sábado, 16 de agosto de 2014

"En el nombre del Padre...


Si en Asturias tenemos la Cruz en nuestra bandera , si muchas personas se apellidan “Iglesias” – en Asturias casi 4.500 personas- y entre estas haya personas muy famosas. Así ,a mi, sin mucho esfuerzo, me vienen a la cabeza de pronto cuatro personas, dos políticos y una saga de cantantes, de fama internacional , cuyo pionero se llama Julio y se dio a conocer en el Festival de Benidorm de 1.968, al obtener el triunfo con su lánguida canción “La Vida sigue igual”, muy apropiada para los tiempos que vivimos, donde reina la mera apatía, el dejarse llevar. Las otras dos personas que llevan de primer apellido “Iglesias”  y de nombre Pablo, son políticos, aunque de diferente época, uno de últimos del XIX y principios del XX , fundador del Socialismo patrio, don Pablo Iglesias Posse (1850-1925), y el otro, también político y en crecimiento últimamente no especialmente por sus méritos, sino por los muchos fallos y dejadez de los demás(IU,PSOE;PP), también responde al nombre de Pablo, apellido Iglesias, pero de segundo Turrión, poco usado en estos lares- desconozco los motivos que llevan a mutilar el segundo apellido de las personas famosas, especialmente de los políticos . Da la impresión que no queremos reconocer que estos tuvieron o tienen madre, o quizás sean una manera gráfica de expresar la carencia de sentimientos de la que muchos hacen gala-.

 Pero también hay pueblos que toman esa misma raíz para nominarse y uno de ellos es la localidad toledana de Iglesuela, que toma su origen de una Carta Puebla concedida por el rey Alfonso X el Sabio en 1.276, seis años posterior a la nuestra de Pola (de 1270) y debe su nombre a la Iglesia parroquial de Santa María de la Oliva, cuya festividad , la Virgen de la Oliva, se celebra el 8 de setiembre. Esta parroquia ha sido noticia e imagen estos últimos días ya que allí nació y tiene su familia una de esas personas que con su conducta y ejemplaridad ha llenado las portadas de prensa de todos los periódicos nacionales e internacionales, ya que fue el  primer europeo infectado por el virus del “ébola” y todo por cumplir con su misión de llevar un poco de amor , de esperanza, de progreso a los más necesitados; para decirles que no están solos, que comparten sus preocupaciones, sus proyectos, sus ilusiones, sus problemas e incluso sus enfermedades; para decirles con su ejemplo que son hermanos, hijos de un mismo Padre… …Me refiero al sacerdote Miguel Pajares y sus compañeros  que han dado auténtico testimonio de entrega, de fraternidad, de donación al otro, al que sufre, sin importarles su propia vida. ¿Habrá mejor pastor que el que da su vida por las ovejas?

Desde esa mentalidad mundana que nos domina y que invita a volar alto, a aprovechar el tiempo, a marcarse metas, a no perder el paso, a no mirar atrás, a escalar, a que no se cierren las puertas, la conducta y decisión del Padre Miguel y sus compañeros no deja de sorprender, de asombrar, de enmudecer o provocar cierta incredulidad ya que el  materialismo que nos domina  no entiende la donación, la entrega a los demás a cambio de nada y menos en nombre de Dios, pues para ellos la felicidad consiste en poseer, tener, consumir y en el culto al yo supremo. Ahora que estamos en pleno verano y todo invita a la vida fácil, repleta de suculenta comida y refrescante bebida, sol , baños , tambor y gaita, no viene mal replantearse que entendemos por felicidad, pues ésta no se consigue con una buena cuenta corriente, ya que como recientemente recordaba el Papa Francisco  :” No sirve de mucho la riqueza en el bolsillo, cuando hay pobreza en el corazón”.

En esta España mística y guerrera, en esta España de pícaros y patio del señor Monipodio, en la Iglesuela , gobernada por un alcalde socialista, ondea la bandera a media hasta durante tres días y sus paisanos orgullosos  dicen que “el padre Miguel era una persona que pensaba antes en los demás que en sí mismo” y todo porque un día ya lejano se propuso ser instrumento del  Señor y propagar la fuerza de la fe, pues :”Si tuviéramos fe como una grano de mostaza seríamos capaces de mover las montañas”…De momento el padre Miguel ha sido profeta en su patria y eso no es poco, y con su conducta nos muestra que el camino de la verdadera felicidad pasa siempre por Amor, al prójimo, al hermano, al cercano.

                                                                                                                                       José Antonio Noval Cueto.

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