Con estas palabras de ánimo y entusiasmo con las que se dirigía
un obrero de Solvay a su antiguo compañero de trabajo(Lolek) al ser éste consagrado Obispo un 28 de setiembre de
1.958 en la catedral de Wawel (Cracovia), quiero hacerme eco de la
trascendencia e importancia que ha tenido la visita a Asturias del Papa Juan Pablo II (Lolek), un 20 y 21 de
agosto de 1.989, de la que recientemente se han
cumplido veinte y cinco años. Recuerdo que llegué a Covadonga muy temprano en
un autobús itinerante que recogía fieles de parroquia en parroquia. Apenas nos
bajamos éramos conducidos entre velas, silencio y oración hasta la plaza de la Basílica , donde ya el
lleno era total. Tardaba en amanecer pero la espera se hacía llevadera por las canciones, frases, piropos, ánimos
que unos y otros nos dábamos, mientras que poco a poco los rayos de la aurora
quitaban la lona nocturna y empezaron a proyectar destellos de luz hasta que el día se apoderó
de la noche. Desde las primeras horas nos arropó un cielo azul limpísimo y sol
espléndido que vaticinaba un día único e inolvidable, como así fue. Nadie se
acuerda de los madrugones ni de las incomodidades del momento, sino que evoca
la vivencia única que un Papa, el primer Papa no italiano en 455 años, nos
visité, estimule nuestra fe e interceda por nosotros ante la Madre del Cielo, nuestra
Patrona, la Virgen
de Covadonga.
No es mi experiencia personal la que motiva estas letras,
sino que ya que estamos recordando la
influencia benéfica de la visita de San
Juan Pablo II a Asturias me parece oportuno que os
hable de una biografía suya, titulada “ Testigo de la esperanza”, autoría de George Weigel, cuya lectura os recomiendo,
pues hace mucho bien, está bien escrita, amena y eso que es un libro extenso,
objetiva y útil para todos, independientemente
de los credos o ideologías de cada uno, ya que no sólo hablamos del Papa o
Pastor de la Iglesia Católica ,
sino de la máxima autoridad moral del Planeta en aquellos momentos, como
reconocía la misma Raixa Maximonovna, esposa del líder soviético Gorbachog.. De
su lectura uno comprende que detrás de aquel Pastor de masas, de multitudes,
hay una persona que atesora una experiencia vital difícil de igualar, pues las
circunstancias que rodearon su vida no fueron fáciles, tanto a nivel familiar-
se queda sin familia ,sin padres ni hermanos a los veintiún años, y desde muy niño se tuvo que ganar el pan en
de la cantera de Solvay en Zakrowh o a la fábrica de química de Borek Falechi ,
periodo que él mismo consideró la “mejor escuela de la vida”. -, como a nivel
social, pues debe ser horrible para un joven seminarista vivir en dos etapas de
la vida polaca, donde la supervivencia moral corría serio peligro debido
primero a la invasión nazi y posteriormente a la rusa; y a todo esto hemos de añadir una sólida preparación
intelectual , centrada en la Teología y en el campo de la Filosofía, materia que
impartió en la Universidad
de Cracovia.
Con todo lo dicho soy consciente que esto no es suficiente
para que una persona tenga la solvencia y autoridad moral que ha tenido y aún
tiene el Papa Santo Juan Pablo II, pues son muchas las personas que han tenido
experiencias traumáticas y desoladoras en el carnicero siglo XX y son muchas
las intelectualmente preparadas, amantes del teatro, poesía, humanidades en general… pero es a
partir de ahí, donde está la excelencia de este Papa, de este Profeta de los
tiempos modernos, azote de la injusticia allí donde brotase y defensor de la
libertad y de la verdad en todo momento como cuando dice que “En esta tierra la
vida humana se vuelve “más humana” cuando la gobiernan la verdad, la libertad,
la justicia y el amor…” o cuando alerta que “si la libertad de la indiferencia domina una
sociedad, la dignidad de la vida humana corre peligro”. Su Santidad conocía al
ser humano en todas sus dimensiones, sabía de sus grandezas, así como de sus
miserias, y nos recordaba que la crisis del mundo actual era una crisis de ideas , una crisis de la misma idea del ser humano..
Hay vidas, como la de su Santidad, que deben ser conocidas y divulgadas, aún
reconociendo como él mismo dice que “algunos tratan de comprenderme desde fuera ,
cuando a mí sólo se me puede entender desde el interior ”,ya que hacen mucho
bien y éste debe expandirse. Para concluir estas letras sólo me queda desear
que la moción presentada hace ya algunos años para que Juan Pablo II tenga una calle en
el concejo sea una realidad, pues currículum como el suyo no abundan.
José Antonio Noval Cueto.