Hay
frases o expresiones que uno lleva oyendo desde hace muchos meses, día tras
día, y no se para a pensar en ella, pero cierto día, sin que haya ningún motivo
especial o quizás sí, ese saludo se carga de contenido y queda grabado en
nuestra mente, y eso me ocurre con el saludo que don Carlos Herrera dedica a
sus oyentes, a las 8 de la mañana, al reiniciarse el programa, cuando con su
tono cantarín, cálido y cercano, nos dice:
-
Señoras, señores:
Me alegro
Saludo
que agradezco y que nos transmite un toque de frescura, de ilusión, de
vitalidad y estímulo cuando uno va hacia su trabajo. Ayuda a replantearse la jornada y reconocer, que a
pesar de las múltiples dificultades del diario vivir, uno debe estar alegre ,
contento, y entre otros muchos motivos por saberse querido, estar sano, tener
abastecida la nevera, ganarse el pan honradamente y representarse a sí mismo, o
sea poder decir sí o no. Acciones que no todos pueden cumplir, llevar a cabo,
basta pensar sólo en los 103.920 asturianos que tenemos en la lista del paro.
A
pesar que da la impresión que los problemas van a más y que las fuerzas de la
naturaleza y del mal se conjuran para cercarnos y bloquear cualquier salida, aún somos muchos los que
aún no buscamos en la basura ; los que
no tenemos que ocultar el rostro para pedir limosna; los que tenemos un
proyecto de trabajo, de mejora, de vida en común y queremos que se haga
realidad, y somos precisamente nosotros los que tenemos que trasladar
esperanza, futuro, seguridad a quienes zozobran por la vida sin norte, y esto
sólo se consigue con nuestra conducta y entrega, con nuestro compromiso, con
nuestra solidaridad. Y esto sólo se logra si confiamos en el hombre, si de
verdad reconocemos que el hombre, el ser humano , es lo más importante de la Creación , y esto, tan
evidente, por desgracia, no siempre se practica o al menos con la intensidad y
fuerza necesaria.¡Cuánto bien haríamos si todas las investigaciones y todos los
dineros que en el mundo fluyen tuvieran como único beneficiario: el ser humano,
independientemente de su lugar o procedencia!
. No
hace mucho desde Hungría, desde el Centro Médico de la Universidad de
Debrecen, nos llegó la noticia de que una mujer de 37 años dio luz a su hija, 90
días después de ser declarada muerta cerebral. Revelaciones como éstas son las
que necesitamos y nos hacen ver lo que podemos conseguir con sólo
proponérnoslo. Novedades como éstas alegran y justifican la vida. Cada día cobra más fuerza aquel párrafo del Génesis que dice:”Dios puso al hombre y a la
mujer en la tierra para que la cultivaran y custodiaran…”
José Antonio
Noval Cueto.
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