Sí, tiene un problema político que condiciona todos los demás
y que los propios políticos no quieren resolver, diagnosticado de los tiempos de la crisis
dura, y que el mismo Rey Emérito, Don Juan Carlos, en su discurso de Navidad del 2013, reconocía al decir que el problema de España
era político y que su resolución dependía de la política, de la buena
política-añado yo. Han pasado años, hubo mayorías absolutas y la política se ha
ido degradando y estamos llegando a unos niveles tan mezquinos que cuesta diferenciar
mentira de verdad, circo de Parlamento , legalidad de ilegalidad, derecho de
antojo. Se vende transparencia cuando preside la opacidad y sus escuchas y se
cree que se es democrático por depositar cada cierto tiempo una papeleta en la
urna, sin la información y reflexión necesaria.
Hace unos días un jurista de solvencia lamentaba que la campaña electoral se diferencia poco de
las campañas publicitarias de los grandes almacenes, con la salvedad que la
publicidad engañosa y subliminal está penada por la Ley, y las campañas
electorales no, todo vale, todo se permite con tal de engañar al votante, de
llevarle al huerto, pues su obligación
con el electorado prescribe en cuanto se cierren las urnas.
De todos los problemas que me preocupan, con ser importante
el paro, la deuda pública –debemos más del 97% de lo que producimos-, la
corrupción, el tema catalán…a mí en estos momentos y a la vista de todo lo que
ocurre lo que más me preocupa es la obsoleta ley electoral que no da respuesta
a nuestras necesidades, que no resuelve sino que incrementa nuestros problemas,
que no permite que nuestro voto decida, que pone en peligro la unidad de España
al premiar la inestabilidad y favorecer al independentismo. Se nos engaña con
el que todos somos iguales y es una fragante mentira, pues hay territorios
(País Vasco, Cataluña…) que con menos votos obtienen más diputados, y el uso
que hacen de ello es sabido por todos. Se nos dice impúdicamente que la
historia la vas a escribir tú, y de seguir las cosas como están, nos la
escriben, como hasta ahora. Se denuncia que hay personas que ganan las
elecciones sin presentarse y va a seguir ocurriendo. Se habla de defender la
unidad de España sin complejos y uno se pregunta ¿cómo?...cuando la actual Ley
Electoral no lo permite…Muchos de los problemas que elección tras elección nos
atenazan y amedrentan se resolverían con listas abiertas y una doble vuelta si
fuera necesaria.
Esto que expongo es conocido por todos. Hubo partidos que
tuvieron representación suficiente para hacerlo (PSOE,PP…) y no quisieron
hacerlo, seguro que habrá un porqué que no coincide con el sentir ciudadano de que gobierne la lista más votada.
De los recién llegados a la casta, sólo Ciudadanos y Vox lo denuncian, los demás (IU, Podemos …) callan. Lo único cierto a día de hoy es que llevamos tres elecciones
generales en menos de cuatro años y siempre los españoles tenemos que votar en
un ambiente hostil, de tensión, donde se nos pide madurez y reflexión de modo que busquemos la
solución menos mala, la que menos nos complique la vida, la que garantice
nuestra viabilidad económica y la paz social, y esto es difícil de lograr en un
ambiente electoral presidido por engaños, mentiras, manipulación de
sentimientos y promesas imposibles y donde los números se ocultan, se tapan y
si hace falta se raspan.
Yo, señores, doy mi voto a quien me garantice una España paz,
con igualdad de oportunidades para todos, en progreso, pero del bueno, del
real, del que se cuantifica en las listas del paro, que permita a las familias
sonreír, llegar a final de mes, sentirse a gusto de ser como son , vivan donde
vivan, y para ello es necesario una nueva Ley Electoral que permita que tú , de verdad, decidas y que escribas la
historia con tu voto.
José
Antonio Noval Cueto.
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