Las palabras las lleva el viento y los números cantan son
expresiones muy arraigadas en el colectivo popular que dan pie a escribir estas
letras. Hace ya mucho tiempo que quería
escribir un artículo en el que
los números fueran los protagonistas a costa de las letras – otra de las muchas contradicciones del diario
vivir- y lo voy a intentar, con la única intención de captar lo que ocurre a nuestro alrededor y
más en una realidad tan opaca como la
que vivimos, en la que siempre nos enteramos del problema cuando surge, cuando
explota o lo hacen explotar, y mientras abundan las simulaciones , folclore y
el postureo, - el decir que hacemos- , los ansiolíticos de conciencia que no resisten
el mínimo análisis, véase el atropello e
invasión de Ucrania o la masacre y destrucción de Gaza. Al pan, pan; al vino,
vino. Del conflicto gazatí las únicas palabra juiciosas se las oí recientemente
al expresidente González , al afirmar “que la limpieza étnica es insoportable y
Natanyahu es el principal impulsor del antisemitismo,” y a la vez “pedir a Hamás, entre otras cosas, que suelte a los rehenes…” De momento, hoy
sábado, 4 de octubre, de mañana, no lo ha hecho.
La invasión de Ucrania del 24 de febrero de 2022 ocultaba
algo que cada día se hace más evidente y es la preocupación mundial por el
poder, las áreas de influencia, los dineros,
las tierras raras, en una sociedad que tiene como principal estímulo el
consumo, el gasto, el placer, el disfrute sin límite y por encima de nuestras
posibilidades y que ha hecho que quién más y quién menos se pregunte “quién va
a pagar mi deuda” y que tangiblemente se evidencia en la ansiedad del
presidente Trump de imponer aranceles a todos los países que comercian con
ellos, para hacerlos menos competitivos , favorecer e incrementar la venta de
sus propios productos, y de rebote reducir su enorme deuda, todo bajo la frase patriótica de “América
Frist”, o América Primero. De momento no
está dando los frutos que él esperaba.
Estados Unidos sigue siendo uno de los países con más deuda pública ,
con casi 36 billones de dólares, a finales del 2024, un 124% del PIB, y quiere con aranceles que otros se la paguen.
Pero esto no pasa sólo en América, ocurre en todo el mundo ,
así Japón, es el país con más deuda pública, con un 250% del PIB, pero casi
toda en manos de particulares del país, o en Singapur, con el 137% del P.I.B…e
incluso en la misma Unión Europea con deuda de casi 14,88 billones de euros de
deuda, lo que supone el 87,7%, con países como Grecia con el 160% del PIB,
Italia con el 137%, Francia con el 110% o la misma España con una deuda de 1,691 billones de euros, - 65.000.000 e. más en 2024- con un 103,5% del PIB…, y con
la paradoja que un 41% de deuda está en manos extranjeras, un 28% del Banco
Central Europea, un 13% en manos de bancos y un 7% en Aseguradores…Los
intereses del pago de nuestra Deuda ascienden a un total de 42.000 millones de
euros, unos 90 millones de euros diarios. Los países menos endeudados de Europa
son Estonia, Luxemburgo y Letonia.
Ahora ya empiezo a entender porque, a pesar de mejorar la
recaudación año tras año, nuestra necesidades no sólo no disminuyen , sino que van
a más -véase el problema sanitario y las listas de espera médicas-, y para más
colmo recientemente nuestro Gobierno ha
condonado o perdonado 83.252 millones de euros a nuestras autonomías, con la
única pretensión de garantizar el apoyo catalán previo pago o perdón de 17.104
millones de euros.
Visto lo visto ya entiendo que Asturias sea una de las
autonomías donde los particulares más renuncian a su herencia, un 23% de las
herencias, y eso sin tener presente la deuda que acumulan sin rubor los
actuales gestores y que , por supuesto,
habrá de pagar. ¿Cómo?... Francia ya se
ha puesto a la dura e ingrata tarea de recortar, de reducir, de acompasar los
gastos e ingresos y Alemania ya avisa…
Ante situaciones tan incomprensibles y difíciles recurro al
método de mi amiga Casimira que, al encontrarse en situaciones tan difíciles e
incomprensibles, postra rodilla en suelo e implora al Padre que otro pague su
deuda. ¿Quién?... ¿Quién cargará con el mochuelo?
José Antonio Noval Cueto.
P.D “Ay la mentira que vivimos / fue el pan
nuestro de cada día. / Señores del siglo veintiuno, / es necesario que se sepa/
lo que nosotros no supimos,/ que se vea el contra y el por,/ porque no lo vimos
nosotros/ y que no coma nadie más/ el alimento mentiroso / que en nuestro
tiempo nos nutría…”(Pablo Neruda)
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