La poesía es un arma cargado de futuro para transformar la sociedad y especialmente al hombre, y éste es el mensaje que he sacado del magistral espectáculo que ofreció
Han
pasado algunos años, bastantes, para que aquel amplio recibidor y quizás zona
de juego de infancia del VII Conde de Toreno, se trocará, gracias a la
colaboración de “Tribuna Ciudadana” y de la Viceconsejería de
Cultura, en improvisado Salón de Actos donde la palabra se hizo verso, el verso
música, y la música danza…sin que en ningún momento desfalleciera la palabra,
hizo conductor del recital, que bajo el título “Directo de Amor”, nos ofreció
quizás los mejores versos de amor de nuestra Literatura, y se ha comprobado
como los sentimientos, cuando son importantes, funcionan más por vivencias,
certezas, que por definiciones.
Ayer,
gracias a la Caravana
del Verso, el protagonista fue el sentimiento y en especial, el amor, que
comenzó con el poema titulado “Balada del Loco Amor”, de José Angel Buesa que
preparó el terreno para que un poeta del Barroco, el ingenioso Quevedo intentará
en verso ir “Definiendo al amor” y para ello echo mano de paradojas, retruécanos,
de contradicciones, de “ hielos que abrasan”…A partir de ese momento se abrió
la competición y pudimos asombrarnos de la belleza y expresividad de los versos
de Blas de Otero, Federico García Lorca, José Agustín Goytisolo, Juan Ramón Jiménez,
Pablo Neruda , José Bergamín, nuestro singular Ängel González con su bello
poema “Me basta así”, que se inicia con estos sentidos versos que dicen: “Si yo
fuera Dios / y tuviese el secreto,/ haría un ser exacto a ti…”, o el
considerado poeta del amor por excelencia, Pedro Salinas, con su bello poema:”Para
vivir no quiero islas, palacios, torres…yo te quiero, soy yo….”. Y entre poemas
y poemas se fueron intercalando canciones, interpretadas con gran técnica y
precisión por el joven cantautor Rodrigo Alperi o por la experimentada
recitadora y cantautora, toda sensibilidad, Cristina Rudolph que interpretaron temas
de Rafael Amor, de Fernando Alvarez Balbuena, de Violeta Parra o poemas
musicados de Antonio Machado, Pablo Neruda, de las que quiero recordar la canción
“Volver a los 17”
de Violeta Parra, donde su letra nos dice que lo que puede el sentimiento, no
lo puede el saber…Juntamente con este hermanamiento de música y poesía, la
danza tuvo su importancia en “Pequeño vals vienés” y especialmente en el tema “Carmen”
del Act.4 de Bizet, donde una vez más se pudo comprobar la plasticidad y
armonia del ser humano, en este caso la bailarina Sandra Risueño acompañada por
el grupo Flamenco Vivo, y donde se cuidaron los mínimos detalles, incluso hasta
los abanicos de color blanco y rojo…Nada se dejó al azar, a la improvisación, y
durante toda la velada la palabra convertida en perla, en sorpresa, nos dejo
expresiones que hablan de “ lágrimas de llanto donde cabe el mar”, de “ soy la prolongación
de tu sonrisa, de tu cuerpo”, del “vals de quebrada cintura y de su fragilidad
hecha “museo de escarcha”; de coplas populares que hablan “yo no puse en
compraventa mi corazón desprendido”; de existencia porque tú existes: de la
nerudiana “boina gris que el corazón calma”; de que “yo no presto mi corazón
para la envidia, para el soplo”…podría seguir sumando más perlas literarias, más
sorpresas en esta tarde donde por faltar no falta nada, ni incluso el nombre de
Carmen, en un mes como este, de noviembre, que recuerda la muerte de Carmen
Amaya “La Capitana ”,
un 19 de noviembre de 1.963, y a la llamada por Francisco Umbral “Musa de la Democracia ”, la bella Carmen Díaz de Rivera, que
hoy, 29 de noviembre del 2.000 falleció.
Estamos
llegando al final de “Directo de Amor” y como postre teníamos unos versos, poco
conocidos, del gran prosista Camilo José Cela, titulados “Casi cien acrósticos”
que hablan de “Sé bien que me estoy muriendo pero no de vejez, sino de amor…y
también sé que te estoy matando pero de de juventud, sino de amor”…y la
sorpresa de la noche, en un día donde mandan los sentimientos, nos la dio el
recitador Felipe Prieto ,
al dedicar unos versos en homenaje a su mujer Maribel, fallecida tal día como
mañana, un 30 de noviembre, hace siete años. Versos, unos escritos por la
difunta y que hablan de “un jilguero de música de colores” y otros compuestos
por el propio Felipe, a partir de una experiencia personal al cruzar el Campo
San Francisco y que hablan de un ruiseñor y de su soledad.. Temática que
recuerda el bello romance del Conde Olinos, o el episodio del rosal y el
espino.
Ayer,
después de hora y media, volvía a experimentar la fuerza de la palabra y a
nosotros, sólo a nosotros nos compete mantenerla. No pudo celebrar mejor sus
cinco años de existencia “La
Caravana del verso” que recitando versos, repartiendo
sentimientos, de los que tan necesitados estamos, y recordando que hemos de
perder el miedo a la palabra, objetivo
fundacional de esta “Compañía del verso”.¡Apreciado amigo Joaquín gracias por vuestra
entrega en pro de la poesía!!Enhorabuena y persistid en el empeño!
PD:
“Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra…” (Blas de Otero)