martes, 23 de octubre de 2018

“La encrucijada energética…”




El próximo 14 de noviembre se cumplen dos años del incendio ocasionado por unas velas en una vivienda de la localidad de Reus y a consecuencia del cual falleció una anciana, de 81 años, a la que hacía dos meses que le habían cortado  la luz por impagos. Desde ese momento despertamos y como siempre ocurre  tuvo que ser una muerte la que denunciara y reivindicara las injusticias que padecían y soportaban muchas personas, especialmente las de menos recursos, viudas y mayores. Por unos días se nos olvidó el fútbol, la lengua, la mascota, el procés,  la independencia y nos centramos en lo que de verdad importa: la dignidad de las personas, y se buscó mitigar nuestros remordimientos con subvenciones o ayudas que combatan la pobreza eléctrica. Medidas bien venidas, aunque sean ya tardías para algunos , como la anciana de Reus.

El tema energético siempre  ha preocupado y más en una región que tanto debe al carbón , ahora que se habla de descarbonizar, pero a mí me alarmó especialmente una noticia publicada en un periódico de ámbito nacional, allá por el año 2013, en la que  alertaba que la deuda que el Estado tenía con  las empresas eléctricas ascendía a  28.700 millones de euros. A lo largo de estos años, concretamente en el año 2017, la cantidad se había reducido a 21.000 millones de euros y supongo que a ello han contribuido las cuantiosas subidas del recibo de la luz,  que en agosto de esto año experimentaba un incremento del 11%, compárenla con la subida del salario anual. Se ha publicado que en los últimos quince años el recibo de la luz ha subido un 85,7%.

Según pasan los días y a raíz de las últimas noticias (Alcoa, Ford…),  el tema cobra tintes de más gravedad, ya no sólo afecta a los particulares, también a las empresas, reducciones de plantillas, cierres, deslocalizaciones…Y por el medio hemos tenido un cambio de gobierno y las soluciones que proponen vienen cargadas de polémica, de intereses ocultos, de confusión, y lo que es más triste , los que saben, los que pueden hablar , se callan. ¿Pueden ser competitivas nuestras empresas con las de los países de la UE? ¿Cuesta lo mismo la electricidad en Alemania, Francia … que en España? ¿Es justo y atinado  que regiones de España, por ciertas exenciones o privilegios, tengan diferente precio energético con la  competencia desleal que genera?

Desde que Pedro Sánchez se ha hecho responsable del Gobierno de España ha sido una constante penalizar al diésel como el combustible causante de todos los males del sistema, pero uno se encuentra , a veces, con opiniones discordantes y supongo que bien avaladas, como la expuesta recientemente por el Consejero –Delegado de Repsol cuando dice:” La nueva movilidad hacia la que avanza la automoción debe apostar por todo tipo de tecnologías, incluyendo el diésel, combustible “mucho más eficiente” que la gasolina y en torno al cual considera que se ha hecho un falso debate”, que contribuyen a sembrar más dudas y desconfianza y nos lleva a decir ¿qué hay detrás?¿quién se beneficia o a quién o quiénes privilegian tales decisiones? Lo cierto es que España tiene 31 millones de coches y el 56% de los mismos son diésel.

La crisis económica ha hecho estragos en España y aún no hemos salido de ella, y la prueba más evidente es que nuestro parque automovilístico es de los más viejos de Europa, con una media de más de 12 años, cuando en el 2008, era de 8,5 años y  esto como es de suponer, genera  más polución… Parece ser que el gobierno ha llegado a un acuerdo con Podemos para que el 30% del incremento de la subida del diésel se destine a ayudas para adquirir coches eléctricos hasta el 2020, dándose la paradoja que como bien dice el periodista  Carlos Cancela en “El Confidencial”, “los coches eléctricos(para ricos) los pagarán los diésel(de los “pobres”)…

Expuestas mis preocupaciones, yo ya tengo la linterna y las velas preparadas  por si fuera necesario; pero lo que sí debe preocuparnos  es cómo conseguir que baje el precio de la energía y que vengan nuevas empresas, y , por supuesto, que las que están, sigan, se queden.

                                                    José Antonio Noval Cueto.





No hay comentarios:

Publicar un comentario