En estos momentos de la noche, cuando la prima de riesgo
española alcanza ya casi los 100 puntos, cuando el luto preside la vida gallega
y española, cuando la deuda pública española cierra el año 2021 en el 118,7%
del PIB, ¡ que no suban los tipos de interés!, unos desaprensivos, - me cuesta encontrar palabra que refleje lo
que siento - responsables políticos han dado y dan
a lo largo de esta semana y quienes les bailan el agua y les complacen, una
conducta irrespetuosa con todos los españoles, y con ser esto grave, más lo es
aún, cuando se ve que no hay voluntad de enmienda, de rectificación. Las
elevadas cifras de fallecidos por OMICRON parecen no interesar a nadie, ya que
la ola remite, y bajan los contagios.
El pasado domingo, 13 de febrero, hubo elecciones en
Castilla-León y el resultado es el que todos sabemos. El PP ganó las elecciones y necesita un acuerdo
o negociación con VOX para poder gobernar, salvo que el PSOE, por una vez,
domine sus ansias de poder, respete la voluntad de los votantes expresada en las urnas, se abstenga y
deje gobernar a quien han querido y preferido los votantes, pero todo son añagazas, trampas
y la única ideología es llegar al poder, sea como sea. Durante toda la semana
las cadenas del Poder hablan del triunfo de Sánchez que salva los muebles, de la amargura de
Casado y Mañueco , del avance de Abascal y del crecimiento de la Ultraderecha.
En España, según estos medios no hay ultraizquierda, ni bolivarianos ni
garibaldistas. El enemigo a batir es la ultraderecha montaraz y despótica que
monta a caballo, va a los toros y no se arrepiente de sus pecados.
Pero mientras la deseable estabilidad política, necesaria
para que las naciones progresen, no interesa. España se ha transformado en la
casa del señor Monipodio, donde cada avispón y socio recibe su paga y los demás
que esperen. Volvemos a la España de
Larra, del vuelva usted mañana…que me la encontré una lluviosa mañana, no hace
mucho, en una sección de los Juzgados de lo Social, en Llamaquique cuando, debidamente
identificado por la Guardia Civil, entré en una sala hacinada de funcionarios,
legajos y expedientes amontonados en mesas y por el suelo, y en una mesa de
entrada un caldero que recogía las
goteras del techo . Todos muy atentos, solícitos, con ánimo de resolver mis
dudas… Uno creía que estampas como esa ya estaban superadas en la vida
española.
Esa deseable estabilidad política que todos ansiamos pasa
primero por una Reforma de la Ley Electoral, de modo que los votos emitidos no
sean tránsfugas de la voluntad del elector, que éste tenga un papel más activo
en la elección, que se corrija la partidocracia a la hora de confeccionar las
listas, de modo que se premie la valía y no la amistad, la mera obediencia o el
silencio cómplice, y que el número de votos necesarios para ser diputado , senador, sean muy
semejantes en Lérida que en Teruel. En estas última elecciones castellano
leonesas para ser procurador o diputado de esas Cortes castellanas, a uno de
Soria se le exigen 13.800 votos; al de
Valladolid, más del doble, casi 27.700.
Promulgar una nueva Ley Electoral no es tan difícil , basta
que los dos partidos mayoritarios se pongan de acuerdo y elaboren una
nueva que estimule y anime al elector que
,últimamente, al ver lo que ve, se plantea seriamente si compensa el esfuerzo
de echar un voto en la urna. La funesta imagen que está dando estos días los
dirigentes del Partido Popular asusta, aterra, preocupa…y evidencia aquello de
que “Los amigos en Política son como las olas del mar que van y vienen”. La
necesaria estabilidad política depende en mucho de la estabilidad de los
partidos. ¿A quién le interesa una España que avance?¿Alguien puede creerse que
las soluciones que nuestra patria necesita pueden venir de Rufián, de Colau, de
Junqueras, Yolanda…?
El principal problema de España es político. A los hechos me
remito, pero con buena voluntad tienen solución.
Para acabar este escrito , permitid que recuerde un titular reciente de prensa: “Las exportaciones asturianas superan por primera vez los 5.000 millones de euros." ¡A seguir en esa línea!
José
Antonio Noval Cueto.
P.D “Quien no sabe de
política es tonto, pero quien todo lo politiza es más tonto todavía”(José
Ortega y Gasset) y en esas estamos.
Estoy de acuerdo.
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