sábado, 25 de mayo de 2019

“En busca del oro blanco” (II)


  
No hace mucho en estas mismas líneas os hablaba de la experiencia de una visita de un grupo de amigos a la Central Hidroeléctrica de la Malva (Somiedo). Hoy, nuevamente en ruta por el Occidente asturiano, vuelvo a tratar el tema, pues no sé por qué últimamente  las energías me tienen  preocupado y más desde que las principales empresas de la región anuncian recortes, cierres o deslocalizaciones generadas por el elevado precio de la energía, que en cantidades abusivas como las que ellas consumen no hay duda que afecta a su cuenta de resultados. Y es que intuyo, desde mi ignorancia, que estamos en plena batalla de intereses energéticos- agua, viento, sol, electricidad, gas, hidrógeno, gasolina, gasoil…- que son capaces de desestabilizar naciones y tumbar gobiernos, y es que lo que está pasando en este rápido proceso de descarbonización debe preocuparnos a todos, y  más cuando en campañas electorales recientes no se ha tratado con el rigor y contundencia que se merece.

Y todo esto ha venido a mi cabeza hoy, jueves, 16 de mayo, cuando visitamos las instalaciones de la central hidroeléctrica  de La Barca, en el concejo de Tineo. Donde uno comprueba nuevamente la riqueza e importancia del agua embalsada en Calabazos y los efectos energéticos de la misma. Visitamos la central eléctrica y sus  medidas de seguridad , con cuatro galerías o ascultaciones que tiene la presa de bóveda que contiene el agua, y como la energía mecánica, generada por el agua, se transforma en eléctrica (turbinas, generadores…), así como las previsiones de consumo diarias y almacenamiento de la misma.  Desde la cabina de mandos o sala de control se observa y persigue cualquier incidencia y se resuelve cualquier anomalía o imprevisto. Las subastas energéticas son diarias y sus precios volubles, depende de la abundancia de agua, viento, sol…, lo que evidencia la inseguridad vital que nos rodea en un mundo que se cree seguro, gracias a sus muchos reglamentos y normativas, pero lo cierto es que nadie puede poner puertas al campo.

Esta interesante visita me ha hecho descubrir que la bolsa energética condiciona a diario la bolsa económica –  recuérdese que el coste real de la luz es el 38% de la factura que pagamos- y me quedo con el preocupante dato de que más del 20% de la energía que consumimos hoy procede de los Ciclos Combinados y otro tanto de la Nuclear. ¿Cuánto costaría suplirlos? La hidráulica no llega el 10%...¿Cómo y de qué manera reactivar la producción para abaratar su consumo? Dicen que cada día tiene su propio afán  y que los números cantan. A partir de ahí que me expliquen, aunque creo,  como en su día dijo un hindú, que la mayor contaminación es la pobreza.

Una vez satisfecha nuestra curiosidad, tocaba recuperarnos y nuevamente recalamos en Belmonte, donde después de aprovisionarnos de buen chorizo y carne, acudimos a los arvejos de Laneo y al buen vino de Remelluri,  Rioja alavesa, para fortalecernos.

Viene  siendo habitual, en las campañas electorales, que de  los temas complejos y difíciles que pueden condicionar nuestro futuro no se hable, no vaya a ser que se altere el gallinero y quedemos sin proyecto, y  es que últimamente se ha puesto de moda que los problemas se resuelvan solos. Una vez más se comprueba que el  Occidente asturiano no deja indiferente a nadie y uno siempre descubre algo, aunque sólo sea la importancia del agua, del oro blanco.




                                José Antonio Noval Cueto.


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