Han pasado diez días de las devastadoras inundaciones de
Valencia y la vida española sigue casi paralizada- centrada en el Levante español-, estremecida y asombrada por
todo lo ocurrido y lo que pudo y puede ocurrir. Los niveles de incompetencia,
de irresponsabilidad y descoordinación fueron altos, los hechos lo demuestran,
y da pie a decir aquella frase tan evangélica de que “el que esté libre de
culpa que tire la primera piedra”, aun reconociendo la verdad que contienen las
declaraciones del general responsable de la UME
cuando dice que “nadie podía prever la magnitud de la DANA…”, pero aún
así esto no justifica el desprecio y abandono que sufrieron los afectados por
la clase política que aún hoy, viernes noche, 8 de noviembre, deja en prensa
este titular que dice:” España pide a la Unión Europea equipos de bombeo y 50
expertos para actuar en los municipios afectados por la DANA “.¿No se pudo
pedir antes?, y es que como bien dice Feijóo: “En una emergencia nacional
,ningún gobierno espera, sino que actúa”. Hace años en “El pozón “ del río
Blimales, en Lugones, cuando uno desde la orilla veía a otro en apuros, se
tiraba a socorrerlo.
El itinerario de estos días viene marcado por titulares
agresivos y contundentes, de los que entresaco el del periódico francés
”Liberatión”, que ocupó toda su portada con estas palabras: “Muertes
evitables”, que evidencia la magnitud de la tragedia, debida en gran parte a la
ineficacia en la respuesta y prevención de la misma. Noticia de la que se hacen
eco los medios españoles el pasado 2 de octubre y que obliga a un estudio y
reflexión. Durante estos días de tanteos, desconfianzas, descoordinación, desesperación
y caos, el verdadero protagonista ha sido el pueblo valenciano que supo hacer
de la necesidad virtud y enfrentarse en soledad a noches sin luz, sin agua ,
sin alimentos , sin techo y con el dolor de sus víctimas a la espalda ,
alentados en algunas zonas por unos alcaldes entregados que supieron estar en
su puesto en momentos tan críticos – estaba en juego la propia vida- alentando
y arropando a sus vecinos.
El pueblo sabe diferenciar entre error y mala fe, y el pasado
martes, 3 de noviembre, dicta sentencia al paso de la Comitiva de Autoridades
que visita la zona más afectada, Paiporta, y todos o casi todos a una, como si
fueran una sola voz, expresan el abandono y desprecio que han sentido y sienten
en los momentos más tristes y desesperados de sus vidas- lo han perdido todo: familia,
techo, trabajo, ahorros...- con su contundente “¡Asesinos!”…Expresión
espontánea que brota de los presentes. Esto fue algo más que “…unos violentos
marginados”.
A partir de ese momento la Comitiva de Autoridades se separa.
Unos abandonan la zona, otros permanecen en ella, a pesar de las protestas y
críticas que reciben, y nuevamente su Majestad el rey Felipe VI y su esposa ,
la reina Leticia, han sabido estar a la altura de las circunstancias e intentan
trasladar un mensaje de comprensión y de ánimo , en estos momentos tan
difíciles, a personas que lo han perdido todo y que se sienten solos y abandonados, a la
intemperie. Y nuevamente aparece la palabra precisa y oportuna que canaliza la
situación, en boca de la reina Leticia: ¡Tenéis razón!
Yo ,como la mayoría de los españoles, no sé si soy monárquico
o no, pero sé que la Monarquía favorece ,consolida y cohesiona a España y a sus
gentes- y además me gustan las cosas
bien hechas, la nobleza , la buena fe, y de ello a lo largo de su Reinado sus Majestades
han dado abundantes pruebas de su compromiso con España y los españoles; véanse
la múltiples visitas a Hospitales y provincias en época de la pandemia; sus
elaborados y medidos discursos que animan , alertan y trasladan
objetivos, metas o su defensa de la unidad de España en su valiente mensaje televisivo
a todos los españoles aquella tarde noche del 3 de octubre de 2017, cuando el
secesionismo catalán ponía en peligro la convivencia y el bienestar de todos y
la clase política estaba muda, mirando para otro lado; y en el caso de Asturias, su cercanía y cariño
con todos nosotros es conocida; recientemente la propia Princesa de Asturias
recalcó sus vínculos sanguíneos con
Asturias y se considera una “asturianona
más”…
Dicho esto creo que ya va siendo hora que la Familia Real
tenga residencia oficial de descanso, de vacaciones, en Asturias. Motivos hay.
Los Reyes también achican agua con sólo su presencia y comprensión, y es que
como decía la poetisa Ana Blandiana (Premio
Princesa de Asturias de las Letras 2024): “Este premio es diferente de
cualquier otro premio, porque combina el misterio de la poesía y el misterio de
la realeza…sin ellos todo sería menos bello y menos bueno”.
José Antonio Noval Cueto.
P.D Durante estos días la expresión que más me molestó por su
insensibilidad fue la que pronunció la portavoz de Podemos, Aína Vidal, en el
Pleno del Congreso del día 31 de octubre, en plena catástrofe, cuando dijo que :
” Los diputados no están para achicar agua”.
Recientemente el nuevo Jefe de Traumatología del Hospital de
la Paz, el asturiano Samuel Antuña, dijo en declaraciones a “La Nueva España” …“que
lo más importante es escuchar al paciente”. ¡Ojalá hagamos todos lo mismo! Y ya
que hablamos de palabras no quiero concluir estas letras sin felicitarme de que
el Premio Nacional de las Letras 2024 haya recaído en el escritor gallego
Manuel Rivas, una de las prosas más elaboradas del panorama literario actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario