Que el día de la Santina toda una Selección Española juegue un
partido oficial en el campo El Molinón(Enrique Castro Quini) contra la Selección
de las Islas Feroe ha sido un privilegio y como tal muchos aficionados, entre
los que me encuentro, en total 23.644 personas, hemos hecho uso del mismo, y
sin duda que algo habrá tenido ver en este logro la Federación Asturiana de
Fútbol y su presidente don Maximino Martínez Suárez, a quienes felicito, y por
supuesto la trayectoria ejemplar de un caballero del fútbol como fue Enrique
Castro “Quini”.
Desde hace un tiempo había prometido a mi nieto llevarle a un
partido del Sporting y que mejor ocasión que este encuentro de la Selección Española
que homenajea a Quini, prestigio y gloria del sportinguismo. Hoy, pasado el
encuentro, estoy satisfecho de la decisión tomada pues asistimos a una
auténtica fiesta del fútbol: buen ambiente, buena afición, alegría, recuerdos,
emociones, homenaje y triunfo…donde la deportividad de los jugadores y el saber
estar de los aficionados fueron los protagonistas en una tarde noche
emocionante y agradable .
Antes del partido el protocolo obligado: banderas, pancartas,
aplausos y gritos de España, España, Españaaa…Música, canciones y en los
momentos centrales la bella y sentida canción de Pipo Prendes al Brujo “Ahora,
Quini, ahora…” Video de Quini y homenaje a su familia en la persona de su nieto
Pablo que recibe de manos de Ablanedo y Eloy una camiseta de la selección firmada por los jugadores. Un minuto de
silencio por Xana, la hija del exseleccionador y exsportinguista Luis Enrique, recientemente
fallecida y a las 20:45 horas se inicia el partido, no sin que antes pisen el
campo y saquen fotos algunos equipos infantiles que se irán a sus casas
cargados de ilusión, y sin que los integrantes de cada equipo escuchen
respetuosamente el himno de su nación. La selección de las Islas Feroe
acompañaban la música con sus cantos, los nuestros, escuchaban. ¡Ojala algún
día tengamos el necesario consenso para que nuestro himno tenga letra! Es
nuestra asignatura pendiente.
Puesto el balón en juego arrecian los gritos de los
aficionados animando a su equipo, se hace la ola que con banderas de España
recorre todas las filas y localidades del campo de abajo hacia arriba, se despliega una foto gigante de Quini en la tribuna central del campo…Dada ya
la motivación necesaria, cargadas las pilas, que ruede el balón y que lo mimen
y peleen los jugadores.¡La suerte está echada!
Mientras se jugaba, me volvía niño y recordaba
aquellos partidos vividos en el Molinón y a aquellos jugadores de los que guardo un grato recuerdo como
Pocholo, Alonso, Puente, Florín, Echevarría, Amengual, Montes, Biempica…y aquel
penalti bien ejecutado por Solabarrieta en un partido de promoción a primera
contra el Sabadell, cuando a mi lado, esperando la pena máxima, se encontraba
una persona, seguro que más joven que yo ahora, hecha todo un temblor y manejo
de nervios, y yo asustado, me decía, si falla el penalti, sube la camilla por
él…Aquí viví muchas tardes de gloria en compañía de mi difunto padre,
sportinguista de pro, de los leales, de los que siempre justificaba a su
equipo…Después, avatares de la vida, he trocado mi afición por el balón por la
del libro, y solo muy esporádicamente acudo al fútbol, como hoy, para cumplir
muy gustosamente lo prometido a mi nieto, y es que Quini se merece esto y mucho
más…
La primera parte, a pesar del primer gol, único y tempranero,
a España le costó encontrar su sitio, pues la defensa numantina del equipo
contrario impedía todo lucimiento y ejecución, pero una vez iniciada la segunda
parte empiezan a brillar las estrellas, las excelencias de algunos jugadores
como Gayá que hizo unos recortes a la defensa contraria que me recordó a
nuestro Ferrero y lanzó balones al área que fueron preparando más goles. Me
sorprendieron los cambios de balón y
control de los mismos de que hicieron gala los jugadores españoles que , en
algunas ocasiones, recibieron el aplauso de un público entregado y el
magisterio y tranquilidad que aporta el maestro Sergio Ramos al equipo, a quien
muy acertadamente cambio el entrenador un poco antes de concluir el partido
para recibir el merecido aplauso del público, que de pie agradeció su trabajo y
buen hacer. El equipo contrario hizo su papel, se defendió como pudo e incluso
creo dos ocasiones de gol, que David Egea neutralizó muy acertadamente. A
partir del segundo gol, los dos obra de Rodrigo Moreno, hay más tranquilidad en
el equipo, más serenidad y se hilvanan mejor las jugadas. Con la entrada de un
hombre gol y certero como Paco Alcácer, se apuntaló el partido con un abultado
triunfo de 4-0. En las gradas continua la fiesta con la alegría de los
aficionados y con el bombo de Manolo. Mi nieto, con los ojos como platos
asistía asombrado y contento a esta fiesta del fútbol que desconocía…¿Qué
pasaría por su mente? Seguro que ya se veía jugador y hombre gol del equipo.
- ¿Lo pasaste bien? ¿Te gustó el partido?
Él, medio dormido, con las persianas de sus ojos a punto de cerrarse, me dijo:
- Sí, Tito. Lo pasé muy bien, pero la próxima vez que sea de día.
Él, medio dormido, con las persianas de sus ojos a punto de cerrarse, me dijo:
- Sí, Tito. Lo pasé muy bien, pero la próxima vez que sea de día.
-
Ya se va haciendo tarde y no
quiero ser cansino, pero ayer, 8 de
setiembre de 2019, tanto mi nieto como yo hemos vivido una jornada que nunca olvidaremos y esto te lo debemos a ti, Quini. ¡Muchas gracias!
setiembre de 2019, tanto mi nieto como yo hemos vivido una jornada que nunca olvidaremos y esto te lo debemos a ti, Quini. ¡Muchas gracias!
P.D “Ahora, Quini,
ahora / Tú sabes qué es triunfar/ Triunfar es ser pichichi/ En la conciencia
number one…”
José Antonio Noval Cueto.
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