“Ponga un Mauricio
en su vida…”
El próximo día 22 de noviembre los argentinos tienen que
decidir si rompen con el multisecular e inoperante peronismo de segunda mitad
del siglo XX y principios del s.XXI o si abren la puerta a M.M, o sea a
Mauricio Macrí, la esperanza de última
hora. Respuesta que si no es sencilla para un argentino, fervoroso del mito y la sicología, menos para
mí, desconocedor de esa realidad.
Hechas estar apreciaciones tengo que confesarles como ha
llegado hasta mí la figura emergente del conservador Mauricio Macri , y no podía ser de otro modo
más que a través de amigos y parientes argentinos – recuerdo que el padrón
de españoles en el extranjero 2015 asigna a Argentina la cantidad de 423.006
españoles o descendientes de españoles – y ha sido una de ellos, concretamente
Claudia, quien a mediados de agosto , me enviaba un pequeño relato, impregnado
de ternura , titulado “Tito el Caleserito”, donde su autor, un tal Mauricio
Macri recordaba que no hay trabajos pequeños y agradecía los 75 años de
profesión de Tito el Caleserito, propietario de una calesita en la Plaza
Arenales, en Villa Devoto, que al día siguiente cerraba su calesita, en busca
del merecido descanso, y decía: “ Me cuesta imaginar una tarea más importante que
la de Tito , que lleva a pasear niños en el primer viaje solos de sus vidas…”.
El texto me gustó y pude comprobar como la buena literatura,
impregnada de naturalidad, sentimientos y vivencias, no deja a nadie
indiferente y más cuando evoca épocas tan importantes para el desarrollo
armónico de la persona humana como es la infancia. Al concluir su contenido y
guardarlo en mi archivo pensé que su autor sería un nuevo valor de las letras o
del periodismo argentino, pero mira por donde su autor resultó ser el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires
, orbe de más de quince millones de personas, y que puede convertirse, si así
lo desean los argentinos, en el próximo presidente no peronista, y todo después de forzar una segunda vuelta o “ballotage”
frente al candidato oficial y peronista Daniel Scioli, algo que nunca visto en
aquellos contornos y cuando por primera
vez votan los jóvenes de 16 años.
No puedo juzgar lo que no conozco , salvo citar los muchos titulares
desafortunados que los líderes peronistas nos han proporcionado en las últimas
décadas y más concretamente en los últimos tiempos – problema Repsol y Cristina
Fernández de Kirchner a raíz del yacimiento petrolífero de Vaca Muerta… - pero como nieto de un abuelo que pasó cuarenta
y cinco años de su vida entre Rosario de Santa Fe y Córdoba , voy a hacerme eco de las
impresiones que le produjo el viaje de
regreso de Juan Domingo Perón y su última esposa, Maria Estella Martínez Cartas
,“Isabelita”, a Argentina, un 16 de noviembre de 1972. Por aquel entonces era
yo un joven de unos veinte años y mi abuelo ya estaba postrado en la cama, y en
su habitación para aliviar su situación y saciar su curiosidad tenía un
televisor - eran los tiempos de la tele en blanco y negro-. Estábamos viendo el telediario cuando se nos
trasmiten las imágenes del general Perón y su esposa subiendo las escalerillas
del avión que le conducirá de regreso a
su patria. Mi abuelo con cara de asombro, de sorpresa, de estupor, no podía dar
crédito a lo que veía, y de manera espontánea, sin que mediara ninguna
pregunta, pronunció las siguientes palabras que siempre han martilleado en mi
cabeza:
¿Cómo se atreve a
volver a Argentina esta persona que la arruinó?
Desde entonces a acá las vicisitudes de violencia y locura que ha sufrido y soportado la nación argentina
son de todos conocidas y tan inhumanas y penosas que hacen innecesario cualquier comentario , salvo el gozo que supone la recuperación de 118 nietos por las abuelas de la Plaza de
Mayo.
El próximo 22 de noviembre la respuesta corresponde a los
argentinos,- aunque supongo que su decisión también en parte o en mucho nos
afecta por lo ya antes citado - y nadie
mejor que ellos conocen las bondades o ruindades de su sistema político. El
futuro está en sus manos. A mí la cita electoral me ha hecho recordar las apreciaciones de mi abuelo,
con
quien me carteaba desde mi más tierna infancia – era la época de las cartas por
avión; de qué no hablaría si hubiera existido correo electrónico…- y alegrarme, como amante de las letras, que uno de los aspirantes a la Casa Rosada ,
Mauricio Macri, sepa narrar, contar las peripecias que han marcado su vida,
como esa “Calesita” de Villa Devoto, ya que soy de la opinión que quien se
asombra de lo cotidiano y diario, está en condiciones de asumir el reto del
futuro, pues sabrá distinguir los diferentes matices del día y aprovechar las
oportunidades que la realidad le brinde, y más cuando como dice Neruda:” Nunca
estuvimos tan amenazados , la tierra y la familia, el cristal y la miel, la
golondrina y el recién nacido”.
José Antonio Noval Cueto.
P.D En Argentina y los países de su entorno se llama calesita al tiovivo o barraca circular de caballitos , cochecitos y demás cosas...
P.D En Argentina y los países de su entorno se llama calesita al tiovivo o barraca circular de caballitos , cochecitos y demás cosas...
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