sábado, 22 de abril de 2023

“El Instituto Ramiro de Maeztu y El Colegio Los Robles” ("La Nueva España Digital de Siero")


Hoy, 22 de abril, a las 11:30, tenía una cita con los alumnos de la Décimo quinta promoción del Colegio Los Robles/Curso 1994.1995, al cumplirse los veintiocho años de su graduación en el Colegio, Celebración que ha tenido que retrasarse tres años  por los motivos de sobra conocidos: la pandemia. En esta imposición de Becas es costumbre que uno de sus profesores, imparta la tradicional lección magistral, y en esta ocasión he sido yo el elegido. Y estas son las palabras pronunciadas y que quiero compartir con vosotros. ¡Muchas gracias! 

Sr.Director, Don Luis Alberca, demás miembros de la mesa presidencial, alumnos y amigos de la Decimoquinta Promoción del Colegio Los Robles: ¡Buenos días!   Deseo que sean espléndidos, pues vamos a celebrar esta Imposición de Becas, que supone para todos un balance – para vosotros y para mí- y además un motivo de agradecimiento: Estamos aquí. Hay vida,  proyectos,  ilusiones,  compañía, amistad… Todo ello lo  vamos a compartir  hoy, entre nosotros, en nuestra casa, en vuestro Colegio de siempre, donde habéis pasado los años más decisivos de vuestra vida, y no son palabras protocolarias, sino  palabras de Don Tomás Alvira Alvira, catedrático, en su día,  de Ciencias Naturales  en el mítico Instituto madrileño “Ramiro de Maeztu”, cuando dice:” Construir – no meramente instruir- , educar una persona, una sociedad, esa es la tarea escondida y grandiosa. Y la clave principal está en esos años hasta la frontera de los estudios universitarios. En ellos - a través de la familia y el colegio- se forja una personalidad’’-.

Hoy festividad de San Agapito Papa, Papa nº 57 , que muere precisamente en Constantinopla cuando trataba  de disuadir al emperador Justiniano I , uno de los Putin medievales de entonces, de sus ansias de conquista de las tierras italianas,  y también  festividad de Santa Oportuna, abadesa francesa, famosa por su austeridad y santidad, me dais la oportunidad de dirigirme a vosotros y es algo que os agradezco mucho y espero que mis palabras estén a la altura de la confianza que en mi habéis depositado. Ni vosotros ni yo somos los mismos. Vosotros unas personas en plena madurez y esplendor – en torno a los cuarenta y cinco o más- y yo ya un joven mayor jubilado de la profesión, pero,  afortunadamente, mientras la salud me respete,  no de la vida. Sigo teniendo proyectos, entre ellos mi porción de prensa y mi alvariño del medio día.

A la hora de hilar estas palabras me pregunté qué puedo deciros, qué puede seros útil y que os guste. Quizás mi pretensión sea demasiado   ambiciosa, pues uno da lo que da, pero al menos lo voy a intentar. Agradezco que no se me haya puesto limitación de tiempo, aunque intentaré ajustarme al esquema del Acto.

 Como alumnos del Colegio que cursasteis COU en el curso académico 1994-95,-  año de la primera Guerra de Chechenia, de la declaración del Parque de Doñana como Patrimonio de la Humanidad, del descubrimiento en Atapuerca de los restos humanos más antiguos de Europa o del atentado a Aznar un 19 de abril de 1995-    sé que hay expresiones como que “el escritor consciente e inconscientemente manipula el idioma”, “que tenemos que ir de cara a la belleza”, “que de quien menos pensamos vamos a necesitar” , “ que toda persona que se gane el pan honradamente merece consideración y respeto “ “ que todos en algún momento de la vida somos maestros y discípulos”, “que debemos conocer la realidad que nos rodea”,  “ “que no podemos hacer dejación de la responsabilidad de  ser ciudadanos libres “. “que debemos leer todos los días el periódico, aunque sean solo los titulares” o la muy repetida de “eu pequeño carpinteiro…” y otras semejantes  deambulan por vuestro subconsciente en un día como hoy…   . Eran tiempos en que la verdad cotizaba y en los que el imperio de las redes sociales y las noticias falsas no habían mostrado todavía sus tentáculos. Eran los tiempos de buenos columnistas como Martín Descalzo, Umbral, Camilo José Cela , Miguel Delibes, Luis María  Ansón, Pedro J. Ramírez, Martín Prieto, Oriana Fallachi, Indro Montanelli  … Soy de aquellos que compran un periódico por leer un buen artículo y son muchos los que recorto y archivo, y me abastezco de las antologías de artículos de grandes periodistas como Pemán, Julio Camba, Josep Plá, Francisco Umbral, Martín Descalzo, Cándido, Manuel Rivas, Clarín y por supuesto el maestro de maestros,  Mariano José de Larra… Cada vez hay más escritores-periodistas, y cada vez es más difícil separar el llamado lenguaje periodístico del literario, y tengo claro que en estos tiempos difíciles para el periodismo, éste se salvará por la calidad. No hace mucho descubrí que escritores periodistas como Umbral y García Márquez se abastecían en sus años mozos de mucha poesía. De ahí la importancia de la forma para que el contenido resalte, sorprenda o la tan abstracta y opaca explicación de mi época juvenil, de fondo y forma.

Hoy, casi treinta años después de vuestra graduación, concretamente veintiocho,  el mundo es más triste, menos esperanzado, más inseguro y la mejor prueba es la baja natalidad de España y en especial de Asturias, -con una edad media de casi cincuenta años - , hasta el punto que ya no tenemos garantizado el deseable relevo generacional, y necesitamos unos 12.000 cuidadores sociales. La frontera entre el bien y el mal es más difusa y esto no es bueno para nadie, y especialmente para nuestros jóvenes que tienen ante sí la enorme responsabilidad de pagar la deuda de sus mayores con una incertidumbre laboral que los angustia, y esto parece importar a pocos. Hoy, por desgracia, parece que se van incrementando los seguidores de aquella gélida y tétrica frase de Hitler que heló mis venas adolescentes y que decía: “Cuando más trato a los hombres, más quiero a los perros”…Véase la guerra de Ucrania, Nicaragua y ahora  Sudán... ¡Qué desilusión! ¡Qué desencanto! Uno creía que las guerras eran de otros tiempos o de otras latitudes, y al lado de casa, en plena Europa, en Ucrania , los muertos se cuentan por miles, y en el ambiente flota la pregunta planteada por Kissinger de cómo poner fin a esa guerra y ver  cómo encontrar un lugar para Ucrania y otro para Rusia si no queremos que Rusia se convierta en un puesto avanzado de China en Europa…

Entre estas paredes y en todo este recinto se concentran muchos recuerdos, muchas vivencias, deseo  que sean más las buenas que las malas, que seguro que también las hay, pues la vida humana no es uniforme, se compone de bajadas y subidas, de alegrías y penas, de éxitos y fracasos, de frustraciones y afirmaciones, y todo esto seguro que va a salir una vez demos un paseo por el Colegio ,le pongamos la beca a Nuestra Señora de Los Robles,  visitemos aulas, zonas de recreo, campos de deporte, de fútbol…Del Colegio conocéis muchas cosas, especialmente la más importante y es que  “Los principales y primeros educadores son los padres”, con razón decía Napoleón que había preocuparse de la educación de los hijos unos veinte años antes de que nacieran  . Si tuviera que decir qué es lo que hace diferente a este colegio de otros, no es el inglés, ni la informática , ni las canchas deportivas, ni los resultados de Selectividad, ni la calidad de la tutoría, con ser excelentes, óptimos…sino el alto nivel humano de las familias que teníamos y que sé que aún tenemos, y esto ayuda mucho, pues no sólo educamos los profesores, también os educáis entre vosotros.  Familias a quienes tengo presentes en este momento que os hablo y con quienes aprendió mucho este entonces joven de 26 años, que iniciaba su trayectoria profesional en el año 1980.

La casualidad quiso que cuando me llamaron para sugerirme sobre la posibilidad de deciros unos palabras en este importante  día , estaba leyendo un libro de Don Tomás Alvira Alvira titulado “El Ramiro de Maeztu, una pedagogía viva” , que me va a permitir hablar de cosas que quizás no conozcáis y también del  Polideportivo Magariños, de gran actualidad estos días,-pues hace veinte día se presentó en sus instalaciones Yolanda Díaz con su proyecto “SUMAR”-, que debe su nombre al Catedrático de Latín del Ramiro, don Antonio Magariños y primer presidente del Club  Estudiantes de Baloncesto, que  inició  su andadura en el curso 1948-49. La primera piedra del Polideportivo la bendijo y colocó el Ministerio de Educación Nacional un 18 de junio de 1966, al cumplir el Instituto, como vosotros, los veinticinco años de su apertura

A estas alturas de mi exposición seguro que más de uno se habrá preguntado que tiene que ver el Instituto Ramiro de Maeztu y el Colegio Los Robles, y la respuesta es el mismo  Tomás Alvira Alvira y voy a tratar de justificarla.

Antes os decía que conocíais muchas cosas del Colegio, su estructura, su ideario, sus objetivos que no son otros que educar en cristiano, pero me ha entrado la sospecha que quizás lo que voy a deciros ahora no lo conocéis y es bueno que un día como hoy lo sepáis. Son muchas las personas que han hecho posible que se crease Fomento de Centros de Enseñanza y se extendiera por toda España, también en Asturias, pero me vais a permitir que hoy me centre en don Tomás Alvira Alvira, excelente catedrático del Ramiro, y de reciente actualidad por su iniciado proceso de canonización  en compañía de su esposa Paquita . Lo que deseo sea una realidad cuanto antes.

Vinculado al Instituto Ramiro de Maeztu casi desde sus orígenes, cuando su propósito era educar, tener vida, cariño… ha sido pieza clave en la navegación de Fomento y como no, también del Colegio Los Robles  y es de justicia decirlo, ya que como él mismo dice :”La principal grandeza de una institución o de una persona está en poner todo el corazón para dar vida a una gran idea, y hacerlo sin que apenas se note, con esa sencillez y naturalidad que son muestra de la verdadera elegancia”, o sea tener la elegancia de la sencillez.

Conocí a don Tomás Alvira Alvira en la última semana del mes de agosto de 1980, en el “Curso de nuevos profesores” que se impartía en el Colegio Los Olmos de Madrid” y que uno de sus apartados incluía una entrevista con un directivo o responsable de la Institución. Yo tuve la oportunidad y suerte de ser entrevistado por Don Tomás Alvira Alvira y siempre recordaré el clima de bondad, serenidad, humanidad que trasmitía a un aspirante nervioso, que según avanzaba la conversación se volvía tranquilo, relajado, como si estuviera a las puertas del Cielo. ¡Siempre recordaré esa atmósfera y ese exquisito trato y delicadeza!  Y es esa sensación, esa vivencia la que motiva estas letras que espero que contribuyan a conocer un poco más vuestro colegio, vuestra casa.

Esto no ha sido ni es fruto de la casualidad, sino de un trabajo, de una perseverancia y de unos objetivos claros: educar, preparar para la vida, formar buenos ciudadanos, buenos profesionales, buenos Hijos de Dios.

Antes de concluir mi intervención quiero confesaros que uno de mis santos preferidos es San Dimas, ‘el buen ladrón’. El porqué intuyo que todos lo sabéis. Y ya que hemos hablado del Instituto Ramiro de Maeztu y su relación con el Colegio Los Robles, don Tomás Alvira nos cuenta  que ya en 1941 San Josemaría Escrivá de Balaguer impartió Ejercicios Espirituales para profesores del Instituto y que uno de los grandes poetas de la segunda mitad del siglo XX, don José María Valverde, antiguo alumno del Instituto en su poemario “Hombre de Dios”(Salmos, Elegías y oraciones”), publicado en 1947 , nos dice:” Tú no has hecho tu obra para hundirla en el silencio…Sigue, sigue cumpliendo esa tierna ley que te obliga a cantar”. También en Los Robles tenemos excelentes poetas, de los que en otro momento hablaré. Otra persona que ha tenido vinculaciones con el Ramiro de Maeztu, fue el economista asturiano, recientemente fallecido, Juan Velarde fuertes.

Dicho lo dicho, solo me queda desear que la décimo quinta promoción, la de la niña bonita, se siga reuniendo, que mantenga  esa desinteresada amistad de infancia y adolescencia,  y que vuestras realizaciones y proyectos vayan a más. La vida según don Tomás no se cuenta por años, sino por realizaciones. Hay vidas largas, pero estériles; cortas, pero llenas de fertilidad.

Reitero mi agradecimiento por haberme permitido deciros estas  palabras. Espero que hayan estado a la altura que os merecéis. ¡Muchas gracias por permitidme mitigar mi deuda  con Tomás Alvira Alvira!

 

                           José Antonio Noval Cueto.





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