Que la bajen de lo alto, que quiere estar en el pueblo de
Traspando…”. Cantar que escuché muchas veces a nuestros mayores y que cobra actualidad en estos tiempos que vivimos y es que la Virgen no se resigna a ser mero
testigo, quiere participar de nuestras alegrías y penas- que de todo hay en la
vida-, seguir nuestro día a día y nos
pide que la visitemos, hablemos con ella ,que siempre tiene la puerta abierta . Nos agradece las muchas atenciones con que la honramos y especialmente estos días de novena y fiesta,
cuando sale de la Capilla triunfal,
resplandeciente y contenta a nuestro
encuentro . Recorre nuestras calles que son las suyas al son de gaita y tambor, bajo el estruendo de
los voladores, resto de la dinamita de otros tiempos cuando toda la Triada,
todo Traspando, estaba bajo sospecha y peligro por complacerla y venerarla.
En este mundo bipolar
que nos rodea , donde parece que todo
vale y que las fronteras entre el bien y el mal se estrechan, desaparecen, no existen, Ella nos alienta, acompaña y
estimula a respetar la tradición, las enseñanzas de nuestros mayores, y ajustar
nuestra vida a las coordenadas de claridad, verdad y bien, pues por mucho que
nos hablen de posverdad, simulación o mentira, sin moral, como decía el sabio
profesor Don Enrique Tierno Galván, no hay Estado. Nos invita a que tengamos un
proyecto de vida que dé respuesta a nuestras inquietudes, angustias, miedos y para lograrlo nos anima a contar con Ella, y nos recuerda que es responsabilidad de todos construir un
mundo mejor, más habitable y humano. Nos suplica que no tengamos miedo a la
VIDA, y lo escribo con mayúscula, y recalca que deben ser más importantes las
personas que las cosas, si de verdad queremos un progreso real, auténtico, donde
el protagonista sea el ser humano en toda su extensión, listo o tonto, guapo o
feo, mayor o menor, recién nacido o neonato.
La Virgen del Carmen quiere que se frene el cambio climático,
se fumiguen los piojos, cesen los ciberataques,
crezca la población, se reabra la
escuela , se planten pomaradas , se recojan las guindas, avellanas y castañas, se cultiven fabes y cebolletas , se detenga el bosque y de la fuente de la Facienda vuelva a brotar
agua, pero para ello tiene necesidad de nosotros y que nosotros creamos en
nuestras propias posibilidades para sacar
provecho a las múltiples fuentes de riqueza que Dios ha puesto al
alcance de la mano y más en este “paraíso” que “mana leche y miel”, y que para ser feliz, objetivo principal, con
poco basta, y es de eso poco de lo que todos nos debemos preocupar y cuidar.
¿Lo tenemos claro? No siempre y ejemplos abundan y ocupan las portadas diarias
de nuestros periódicos, y es que para conseguirlo, como acertadamente vaticinó
San Josemaría Escrivá, “lo que se necesita no es una vida cómoda, sino un
corazón enamorado” y es que como dice el Papa Francisco “Quien no vive para
servir, no sirve para vivir”.
¡Que paséis unas Felices Fiestas del Carmen con buena mesa y
compañía como era costumbre de nuestros mayores y debe ser nuestra”
José Antonio Noval Cueto.