Apenas iniciado el verano una amiga me dejó para leer un
libro del sacerdote naveto Alberto Torga Llamedo titulado “ Artículos y noticias SIN CENSURA” , que
éste le había regalado al bautizar a su nieta Carmen, en Narzana, un 10 de mayo
del 2020. Le agradecí el detalle, y al ver el grosor del mismo, 677 páginas, le
dije que lo iría leyendo poco a poco y que ya le diría; además se dio la circunstancia
que a los pocos días de iniciar su lectura la prensa informaba de la muerte de
don Alberto, a primeros de julio, en Nava. Hoy, 20 de septiembre, día la bajada
del Cristo de Santana de Pola de Siero ,desde su capilla hasta la iglesia
parroquial para iniciar su novena, finalice la lectura del libro, y de ello doy
cuenta en estas líneas.
Desconocía al autor y empecé su lectura con curiosidad y
desconfianza a la vez. Curiosidad porque el mero título incitaba a su lectura ,
sobre todo la expresión “SIN CENSURA”, y desconfianza sobre su contenido y
expresión, que desaparece ya desde las primeras páginas por su estilo claro,
directo, ameno y documentado: son excelentes sus notas a pie de página. A todo
ello hemos de añadir que son artículos que tratan de años muy vitales para mí:
1970 inicio de mis estudios de Bachiller Superior en el Instituto de Lugones,
recién inaugurado, y en 1983 ya ejercía como profesor desde hacía tres años.
Su lectura me ha permitido recrearme en vivencias pasadas y
ahondar más en ellas, pues mucha información publicada en Holanda, Alemania, no
era conocida en España. Eran los años finales del franquismo y los inicios de
la Transición, y a través de ellos se respira el ambiente de la época, mezcla
de incertidumbre y esperanza, propio de los vaivenes políticos del momento. Estos
casi 170 artículos, divididos por el autor en religiosos (63) y laicos (106) , reflejan los avatares
de un capellán de emigrantes en tierras de Holanda (Amsterdam, Zaandam,
Zaanstreek) que ocupan 493 páginas y muestran su labor de acompañamiento y
ayuda a emigrantes españoles sean católicos o no (labores de culto, burocracia,
avisos urgentes, cautelas, precauciones, juicios de valor, doctrina, educación,
gestión de las vacaciones, fiestas de Navidad, Fin de año…) y posteriormente en tierras alemanas en Nürnberg,
Lilienstrasse, que comprende desde la pagina 495 a la 677. Estos artículos
fueron publicados en la revista “Coraje” que editaba la Misión católica de
Holanda; en “Trabajadores unidos” y en “Comunidad Cristiana. Me pareció más
apasionante lo publicado en Holanda. En estos trece años no faltaron artículos
de formación , doctrinales, así como noticias de España, Holanda…)
No viene mal recordar que el año que más gente emigró de
España fue el 1962, la llamada emigración europea, y que en 1963 publicó Miguel
Delibes su “Diario de un emigrante”. Una de las obras que marca crudamente el
desarraigo que provoca la marcha, es “La Camisa” de Lauro Olmo. Es justo
reconocer que uno de los pilares del llamado “milagro español” fueron las
divisas de nuestros emigrantes y todo ello al cabo de muchas renuncias, muchas
humillaciones, explotaciones, pues como decía Lorenzo, el protagonista de
Delibes, “si no candamos la cartera no iremos a buena parte”.
Ahora después de más de cincuenta años España recibe
emigrantes y éste quizá sea hoy el problema más acuciante que tenemos,
juntamente con el paro y los brotes separatistas. Véase el caso canario. El documento
vital que transmiten estos artículos permite ahondar más en el drama y las
dificultades del emigrante, del que abandona
su hogar en busca de un futuro y las incomprensiones que reciben en sus
destinos (xenofobia), a pesar de contribuir con su esfuerzo a generar
riqueza…
En sus páginas se nos dice que España es el país de Europa
con más sacerdotes encarcelados, que podemos navegar en avión con tarifa
reducida, que dentro del mundo obrero holandés los inmigrantes constituimos el
subproletariado , ya que tenemos que realizar los trabajos que rehúsan los
nativos, que si será posible , entre nosotros, una convivencia nacional basada
en el respeto a los demás, que si ha muerto en accidente laboral un emigrante
de 29 años que llevaba tres semanas en Holanda, que 1.250.000 españoles hemos
emigrado a los países ricos de la Europa Occidental, que si el consejo
municipal de Rotterdam, allá por 1972, veía con buenos ojos que la estancia de
los obreros en su país se limitase a dos o tres años y se frenase la
llegada de familiares e incluso que ofrecieron 5.000 florines para quien quisiera regresar
a su país. La tragedia del inmigrante es que es empujado por los
acontecimientos sin poder tomar la iniciativa de su propia historia…
Podría añadir más datos de este excelente documento humano, cristiano,
que no rehúye valoraciones, que no siempre comparto y que el mismo autor ya no
suscribe con el pasar de los años, como él mismo reconoce en su introducción,
pero creo que lo expresado ya avala mi opinión y me llevan a recordar y desear
aquello de “Caminaré por el país de los vivos en presencia del Señor” , ya que
la fe, según don Alberto, “no es solo una creencia, sino que es
fundamentalmente una vida. Es orientar la vida en función de unos valores que,
al final, se abren al misterio de Dios…”.
José
Antonio Noval Cueto.
P.D “Llevo una temporada como perro huacho. Todo lo veo
negro, y raro será que yo me aclimate acá. A fin de cuentas, si hemos nacido en
un sitio será por algo y no es cosa de ir a enmendarle la plana al Señor”
(“Lorenzo/ “Diario de un emigrante”, Miguel Delibes)
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