Ha pasado la caravana electoral, las promesas, deseos y
fronteras, y uno se encuentra con la cruda realidad, la de los hechos y el
destinatario de los mismos: el pueblo español, y éste debe ser el auténtico
protagonista de cualquier estrategia política que se ponga encima de la mesa, por
muy dura que haya sido la campaña y las presiones y desencuentros de la misma.
Ahora toca poner en marcha a España y conducirla a tierra donde brote leche y
miel, paz y felicidad, y para ello la única condición que pongo es que uno se
sienta español, perteneciente a la
nación más antigua de Europa y creadora de vasto imperio que da idioma a casi
600 millones de personas, naciese donde naciese y viva donde viva.
El hombre de a pie, como quien escribe, quiere que la España del sentido
común circule por las calles , que no tengamos que andar con el aliento
contenido , con temor, con miedo, al comprobar que el sentido común y la ley no van de la mano,
que lo que piensa y desea el pueblo no siempre lo ampare la ley, ya que a
veces, últimamente, con cierta frecuencia,
da la impresión que la ley sirva para
todo, ya para vestir a un roto y a un
descosido. No hace mucho le decía a un amigo jurista que daba gracias a Dios de no ser abogado, porque
eran capaces de hacer que lo blanco sea negro, y , creo que esta es la opinión
de muchos hombres de a pie, ciudadanos responsables, y los hechos recientes
avalan lo que digo. ¿Alguien me puede explicar cómo es posible que para ser
funcionario se exija que el aspirante no tenga antecedentes penales y que su
posible jefe pueda ser un diputado en prisión? El inicio de la decimotercera
legislatura de las Cortes fue un
espectáculo de bochornoso, en el que la indignación y falta de respeto a la soberanía
nacional, a todos nosotros fue más que evidente. Y esto no debe permitirse y
menos persistir en ello.
Ha pasado casi un año desde la moción de censura a Rajoy, y
hoy tenemos un gobierno legitimado por las urnas y todos comprobamos, con
preocupación, que el tema catalán en vez de resolverse y solucionarse se
incrementa, que Cataluña está presente en todos los menús , que más que Partido
Socialista Español ya se habla de
Partida Socialista Catalán, que irradia sus influencias hacia todo lo que se
mueve y que pone personas de su ámbito en las instituciones principales del Estado(Presidencia del Congreso y Senado).
Durante todo este año de política bastarda que buscaba el momento óptimo para convocar las elecciones desde el poder, que
siempre da ventajas, Pedro Sánchez ha pasado del radicalismo a la
socialdemocracia y ha descubierto que el progreso de los pueblos depende de la
estabilidad, de la economía, y que con socios como los que ha tenido no puede llegar
muy arriba. Aún no está muy lejos la llamada de Obama a Zapatero en mayo de 2010.
Y la solución se llama: Ciudadanos ¡Qué hacer si Rivera no me quiere, porque le
he dado muchos motivos para ello!...
Todos sabemos que desde el primer día de la campaña electoral
el mensaje más repetido y dicho por parte del líder de Ciudadanos fue el de :
“Con Sánchez, no”, y es que no se fiaba de él y motivos tenía …pero nuevamente
los hechos y las necesidades ponen las palabras en entredicho. La coyuntura
internacional – guerra comercial entre EEUU y China- y sus previsibles
consecuencias para Europa y lógicamente para España –crisis industrial, del
acero, crisis energética…- demanda un gobierno estable, responsable, que
conozca sus posibilidades, de ahí que desde los poderes económicos y políticos
europeos se pida a Rivera sentido de Estado, que recapacite, que no cierra la puerta, que se hable, que se dialogue, y el mismo presidente es consciente
de su necesidad, que no debe entregarse en manos de quienes buscan la
inestabilidad, el desencuentro, la tensión; demanda diálogo, entrevista, hablar
con Rivera, y el pueblo español , que es juicioso, que quiere conservar el
bienestar logrado y a ser posible aumentarlo, pide un acuerdo, una solución, no
la política fratricida y rencorosa del “no, es no”, que durante mucho tiempo
empleo el presidente Sánchez con Rajoy.
En un contexto tan delicado a mí me surge la pregunta ¿Qué
debe hacer Rivera? ¿Yo qué haría? Seguro que en una negociación a dos bandas
habría muchos temas a tratar, a plantear, pero hay uno del que poco se habla y
que considero vital para el sostenimiento del sistema y la existencia de España
como nación unida y firme, y es la reforma de la Ley Electoral. En plena época
del auge independentista y con una ley que fabrica más independentistas que
votos – Cataluña y País Vasco con menos votos obtienen más diputados que el
resto de las regiones de España - esto no puede sostenerse. Desde hace años y
en diferentes momentos o situaciones políticas, se ha hablado de la reforma de la Constitución, de la
necesidad de adaptarla después de 40 años de vigencia, pero de la reforma
urgente de la Ley Electoral poco se habla y es una demanda que exige el pueblo,
que no quiere se negocie con su voto y menos que se premie al independentismo. ¿No
creen que ha llegado el momento de utilizar norma jurídica necesaria y precisa
para frenarlo o todavía queremos servirnos de ellos sabiendo que no tardando
mucho nos dejaran tirados en la orilla? Pudo hacerlo en 2011 el PP con mayoría
absoluta, pero no se atrevió porque el
PSOE no le secundaba y ahora pagamos todos las consecuencias.
Esto no puede seguir así y creo que oportunidades como ésta
no se pueden perder. Si yo tuviera la oportunidad de hablar y negociar con el
actual Presidente de Gobierno le pondría como condición sine qua non la reforma
de la Ley Electoral, de manera que, por lo menos, a la hora de votar seamos
todos iguales. Seguro que habrá otros muchos temas de Estado que pidan diálogo,
acuerdo, llámense pensiones, paro, ciencia , seguridad… pero éste es vital para la subsistencia del sistema.¿Lo queremos?
José Antonio Noval Cueto.
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