Hoy, 16 de octubre, cuando se cumplen 709 años del inicio de
Siero como concejo, ya que Rodrigo Álvarez de Asturias tal día como hoy de 1310, tuvo a bien ejecutar
la Carta Puebla autorizada por el Rey Alfonso X el Sabio en 1280, me pongo a escribir estas palabras que continúan
mi escrito anterior, también del mismo título y cuyo protagonista es nuevamente
el campo de la Cruzona. Decía en mi anterior escrito que mi única pretensión
era recordar, poner en valor y agradecer lo que ha significado y significa la creación
del Instituto de Lugones para la localidad y alrededores, y es que hay un
Lugones antes y después del Instituto, y de ello pueden dar fe muchas
biografías personales.
Santa Teresa de Jesús, cuya festividad se celebró el pasado
15 de octubre, solía decir que “ según las lecturas serán las escrituras”. Ese
mismo día, la Premio Princesa de Asturias de las Letras, la norteamericana Siri
Hustvedt ante un foro de estudiantes en el Instituto Alfonso II les confesó que
“si no se lee, no se puede escribir”. A mí, las lecturas de la semana que me
han puesto en situación de escribir y en comunicación con San Lucas y con Cervantes. San Lucas, en Evangelio
17,11-19 nos cuenta que Jesús “Al entrar en el pueblo, le salieron al encuentro
unos diez leprosos que desde lejos le decían: “Jesús, Maestro, ten compasión de
nosotros! Al verlos, Jesús les dijo:¡Vayan a presentarse a los sacerdotes!”. Y
en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba
curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de
Jesús con el rostro en tierra dándole gracias…Los otros nueve, ¿dónde están? … Cervantes
en unos de esos didácticos diálogos entre Don Quijote y Sancho, pone en boca
del Hidalgo la siguiente pregunta: ¿Sancho, cuál es el mayor pecado del hombre?
El práctico escudero generaliza, no concreta y es el propio Don Quijote quien
responde: “El mayor pecado del hombre es
el desagradecimiento...”. Y como yo no
quiero caer en ese defecto, trato al menos con estas letras de disminuir la deuda contraída, ya que compensarla es
imposible, y expresar mi agradecimiento a mis profesores en los
primeros años del Instituto, desde sus
orígenes año 1970/71 al curso 1973/74 inclusive.
Para ello he contada con la ayuda excepcional del Archivo
Municipal de Pola de Siero que me han provisto de una extensa y precisa documentación y fruto
de ello son estos datos , hechos, personas y curiosidades que os traslado y que
espero que sean de utilidad y del agrado
de todos.
La tramitación de este expediente tiene su origen en
diciembre de 1965 cuando en sesión plenaria se valora la necesidad de tanto
Pola de Siero como Lugones tengan un Centro de Bachillerato y en el Pleno del
mes siguiente, de fecha 12-I-1966 se aprueba la solicitud de cursar la petición
al Ministerio de Educación y Ciencia. Casi al mismo tiempo se inician los
trámites para solicitar a la Caja de Ahorros de Asturias la solicitud de un
crédito de 3 millones de pesetas para comprar los terrenos donde se han de
construir ambos institutos. El importe de este crédito supone el 20’38% del
presupuesto vigente de 1966.
A partir de ahí el expediente sigue un largo camino que tiene
los siguientes hitos:
1.
La
Dirección General de Enseñanza Media acepta la cesión de los terrenos con fecha
15-IX-1967.
2.
El
21-XI-1967 se recibe escrito en el Ayuntamiento que comunica que el Instituto
de Lugones ha sido incluido en el Plan de Construcciones para el 1968 del
Ministerio de Educación y Ciencia y es encargado del proyecto el arquitecto
ovetense Don Carlos Blanco Bescós.
3.
Con
fecha 13-IX-1968 se comunica en el Pleno que se convoca subasta para la
contratación de las obras del Instituto de Lugones. (Recuerdo que los accesos,
movimiento de tierras, saneamiento corren a cuenta del Ayuntamiento).
4.
El
28 de julio de 1970 aún están pendientes de solución el tema del colector y el
29 de julio de 1970 se aprueba la ejecución directa de los accesos. Ambas obras
cuentan con un presupuesto de 100.000 y
de 110.000 ptas. respectivamente. Dos meses después, a pesar de algunas
carencias – el barro era compañero inseparable de nuestros zapatos- inició su andadura el nuevo Instituto de
Lugones y todo, en parte, gracias a la ingente labor de muchas personas y
especialmente a la vitalidad y empuje de la primera Directora del Centro, Doña
Paz Merino.
En la lectura de estos documentos me
he encontrado con personas que han dejado una huella profunda en la vida del concejo
de Siero como su alcalde, Don Leandro Domínguez Vigil-Escalera, con calle en
Lugones. Don Luis Miranda Cabeza, que aún está esperando que se reponga su
nombre en el campo de fútbol de Pola. Don Constante Álvarez Quirós que aún
espera que se tramite su petición de calle . Don José Luis Quirós o José Luis el de la Caja Rural que ha dejado
una impronta de buen hacer inolvidable o
Don Joaquín Vigil Díaz, Hijo Predilecto de Siero, uno de sus mejores prosistas y de una bonhomía admirable
entre otros muchos.
En el apartado de curiosidades quiero
citar dos que seguro que a todos nos harán pensar. La 1ª es que la finca de la
Cruzona, de 4.595 metros cuadrados, protagonista de estos artículos, valorada
según resolución del Jurado de
Expropiación Forzosa de fecha 25-2-1969 en la cantidad de 964.950 ptas, fue
abonada a sus herederos en fecha de 23 de julio de 1.981, según certifica el
entonces Secretario del Ayuntamiento don José Ramón Morilla Fernández del acta
de la Comisión Municipal Permanente de esa fecha y siendo alcalde don Manuel
Villa Díaz. La 2ª muestra cómo avanzan y cambian los tiempos. Estamos en pleno
despliegue económico – la llamada por algunos “década prodigiosa”- y de ello dan
prueba los siguientes datos. Los terrenos de las tres fincas matrices del
Ayuntamiento fueron comprados o expropiados en 1967/68 a un precio de 200 ptas/
metro cuadrado. Quince años después, en 1982, al adquirir nuevos terrenos para
ampliar las instalaciones deportivas del Instituto, el precio del
metro/cuadrado fue de 2.200 ptas.
En estos preámbulos del
cincuentenario espero que estos escritos sean útiles y ayuden a concienciarnos
de la importancia que ha tenido y tiene el Instituto para la Lugones y
especialmente para quienes hemos pisado sus aulas. ¡Muchas gracias a todos los
que habéis hecho posible esta ya histórica realidad!
José
Antonio Noval Cueto.
P.D Supongo que el Instituto tendrá
Actas que incrementará mucho más esta información que he recabado.
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