La
expresión “tirar de la manta” que entre sus acepciones más comunes tiene descubrir algo que se mantiene en secreto
o amenazar con desvelar algún suceso
escandaloso relacionado con la política o los negocios, toma su origen en
épocas de crisis como la nuestra, así en el S. XVII , concretamente en el año 1.610, al
producirse un conflicto de intereses entre los “cristianos viejos o de siempre”
y “los conversos o judíos convertidos al cristianismos a raíz de la expulsión
por los Reyes Católicos·”. Los cristianos
viejos tiran una manta o lienzo que cuelga de la Capilla del Cristo del
Perdón de la Catedral
de Tudela(Navarra), donde figuran los nombres y apellidos de los conversos, a
fin de que todo el mundo supiera quiénes no eran “católicos de pura sangre”.
Una reproducción de ese manto o lienzo se conserva en el Museo de la Sinagoga de la Catedral de Tudela, y en
él se pueden observar en tres columnas los nombres y apellidos de los conversos,
y en una de ellas, como cosa curiosa aparece los apellidos de un Rodriguez
Zapatero, de nombre Juan. A partir de ese hecho las miserias humanas han
favorecido que este término goce de buena salud, a pesar de que como dice un
buen amigo sacerdote “ las mortajas no tienen bolso”.
No
obstante, a mi, quizás por deformación profesional siempre que sale el término
“tirar de la manta” me acuerdo del capítulo XVII del Quijote donde se cuenta
que Sancho al no pagar en la venta la estancia
y comidas de su amo y suya, ante las
quejas del ventero u hospedero, entonces 9 personas allí presentes, de
diferentes profesiones, todos según Cervantes “gente alegre, bien intencionada,
maleante y juguetona, puesto Sancho en la mitad de la manta, comenzaron a
levantarle en alto y a holgarse con él, como con perro por carnestolendas…hasta
que de puro cansancio le dejaron” . Imagen que puede servirnos para la vida
española de ahora, donde todos quieren sacar provecho del caso Barcenas,-
periódicos, políticos, tertulias...- , le aúpan y le dejan caer, según convenga. Esta escena
del Quijote da para mucho, pues al pobre Sancho sólo le socorre una moza de
posada, fea, alegre y compasiva, Maritornes, mientras su amo , el Hidalgo por
excelencia, el Señor de la
Mancha , no de la manta, don Quijote, se contenta con decir
“denuestos y baldones” y después se justifica ante su criado de que él no podía
socorrerle, pues no podía contravenir
las leyes de la caballería o la estabilidad reinante.
El
ventero reclamaba el pago de la posada. Nosotros, los ciudadanos de pie, cada
día más empobrecidos, sorprendidos, avergonzados y atemorizados reclamamos
JUSTICIA , y si para que se haga justicia es necesario
tirar de la manta o del colchón que se tiré, pero con todas las consecuencias,
pues lo mínimo que un vecino puede exigir son explicaciones, disculpas, y
aquellas personas que sean indignas de la confianza que los ciudadanos han
depositado en ellas que se vayan; pero
ese tirar de la manta que no sea selectivo, que afecte a todos, a todas
las instituciones del Estado y organizaciones sociales, políticas, incluido el Sr.
Valderas y desahucios, pues no puede permitirse que la corrupción afecte a la
vida entera de nuestra nación, y esto es lo que reflejan las encuestas que
periódicamente publica el Centro de Investigaciones Sociológicas de España y
hasta ahora nadie reacciona. Conseguir esto sería como tocar el cielo con las manos.
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