domingo, 6 de octubre de 2019

“Una operación de compás…”


Mis obligaciones de conciencia me llevan a escribir estas letras, aunque sé , de sobra, que su resultado será vano, pero que quede al menos constancia de lo que dijo y que nadie pueda alegar ignorancia o desconocimiento, y es que a la altura del partido que jugamos, después de tantas mentiras, estrategias y fraudes, es difícil aportar algo nuevo, que motive, que entusiasme ante la nueva cita electoral del 10 de noviembre.

Que las elecciones se deciden más en los estudios y despachos que en las urnas es de todos conocido, así como que la ley electoral beneficia más a los partidos mayoritarios que a los pequeños, que el voto de una región no tiene el mismo valor que en otra, y se da la paradoja que ahora que tanto se denuncia la España vaciada, es en esos territorios donde su voto tiene menos valor e incluso casi ninguno, véase el caso de Soria, Teruel , Guadalajara... Todo esto influye en gran manera en el resultado final, y provoca la lógica desafección del ciudadano que ya no sigue tertulias, ni estadísticas ni demás mecanismos de presión, con el sugerente y engañoso lema de :”Tú decides”.

Que voten más o menos no importa, sola dura una condena de telediario. A los pocos días sólo queda el resultado final, número de cargos electos – véase el escaso porcentaje de votos que apoyó el Estatuto catalán en su día y la guerra que está dando- . Lo importante es ganar, gobernar, decidir.

Hace algunos años mi amigo Rafael, en una reunión de amigos, presumía de quedar el tercero en una carrera de motociclismo en el Jarama.
 Sorprendido le pregunté: ¿Cuántos corrían?
Con voz baja y temerosa me dijo: Jose, cinco.

Sorprende que a pesar de los bloqueos electorales recientes (Rajoy, Sánchez) pocas sean las voces que reclamen algún cambio en la ley electoral que evite situaciones como éstas o que impida que los aparatos de los partidos condicionen la capacidad de elección del votante con sus listas cerradas al Congreso.

Desde hace unos días ha surgido en el panorama electoral una nueva coalición electoral que responde al nombre de “Más País”, encabezada por Iñigo Errejón, que tiene un único objetivo : facilitar el gobierno de Sánchez y debilitar a Podemos y a su líder y antiguo compañero, Iglesias. No es una operación improvisada, romántica o sentimental, sino al contrario, diseñada con  compás,  estudiada la cartografía electoral de España, de ahí que no se presente en todas las circunscripciones sino en aquellas más numerosas – la España vaciada no le preocupa- y donde más pueda perjudicar a Podemos y a los partidos de centro derecha. Esto no es nada nuevo en política, tiene muchos precedentes en la vida española, incluso en el mismo Siero, y las consecuencias son conocidas por todos y es que a más partidos, menos votos, y después las opacas alianzas de intereses.

De los últimos tiempos para acá y en aras de la ética y moral pública me sorprende que alguien se pueda presentar a unas elecciones como candidato/a y si no gana, renuncie a la responsabilidad contraída con sus votantes, caso de Carmena y otros más; y en esa misma línea me sorprende que los filtros de selección sean tan permisivos con personas que han estado bajo sospecha de fraude en el uso de una beca de investigación, caso de Errejón, concedida por la universidad de Málaga. 

Y es que soy muy sensible a la palabra “beca”- aunque las becas universitarias tienen otra función-, desde que mi amigo Félix, allá por los años 70  me hablase de las bondades de las mismas, al  permitir que personas con capacidad y sin recursos pudieran cursar las titulaciones deseadas. Hoy estas exigencias se han diluido, y como decía recientemente Juan Manuel de Prada :” se admite que los beneficios de la educación lleguen a las clases más menesterosas, pero no se acepta una selección educativa según méritos y capacidades” …y denuncia que “ la igualdad de oportunidades se haya convertido en un igualitarismo envilecedor” .

Me ha sorprendido la reacción que “Más País” ha generado en la vida política española, que ha hecho que el PP se centrará más en la economía- tiene experiencia en rescates-  y que C,s anunciara que está dispuesto a desbloquear la situación ,con su apoyo o abstención, siempre que se cumplan unos determinados parámetros. Hace un tiempo, concretamente el 28 de mayo de 2019 publique en este blog un artículo titulado “La oportunidad de Rivera”. No me hizo caso, tardó en reaccionar y su ultimátum 24 horas antes de expirar el plazo de convocatoria de nuevas elecciones fue tardío e inoportuno. Quizás le venga bien al sr. Rivera saber que Napoleón siempre procuraba llegar un cuarto de hora antes a cualquier sitio.

Dicho lo dicho, preparen el voto que el dibujo ya está hecho. ¿Fallará el compás? De ti depende.

                          José Antonio Noval Cueto.

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