sábado, 15 de junio de 2013

“Sin ciencia no hay futuro”



Publicado en "La Nueva España" (9 de Julio de 2.013)

No hay sector de este país que no salga a la calle, que no reclame sus prebendas, que no se considere injustamente tratado, llámense profesores, médicos, jueces, mineros, metalúrgicos, jubilados, funcionarios, en resumen, todo hijo de vecino, y estos días   los hombres de ciencia, los receptores de los programas I+D+i, uno de los sectores peor tratados tradicionalmente por la clase política española desde el inicio de la Transición. Lo único cierto es que a pesar de elevarnos las expectativas de  vida de los 40 a casi los 80 en poco más de cien años, o quizás por eso, ya que al ser el país más longevo de Europa no nos llega el dinero para pagar las pensiones, los españoles, en general, seguimos sin reconocer la importancia que tiene la investigación en todas las facetas del bienestar y crecimiento económico, la llamada “economía del conocimiento”, y esto cobra más importancia si recordamos que la mano de obra de los países emergentes (India, China…) es mucho más barata que la nuestra, de donde se deduce que la única manera de hacer frente esa competencia desleal que supone trabajar a precios de saldo es logrando que nuestra tecnología sea de lo más puntera y consecuentemente más productiva.

Creo que ya va siendo hora que tengamos claras las prioridades y debemos anteponer al cultura industrial y técnica, la investigación tecnológica  a lo meramente lúdico, aunque reconozco que todo es necesario, pero la primera urgencia es garantizar los “garbanzos”, tener unos ingresos, unas fuentes de riqueza, un futuro, y la única manera de conseguirlo es a través de programas serios y rigurosos de investigación que den soluciones a los problemas que tenemos los ciudadanos y evitar que nuestra única salida sea el cierre por liquidación o la emigración, pues  por muy preparados que estén nuestros jóvenes siempre supone desarraigo, dificultades del adaptación y cierta o mucha frustración, y eso sin entrar en más consideraciones de tipo económico al ver que los dineros invertidos en educación dan fruto en otros países, en otras culturas, y para remate con mínimas posibilidades de regreso.    

Y entretanto uno observa con pesar, como se pierden acuíferos en Pajares, como se desertiza un 37% del territorio español, como a falta de saneamientos aparecen sumideros en concejo de Siero, y al mejor físico europeo , español de nacimiento, de nombre Diego Martínez Santos, se le niega beca en España y mientras el Barcelona paga 57 millones de euros por un jugador brasileño. Afortunadamente la Bayer apuesta por Asturias y la aspirina enmadreñada sirve para todos y todo, y últimamente, gracias al auge de la medicina preventiva se está limitando el uso de los antitumorales. Visto lo visto uno llega a preguntarse si es más importante un gol de Neymar o la adaptación  y duración de mi prótesis de cadera.  Con razón decía Miguel de Unamuno :¡ Qué inventen ellos!


                                                       

                            José Antonio Noval Cueto.                                                                               

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