sábado, 8 de julio de 2017

“Búscate la vida…”


Que Asturias es un auténtico paraíso es una realidad innegable y basta sólo fijarse en los incrementos turísticos de estos últimos años – el turismo ya aporta más del 10% del PIB regional- y seguro que si fuéramos algo más fenicios y olvidáramos la inútil polémica de lo privado y lo público, ambos se necesitan, nuestra autonomía  cogería más fuerza y auge, y todo redundaría en el deseable enriquecimiento y rejuvenecimiento del que tan necesitados estamos. Dentro de esta realidad asturiana y salvo que existan raíces o lazos familiares todo asturiano del centro conoce mejor el oriente que el occidente astur, y basta para ello darse una vuelta por ambas zonas en cualquier época del año, y es que las ventajas que aporta Picos de Europa y el santuario de Covadonga hacen que nuestro coche, con el menor pretexto, aparque en Cangas y posteriormente recale en Covadonga, donde uno siempre que va encuentra sosiego, tranquilidad de conciencia ,  devoción y amor. Estamos en nuestra Casa, nuestra patria espiritual.

También uno siempre que va a Covadonga se encuentra con sorpresas, como me pasó a mí  el pasado 12 de noviembre del año pasado, al ser testigo de la Bendición del Banderín de la Federación Nacional de Asociaciones de Veteranos Paracaidistas, donde me encontré con personas que yo conocía de mi servicio militar, como el comandante de la Macorra, uno de los expertos del paracaidismo manual , a quien tuve la oportunidad de saludar  y a quien pregunté por personas que han dejado grata huella en mi persona, como el subteniente Bejarano, el brigada Mariño, el capitán Padín, el comandante Sagaseta, el coronel Pedrosa …En pocos minutos recordamos el pasado  y tuve la oportunidad de testimoniarle  mi gratitud por lo vivido y aprendido que fue mucho, pues allí mientras unos aprendíamos mecanografía, otros a conducir y algunos, pocos, a leer y escribir. Todos conocimos la España real, la  España que no se ceñía sólo  a mi Facultad o trabajo, familia, amigos y vecinos,  que era algo más, como la de aquel compañero de Bonares que los primeros días de campamento no respondía en la lista de retreta cuando le llamaban por sus apellidos, pues sólo se conocía por su mote o alias  y a quien después de un tiempo  me encontré haciendo auto-stop para su casa...Se dio la paradoja que unos quince días antes de este grato encuentro,  concretamente el 26 de octubre, habían acampado en  Llanes 294 paracaidistas de la Brigada Almorávides VI de Paracuellos, que se dirigían a Comillas  -  donde reposan los restos del teniente Don Antonio Ortiz de Zárate -  al cumplirse los 60 años de la creación de la “II Bandera Roger de Lauria”.

Desde entonces estaba en deuda y buscaba la oportunidad de convertir los hechos en palabras, y ésta se ha producido recientemente gracias al artículo de divulgación histórica escrito por Pérez Reverte que relata la poca aireada guerra de Sidi-Ifni, iniciada en 1956 y que culminó con la entrega de Ifni en 1969 – algo que siempre que podía me contaba mi vecino Falo que allí estuvo – y donde la Brigada Paracaidista tuvo su bautismo de fuego en la defensa de Tiliuin y Telata, localidad ésta  donde fallece el teniente Ortiz de Zárate, primer militar paracaidista muerto en combate.

El lema que constantemente se repetía en las Banderas Paracaidistas era el de “Búscate la vida”, resuélvete los problemas, marca la ruta, inicia el camino, no esperes que otro haga lo que tú puedes hacer, fórjate un futuro, ten confianza en tus posibilidades, conócete a ti mismo, márcate objetivos que puedas cumplir, no andes de punteras,   aprende tu verdadera  estatura y   asume que sin esfuerzo no se consigue nada,  que como bien dice Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, el éxito es 90% sudor y el 10%  todo lo demás…A mí el lema me ha sido útil.


                                           José Antonio Noval Cueto

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