lunes, 26 de abril de 2021

“San Pedro manda avisos…”

 

El titular de este artículo me lo ha ofrecido mi vecino de terraza del café  “El Navarrín”, al comprobar como uno, sentado a su lado, al querer saludar a un conocido   que subía por la rampla que comunica la calle Marquesa de Canillejas con la Iglesia de San Pedro, en Pola,  después de llamarle dos o tres veces : ”Manolo, Manolo, Manolo…”, el aludido no se enteraba, pues ya su cierta edad impedía que su oído escuchara . Al ver la inutilidad de mi  intento, me dijo:

- Avisos manda San Pedro

Expresión con la que quería indicarme que el tiempo no pasa sin dejar su huella y sus consecuencias:  se ve menos, se oye menos, se te olvidan cosas e incluso se tropieza con más facilidad en las baldosas de la acera. Desconocía esta acepción y este uso popular de la misma, que me dan pie a reconocer que no tiene que sorprendernos que San Pedro, en los aledaños de su iglesia, con un buen café, temperatura y compañía, mande avisos, sugerencias, peticiones, ruegos, y más cuando la lectura del 24 de abril a la pregunta del Maestro de si “¿También ustedes quieren irse? Simón Pedro responde: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna…”

San Pedro, el de las llaves, siempre ha estado de actualidad y muy presente en la vida española- las colas del cielo van a más, como las del paro, del hambre, del médico, de la farmacia, de Cáritas…- pero últimamente su protagonismo ha cogido más fuerza y ello por diferentes motivos. Así, en Gijón, la perla del Cantábrico, nombre que la leyenda  ha llegado a relacionar con Giján, hijo de Noé, la Alcaldesa, que quizás desconoce el pasado marinero de San Pedro,  patrono de la ciudad desde 1630, ha vuelto a ponerlo en alza, y las misas  y visitas a su Iglesia se han incrementado notoriamente, y los pocos turistas , devotos y no devotos, que vienen a la ciudad- tiempos de Covid-  tienen en su agenda la visita al templo, que bien lo merece por lo cuidado que está, por lo encontradizo que es – favorece la oración- y por el entorno que le acompaña y baña:   Ayuntamiento, Cimadevilla, Naútico y  el Cantábrico . Me cuesta entender Gijón sin la Iglesia de San Pedro donde acudo siempre que puedo y donde San Pedro , como marinero que fue, me insiste en recordarme aquello de que “si no pescas, no comes”. Mensaje muy útil en estos tiempos de farándula y confusión, de mentiras y engaños para que no nos distraigamos y centremos bien los objetivos: salud y trabajo. Con esto nos basta y a esto deben entregarse en cuerpo y alma nuestros responsables políticos.

San Pedro también hace unos meses, con el temporal de Filomena, nos mandó avisos a todos nosotros, los de Siero y Pola, para que hagamos un esfuerzo y reparemos su Casa, nuestra Casa, la de Abraham, Moisés, Salomón …El templo  que nos  acoge al nacer, nos acompaña en la vida y nos despide al morir. Y desde entonces, gracias a la sabia tutela de don Fermín , el párroco, don Sergio, sacerdote colaborador y demás personas,  vamos haciendo lo posible e incluso casi lo imposible para cumplir su petición y que la Iglesia de San Pedro de Pola de Siero, en pleno camino del Norte o de la Costa, se rehabilite y tenga la dignidad que se merece y que nos merecemos todos sus feligreses y vecinos, discípulos suyos.

Mientras escribo estas palabras San Pedro me hace la siguiente pregunta que os traslado. Si los “pixuetos” imploran su protección y le dan cuenta de los avatares sufridos el día de su festividad; si los polesos bendicen los “Huevos Pintos”, ¿por qué San Pedro , patrono de su ciudad ,no puede bendecir las aguas de su Gijón del alma?...Alguien tendrá que darnos convincente respuesta. ¿No se estarán confundiendo las cosas o generando polémicas o tensiones innecesarias, cuando los problemas que a todos nos agobian, creyentes o no, son dos: salud y trabajo?.

Somos muchos los que con mayor o menor acierto e insistencia buscamos  las mismas palabras  de vida eterna que San Pedro ;  y lejos de nosotros tensionar, dividir…porque como muy bien dijo ,en la Bendición de las Aguas de 2019, su párroco don Javier Gómez Cuesta, “La fe no excluye, no discrimina; aúna, hermana, forja comunidad, genera valores para convivir…”

No pongamos murallas al campo, y querer hacer desaparecer todo vestigio cristiano de nuestra cultura es destruirla y destruirnos. Si alguien lo duda que lea a Cervantes y Quevedo.

 

                                      José Antonio Noval Cueto.




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