sábado, 25 de enero de 2020

“De la Ley a la Ley…”



El mecanismo jurídico que permitió el paso del franquismo a la democracia se debe al eminente jurista y político gijonés, don Torcuato Fernández Miranda que, basándose en los resquicios o recovecos que dejaba una ley de 1947 , elaboró la estructura jurídica que dio forma a la Democracia o Estado de Derecho en España. Todo este proceso se ha sintetizado con la frase que da título al escrito: ”De la ley a la ley”, y todo ello para cumplir el deseo de cambio que auspiciaba la monarquía y el propio pueblo español.

Hoy , después de más de cuarenta años vigente, la democracia española empieza a arrojar dudas, temores, y no es imputable a las leyes, sino a quienes las quieren modificar, cercenar y no por interés y petición de todos, sino por intereses clientelares, y digo todo esto desde el que nuevo gobierno salido de las urnas del pasado 10 de noviembre anuncia decisiones que chocan claramente con la ley imperante y con el pensar del ciudadano corriente, que no entiende que se tenga que cambiar el Código Penal para reducir las penas a unas personas que conscientemente sabían lo que hacían y que habían sido apercibidos de las consecuencias penales de sus acciones. De llevarse a efecto esas propuestas estaríamos en un episodio chocante y deshonroso de una justicia a la carta en pleno siglo XXI y en un país que se dice europeo. ¿Qué dirán el resto de penados por cualquier otra causa? ¿ Se les aplicará a todos y además con carácter retroactivo? ¿La conspiración contra el orden vigente quedará solamente en mera falta administrativa o penal? …Creo que el Tribunal Supremo ya ha tenido con ellos bastante condescendencia al permitir que se aplicase el concepto de sedición  por el de rebelión, pues por mucho reglamento, normativa y semántica que se aplique y adorne, todos sabemos que en aquellos días de setiembre y octubre del 17, otra ver el 17 pero del siglo XXI,  hubo violencia en las calles de Barcelona – afortunadamente no hubo muertes -  y si no que se lo pregunten a los policías y guardias civiles que tuvieron que dejar sus hoteles para hospedarse en los barcos del puerto …

A las personas de mi generación  siempre se nos ha hablado de las bondades de un Estado de Derecho , de la importancia de la división de poderes y de la deseable independencia judicial, y que todo país medianamente serio y con futuro si por algo se debe caracterizar es por practicar y defender el principio de seguridad jurídica, o dicho de otro modo que las leyes no se cambien o estén sujetas al capricho del  Ejecutivo , y últimamente  observo con estupor y preocupación las tentativas del Gobierno para saltarse decisiones judiciales y sólo con la única intención de complacer a sus socios separatistas, y esto creo que más que resolver problemas, los incrementa y  aumenta las desigualdades entre los ciudadanos de este país llamado España, que ya que no pueden conseguir el pleno empleo – recuerdo que el CIS nos dice, mes tras mes, que el problema que más nos preocupa es el paro-  desean, al menos,  que todos seamos iguales ante la ley y con ello va unida la percepción que los ciudadanos tienen del mundo judicial, que últimamente había ganado enteros con algunas sentencias valientes y eso que tienen pocos medios – en algunos juzgados de Oviedo cuando llueve hay hasta goteras-.

Toda persona juiciosa sabe que tenemos un gobierno de alto voltaje, débil, inseguro, sin principios, sin ideales, que busca únicamente la aristocracia del poder al precio que sea. Y el único dique que puede evitar sus errores, arbitrariedades o abusos es el Poder Judicial, y un síntoma evidente de cuanto digo lo aporta el nombramiento de la nueva Fiscal del Estado. Creo que va siendo hora de encauzar y reconducir el proceso y que nuevamente la dignidad de la Política sea el camino de todos y en esa dignidad es oportuno recordar al alcalde Móstoles(Andrés Torrejón), cuando a inicios del siglo XIX y ante la invasión del ejército europeo más potente- Francia y su gran Napoleón- dijo:

-“Somos españoles y es necesario que muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que nos quieren imponer un pesado yugo…acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistándonos , pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son”. Algunos como el mismo Jovellanos, a pesar de ser ‘afrancesado’, le secundaron.

Y algo de esto es oportuno que lo razonen y apliquen los integrantes de la décimo cuarta Legislatura de las Cortes Generales del Estado Español que inició su andadura el pasado 3 de diciembre de 2019, pues no hay salario, por elevado que sea, que pueda adormecer o comprar una conciencia. Ya empiezan a oírse voces cualificadas (González, García Page, César M. Molina, F.Ovejero…),  discrepantes de la locura que se está viviendo, esperemos que se frene y que la cordura y el interés general presida la acción  de Gobierno,  que no debe convertirse en una mera agencia de publicidad.

No hace mucho y en este mismo blog comentaba que lo mínimo que se puede exigir a un cargo electo es que respete el sentir de las regiones y gentes de España, y que se dedique a solucionar o al menos intentarlo los problemas que les preocupan, en nuestro caso preferentemente el paro, y a no tensionar innecesariamente nuestra convivencia.

                                             
                                  José Antonio Noval Cueto.





No hay comentarios:

Publicar un comentario