viernes, 11 de octubre de 2013

¡Qué vergüenza!


El título que encabeza este escrito son las primeras palabras pronunciadas por el Papa Francisco al enterarse de la tragedia ocurrida en Lampedusa, donde un barco, próximo a la llamada isa de los Conejos, se incendió y hundió. Los datos oficiales hablan de  309 muertas ,155 supervivientes. Se desconoce si  el número de desaparecidos es de 54 o de 81 personas, pues se duda si el número de viajeros que salió del puerto de Misrata en Libia era de 518 o 545 viajeros, pues según un superviviente , en ese barco de nombre desconocido, más que barco , barcaza, “ No podíamos ni movernos”.. La mayoría de los fallecidos son ciudadanos eritreos y somalíes, personas procedentes del llamado “cuerno de África”, o zona de hambruna.

Lampedusa, la isla más grande del archipiélago de las Pelagias y conocida en la actualidad como “Muro de Europa”, tiene una extensión de unos 20 kilometros, poco menos que el territorio que va desde Lugones a San Miguel. Tiene unos 6.000 vecinos, cuyas principales fuentes de ingresos son turismo, pesca y agricultura, pero en la actualidad su nombre va asociado a destrucción, muerte y miseria humana. Miseria humana como la que ,a primeros de julio de este año,   permitió que 7 norteafricanos que iban en nasas de un barco tunecino muriesen en el mar al negarles auxilio la propia tripulación, y que ante lo insólito del hecho  generó el 1º Viaje pontificio del Papa Francisco, donde después de denunciar “La globalización de la indiferencia” al decir que “Nos hemos acostumbrado al sufrimiento de los otros, no nos interesan” , pidió al Señor que nos diera la gracia de llorar por nuestra indiferencia. Estas palabras se quedan cortas ante la magnitud de la tragedia ocurrida el pasado 2 de octubre en las costas de Lampedusa  .

Ocurrida la tragedia, como ya otras muchas en la zona, hay el típico protocolo de actuación: luto nacional, funeral de Estadio , denuncias y quejas políticas, propuestas políticas para adormecer la conciencia, visita de líderes italianos y europeos, estudio para la viabilidad de una política migratoria común en la próxima Cumbre de Líderes europeos a celebrar en Bruselas los días 24 y 25 de Octubre…Pasado  el temporal , olvido, indiferencia, a tranquilizar la conciencia y a mirar para otro lado como me dijo Gonzalo en un trabajo sobre el tema. . Hasta la próxima catástrofe
.
No hay justificación para tanta dejadez, para tanta negligencia, para tanto desprecio al ser humano, a tantos cadáveres acumulados (niños, mujeres embarazadas, hombres) a lo largo de estos años. ¿Cuándo nos plantearemos con rigor el problema del “hambre en el mundo”y así evitar testimonios tan desgarradores como el de ese superviviente que dice:"Vi cómo mi hijo desaparecía entre las olas"? Empresas más difíciles se han logrado.

 En el cementerio de Lampedusa ya casi no queda tierra para tantas tumbas sin nombre, pues son más de 6.200 las personas que han muerto en el llamado “Canal de Sicilia” desde el año 1.994. Y pensar que esta tragedia pudo evitarse, según el ministro del interior italiano Angelino Alfano, si alguno de los pasajeros hubiera tenido un móvil.




                                          José Antonio Noval Cueto.

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