jueves, 13 de junio de 2013

“Pero no todo es economía”


Publicado en "La Nueva España" (18 de Junio de 2.013)

Han pasado casi 6 meses del tradicional Mensaje de Nochebuena de su Majestad el Rey, que en su 37 Edición hacía una análisis de la delicada situación que vivimos y donde se aventuró a plantear la principal solución al problema que padecemos. Antes de ahondar en el tema que nos ocupa quiero hacer algunas precisiones que considero oportunas , y es que casi todos sus mensajes navideños oscilan entre los 8 minutos y los 15, con la salvedad que su primer mensaje, el de 1.976, duró 6 minutos y 39 segundos, y el más largo, el de 1.979, duró 23 minutos. Los mensajes de la Crisis Económica van de los 15 minutos del 2.007 a los 9 minutos y 47 segundos del 2.012.

El discurso del Rey fue directo, sobrio, preciso, valiente y muy clarificador, y creo que casi todos los espectadores se lo agradecimos pues la ciudadanía estaba y está necesitada de explicaciones, de arrepentimientos y de esperanzas.   Recuerdo que empezó con un lacónico “Buenas Noches” y terminó con “Feliz Navidad para todos” y “Buenas Noches”. Su Majestad era consciente que el horno no estaba para bollos y que palabras las justas y cuanto más directas, mejor. La idea central del discurso “Pero no todo es Economía” da título a estas letras, pues coincide con mi visión de la sociedad, sin que esto suponga negar la importancia que tiene la economía en el bienestar y progreso de familias, del Estado.

En su intervención nos comunicaba  el Rey que era consciente de los múltiples sacrificios que estábamos haciendo los españoles- de hecho la palabra “SACRIFICIO” era de las más repetidas en su discurso- y nos recordaba que de esta situación sólo se salía si teníamos CONFIANZA en nuestras posibilidades o sea con generosidad, talento y trabajo de todos, pero para ello, según el Rey, debíamos reivindicar el papel de la Política, de la Política con mayúsculas, la que se basa y transcribo palabras suyas:”  en el espíritu de servicio y se acomoda a los principios de ética personal y social…” . No se pueden decir las cosas con más precisión y claridad.¡ Al pan, pan, y al vino, vino! La superación de la crisis está en manos de la clase política, pero ¿está la clase política a la altura de las circunstancias? Han pasado casi seis meses desde entonces y no aparece ningún rayo de SOL por el horizonte, da la impresión que el cielo se ha encapotado más, pues  no paran de llover ERES, Desahucios, Incrementos abusivos de obras, inversiones innecesarias, financiaciones irregulares, indultos sorpresa, imputados en listas electorales, prescripción interesada de expedientes, tráfico de influencias, adulteración de la Ley de Contratos del Estado y lo que aún nos espera …

Por aquel entonces, en una entrevista al diario “El Mundo”, el expresidente don José María Aznar dijo: “España vive una crisis política e institucional muy grave que es previa a la crisis económica, social y que afrontar la crisis económica y social sin asumir previamente las otras dos es prácticamente imposible”…Han pasado SEIS meses y estas palabras son cada día más verdad y de hecho la desafección de los ciudadanos con sus políticos va a más. Muchos, de haber elecciones no sabrían a quién votar, pues no se fían de nadie, ni de los que ahora suben en las encuestas que en su día apoyaron y consistieron políticas de gestión nefastas que han dejado a varias generaciones sin futuro. ¿Alguien puede explicarme como a pesar de los duros recortes que padecemos los ciudadanos el gasto corriente se ha incrementado en más de un 9% en el 2.012? ¿Si ellos son el problema o la solución al problema se inmolarían como hicieron los diputados de las Cortes franquistas para permitir y aprobar la Ley de la Reforma Política?  Al menos en la Comunidad de Madrid, NO, y así lo han defendido con su voto las fuerzas de izquierda.

Ahí está el reto y la necesidad de practicar una política real, de altura, que proteja los intereses de España y de los españoles, y para ello los ciudadanos pedimos diálogo, consenso y el protagonismo debe ser de todas las fuerzas políticas, pero especialmente de los dos partidos que aglutinan la mayoría de votos de la Nación, el PP, hoy con mayoría absoluta, y el PSOE, alternativa de Gobierno  y con un serio problema de identidad, pero para ello deben huir de las mediocridades del  “si yo te dijera”, el rumor o la descalificación como sistema de promoción, y centrarse más en la realidad de los hechos, en la resolución de los problemas  , y tener la generosidad necesaria para proteger más “la Casa”, en este caso España, que el ·andamio”, su interés personal. No debe ir la sociedad por un lado y la política por otro, y de esto hay abundantes ejemplos como los desahucios, pues sería volver a la denodada   “vieja política” y sus perversas consecuencias.

. Estamos en tiempos de reformas, de acomodar la sociedad a los nuevos tiempos, pero una de las reformas más urgentes y necesarias es la reforma de la Ley Electoral. ¿Para cuándo las “listas abiertas”? ¿Vamos a seguir permitiendo que grupos de supuestos  “nacionalistas” sigan chantajeando a los españoles? A pesar de las dificultades y miserias que soporta el pueblo, éste aún tiene un ápice de esperanza  y cree que es posible la recuperación, pues de circunstancias peores hemos salido, pero se requiere generosidad, altura de miras.¿Está la clase política dispuesta a ello? El otro día quedé extasiado al ver como un indigente, mal vestido, con el rostro azotado por las penurias de la calle y la noche se sentaba frente a la puerta de Alcalá y rellenaba el crucigrama de un viejo periódico. Si una persona en situación límite aún tiene arrestos para descubrir un enigma, ¿qué no haremos nosotros si la clase política nos trasmite un mínimo de CONFIANZA para volver a escribir una de las mejores páginas de la España reciente, la de su REGENERACION y RECUPERACION?




                             José Antonio Noval Cueto.

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