No es fácil saber qué puede ser noticia, ya que los interés y gustos de cada uno son muy dispares, y menos intuir o saber que le obliga a uno a escribir , aunque percibe que ante determinadas vivencias o experiencias no puede quedar mudo, impasible .Su conciencia no sólo no se lo permite, sino que le obliga a escribir , y esto es lo que me pasó a mí, ayer, después de ver por tercera vez una de las mejores películas de la historia del cine “Ben-Hur”- la más taquillera después de “Lo que el viento se llevó” - rodada en 1959, con 11 óscar y con Charlton Heston como protagonista. Vaya por delante que no soy cinéfilo, que prefiero antes la lectura que la imagen, pero, ayer, al enterarme que una cadena de televisión emitía la clásica película, la del 59, la de Heston, y a una hora que me venía bien, hice todo lo posible por verla y al acabarla, sabía que sería protagonista de estas letras, de este escrito, y no es para menos, pues Ben-Hur , la de siempre –no he visto la nueva versión de 2016,pero la crítica no es muy favorable- nunca defrauda.
Era la tercera vez que la veía, y de seguro que la seguiré
viendo, a pesar de su duración, tantas veces como pueda y es que no tiene desperdicio. Lo bueno, lo bien hecho nunca cansa y si
además hace bien y quita miedo no viene mal : imágenes, guion- algo que con
frecuencia se descuida en las películas actuales , interpretación, dirección,
mensaje positivo…algo de lo que estamos tan necesitados en estos tiempos donde
la frontera entre el bien y el mal se diluye y que alguno o algunos quieren
hacer desaparecer y con ello nuestra manera de entender y estar en la vida. No
hace mucho el periodista Peter Seewald en el prefacio a su libro de conversaciones
con el papa Benedicto XVI titulado “ Luz del mundo” nos decía : “que hay que
desarrollar una nueva sensibilidad para la creación amenazada, oponerse de
forma decidida a las fuerzas de destrucción” , y que el mensaje de Benedicto XVI es “un dramático llamamiento a la Iglesia y
al mundo, a cada individuo: no podemos seguir adelante como hasta ahora…La
Humanidad está ante una bifurcación”.
Han pasado casi cincuenta años desde que vi “Ben-Hur”, por
primera vez en el desaparecido Cine
Ayala de Oviedo, acompañado por mi madre
y poco después en el cine Avenida de Lugones, pero la frescura y fuerza
de la película sigue vigente. Quizás de niño me impresionó su majestuosidad(
10.000 extras, 2.500 caballos, 200 camellos…) , sus imágenes, la carrera de
cuadrigas, la batalla marina , el triunfo del bien sobre el mal; ahora, de
mayor, aunque predominen las imágenes, le he dado mucha importancia al guion de
Kharl Tunberg y demás asesores, a los
diálogos medidos - algunas de cuyas expresiones copié en mi libreta- ,a la
sabia distribución de sus ingredientes
temáticos , a la excelente interpretación de los actores (principales,
secundarios el jeque árabe IIderim, Poncio Pilato,…). Comprobé, por desgracia,
que escenas de aquella época (año 30 d .C) siguen dándose en la actualidad , así
la codicia que siempre ha acompañado al
ser humano desde su nacimiento, véase Caín y Abel, tiene su reflejo en Mesala, corazón de piedra, antagonista de Ben-Hur, y
en muchos líderes políticos del momento que en su afán de poder, de dominio, destruyen
todo lo que haya que destruir incluso las amistades de siempre – como hizo Mesala
con Ben-Hur y familia- en ese loco afán de hacerse un hueco en la escala
social, y que recuerda a Stalín cuando decía : “Una muerte es una
tragedia, pero un millón de muertos es solo estadística”; o cuando se apela al pragmatismo político
para justificar todo tipo de abusos y atropellos, al decir: “En este
momento el mundo es Roma”, y más citas o expresiones que tendrían fácil
traducción en la época actual. Sería
interesante hacer una transposición cultural de la película al momento de hoy,
con un Ben-Hur paseando por las
principales calles de las ciudades más importantes y combatiendo la codicia, implantado la cultura del amor, de lo humano.
En épocas de penuria moral como la que vivimos, películas
como ésta son un buen antídoto para combatir el miedo y la angustia que nos
rodea ( miedo a perder el trabajo, la familia, la salud …a todo ) y es que la
soberbia y sabiduría humana debe empezar
a entonar el mía culpa y reconocer que como decía Esther, la novia de Judá
Ben-Hur, : “ …En la vida hay algo más de lo que vemos”.
José Antonio Noval Cueto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario