
y del motivo de su origen, combatir e impedir que las romerías, las fiestas
fueran a menos o desaparezcan en pro de
otros atractivos más modernos (playas, escapadas turísticas…) y ya en un plano
más personal, desgranó los motivos que le llevaron, a principios de enero, a
plantear su cese como Presidente de las Fiestas del Carbayu, y es que los años
lo exigen.
Este pregón tan interactivo entre pregonero, presentadores y
público concluyó con el tradicional soplado de las velas de la tarta y el
cumpleaños feliz tarareado por todos los asistentes que le felicitaban en sus 85 años y con la entrega del pergamino
con su nombramiento como Presidente de
Honor de la Sociedad de festejos del Carbayu.
Es el segundo nombramiento que se hace como Presidente de Honor. El primero fue en 1927 en la persona del
benefactor local don José Tartiere Alas-Pumarino.
Antón, no tuviste un nieto Alcalde, pero si un buen
pregonero, un excelente Presidente de Festejos- 65 años lo avalan- y una
persona que es referente de una localidad vital y en crecimiento como es
Lugones. ¡Que su ejemplo cunda!
Si el Cuerpo de Bomberos pregona en las fiestas de la Virgen
de la Paloma. Aquí pregona Manolito, Manuel Antonio Fernández Álvarez, al cumplirse los 98 años de las
Fiestas del Carbayu. ¡Muchas gracias, Manolito! ¡Enhorabuena, que bien merecido
lo tienes! No hace mucho, un amigo sportingista como tú, me dijo: “Manolito un
fenómeno”.
José Antonio
Noval Cueto.
P:D Si antes he hecho referencia a Madrid, no ha
sido caprichosa. Hace unos años, un pregonero de las Fiestas del Carbayu,
recientemente fallecido, Don Gonzalo López, decía en su discurso que Lugones
tiene el mérito de ser una localidad en
la que nadie se siente forastero.
Afirmación que rubrico y que hago extensivas a Madrid, ciudad y palabra con la
que me unen muchos lazos afectivos y familiares.
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