Antes que los ríos se tiñan de verde – algo muy fácil en esta
Asturias lluviosa y verdosa – y que por las calles de Chicago y de Nueva York
desfilen millones de personas con motivo de la festividad de san Patricio, un
día antes, 16 de marzo, se celebró en el
colegio Los Robles el Acto de Graduación
de la Imposición de Becas a los Alumnos de la XXXVIII Promoción, que iniciaron su andadura un setiembre de 2006
y que ahora, a falta de unos meses para el final de curso, con este acto,
cargado de afectividad y de agradecimiento, hace balance del camino recorrido ,
de los aciertos y errores, de éxitos y fracasos- educación que también se
necesita-. Todos esperamos este día con interés y especialmente los alumnos,
auténticos protagonistas del mismo.
He asistido a casi todas las Graduaciones del Colegio, creo que
a 36 de las 38 celebradas, y nunca he visto que ninguna promoción no estuviera
a la altura de las circunstancias, que no cuidara y celebrara el Acto con el decoro y
distinción que todos deseamos, y si alguna vez se saltaron el protocolo fue
para humanizar y ennoblecer más el acto, ya que el aplauso de alguno de sus
compañeros lo merecía. Desde la primera, celebrada un 12 de junio de 1981 hasta
la actualidad, la estructura es la
misma, con esas pequeñas novedades que facilitan los nuevos avances técnicos ya
de tipo informático o decorativo, y que
es la siguiente: a/ Recibimiento a las familias y entrega a las madres de un
ramo de flores b/ Santa Misa para
agradecer al Señor todos sus desvelos
durante estos años e implorar su protección ante los nuevos retos que les
esperan c/ Imposición de Beca de la Promoción a Nuestra Señora de los Robles en
la capilla del Colegio, sita entre arboleda, zona verde y canchas deportivas,
de modo que los suspiros del aire, las oraciones, las risas y gritos la
arrullen y fervorosamente le piden que
ya que ha sido Testigo de sus avatares, de sus preocupaciones, alegrías y
tristezas, que no les olvide, aunque
ellos no siempre se acuerden de Ella. d/ Lección magistral, que en esta ocasión
corrió a cargo del catedrático de Derecho Civil don Ramón Durán Rivacoba que en una medida y cariñosa intervención – lejos de su intención quitarles protagonismo a ellos, los alumnos de la
XXXVIII - , les recordó que este acto
Académico es una Ceremonia de Tránsito, de una etapa que pasa a una que se
abre, que es un día para ser agradecidos por el privilegio que supone estudiar
y forjarse un camino personal, un proyecto de vida, que se alimenta y se
sustenta en la esperanza, que exige y demanda una libertad no exenta de
responsabilidad, que nos estimula a encarar un futuro donde uno debe decidir por sí mismo y
esto, por desgracia , no está exento de dificultades en una sociedad que se
pretende uniforme, y donde el ruido, la
contaminación , la moda y la etiqueta intentan marcar el camino. El reloj está
a cero, empieza a andar, tú debes marcar
los tiempos, los proyectos, tu plan de vida, y para ello se necesita
discernimiento, búsqueda de la verdad – que existe- y para ello se necesita
lectura, conocimientos, habla, escritura, vista y oídos. No debemos conformarnos con ser
meros auxiliares de conocimientos o intermediarios, sino tenerlos propios, y
para ello hemos de buscarlos, sopesarlos y contrastarlos, y sólo entonces
difundirlos. e/ Imposición de la beca de Colegial a cada uno de los alumnos, y
al concluir el profesor encargado de Curso Don Guillermo Suárez Noriega y el
alumno de la Promoción don Pedro Izquierdo Fernández-Ladreda, se dirigieron a
los presentes. Don Guillermo después de una breve explicación de lo que supone
en sí la imposición de una beca, sus orígenes
y el significado etimológico de la palabra “Colega” o “los que leen
juntos”, hizo una rápida pasada por la trayectoria académica –niño infantil-edad
del pavo- adolescencia-, recordó que la vida se teje con éxitos y fracasos y
que es necesario aceptar los fracasos y que sólo fracasa el que nunca se
levanta , y en esa línea de certezas les dijo que nadie puede ser feliz solo y
que después del “triunfo” no hay nada.
Por su parte, Don Pedro, ya colegial, con el apoyo de imágenes, recordó
anécdotas y vivencias de su promoción y
agradeció a los padres y profesores todos los esfuerzos para lograr su mejora como
personas y como estudiantes. f/ Clausura del Acto, con las palabras del señor
Director don Ángel Gallo López que después de algunas breves y oportunas
consideraciones, da la enhorabuena a los nuevos colegiales y agradece a las
familias la confianza que han depositado en el Colegio . Concluye la ceremonia
con el “Gaudeamus igitur” y la foto de rigor.
Después de un día tan emotivo , para reponer fuerzas, dialogar e intercambiar experiencias, en el comedor del
Colegio, nos esperaba el típico vino español, cervezas, refrescos y unas originales y exquisitas viandas.
Creo tener documentación y vivencias para afirmar lo que he dicho:”
que todos los Actos Académicos han sido y son excelentes”, y dentro de esa excelencia, únicos,
irrepetibles, y es que cada generación
es como es, diferente a las demás, ya que las personas que la integran son
diferentes, no se repiten, y en esto
reside su originalidad.
Escritas estas palabras que os debía y con las cuales os expreso mi gratitud, mi
deseo que vuestro proyecto y plan de vida llegue a buen puerto,
tengo que confesaros que según venía en coche hacia el Colegio me invadía
nostalgia, tristeza, melancolía, saudade… como querías llamarlo, y es que también yo estaba en una ceremonia de tránsito, de paso
de una etapa a otra, y es que después de 38 años ésta era mi última ceremonia
de Imposición de Becas como profesor del Colegio .
¡Un
fuerte abrazo para todos!¡ Os deseo lo mejor!
José Antonio Noval Cueto
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